Cómo desarrollar la resiliencia profesional en tiempos de incertidumbre
por Daisy Auger-Domínguez

Una alta ejecutiva con la que trabajé —llamémosla Marisol— había pasado años creando confianza, impulsando el impacto y obteniendo resultados, solo para descubrir que su puesto fue eliminado repentinamente durante una reestructuración empresarial. No hubo ningún debate ni plan de transición. Solo unas cuantas garantías amables, una indemnización por despido y un correo electrónico cuidadosamente redactado más adelante, y ya está.
Pero en lugar de quedar paralizada por la incertidumbre, Marisol tomó el control. Se puso en contacto con mentores de confianza, aprovechó su red y trabajó con un entrenador ejecutivo mientras se daba espacio para respirar por primera vez en años. Luego, con una idea más clara de lo que quería después, cambió el nombre de su experiencia y pasó a ocupar un puesto de RRHH más amplio que reconociera toda la gama de habilidades que había pasado años perfeccionando.
Su historia no es única. Los despidos, el estancamiento de los salarios, la automatización impulsada por la IA, los cambios en las leyes laborales y la evolución de las expectativas laborales han hecho la seguridad laboral es un objetivo móvil en estos días. Incluso los profesionales más dedicados no son inmunes a la inestabilidad laboral, y trabajadores asalariados siéntalo, también.
El verdadero desafío actual no es solo conservar un trabajo o sobrevivir otro trimestre, sino construir una carrera que no se derrumbe ante la disrupción. Eso requiere resiliencia profesional: la capacidad de adaptarse, tomar la iniciativa y mantenerse firme, incluso cuando el terreno se mueve por debajo de usted, como lo hizo Marisol.
Cuatro formas de fomentar la resiliencia profesional
La resiliencia profesional no se trata de aferrarse a un trabajo por miedo, sino de aprender a adaptarse a medida que cambian las circunstancias.
Al crecer en la República Dominicana con abuelos que sobrevivieron a una brutal dictadura, me criaron para estar preparado. Mi familia mantiene nuestra despensa y nuestro botiquín de emergencia abastecidos no por paranoia sino por el profundo conocimiento de que no se promete nada.
También en el trabajo, la incertidumbre exige autoconciencia y preparación. Esto significa desarrollar una mentalidad de crecimiento, incluso cuando sus opciones parezcan limitadas, así que siempre estará listo para recoger y salir. Las cuatro estrategias siguientes pueden ayudar:
1. Identifique sus cosas no negociables.
La longevidad profesional no se trata solo de conservar un trabajo, sino de saber qué es lo que más le importa a medida que navega por los muchos puestos que probablemente asumirá. Tener claridad sobre lo imprescindible, los valores y la tolerancia al riesgo puede ayudarlo a tomar decisiones difíciles, ya que las circunstancias cambian rápidamente.
Pregúntese:
¿Manejo bien la incertidumbre o me pone nerviosa? Si la estabilidad es lo que más le importa, concéntrese en desarrollar habilidades que lo mantengan adaptable y demandado, independientemente de los cambios de la industria.
¿Aceptaría un recorte salarial por un trabajo que me parezca más significativo? Si el propósito lo impulsa, considere funciones que se ajusten a sus valores, intereses o al tipo de impacto que quiere lograr, incluso si eso significa una compensación financiera temporal.
¿Volvería a estar cinco días en la oficina? Si la flexibilidad es una prioridad, empiece a cultivar habilidades y redes que abran las puertas a oportunidades remotas o híbridas.
¿Aceptaría un trabajo que entrara en conflicto con mis valores? Si la alineación ética es fundamental para sus elecciones profesionales, busque puestos y organizaciones cuyas misiones y prácticas pueda respaldar.
¿Aceptaría despedir a mi equipo, sabiendo que los que quedan se sobrecargarán? Si lo que más valora es liderar con equidad y dignidad, considere dónde traza la línea. ¿Presionaría por un enfoque gradual? ¿Luchar por un apoyo adicional? ¿O sería este el momento en que se alejaría?
Sus respuestas no son solo teóricas. Le ayudan a establecer barreras profesionales. Entender lo que no es negociable ahora le permite tomar decisiones difíciles más adelante, antes de que la urgencia lo obligue a tomar cartas.
2. Aumente la adaptabilidad y la agilidad.
La resiliencia profesional es como un músculo; se desarrolla fortaleciendo su inteligencia emocional, ampliando sus habilidades y preparándose para cambiar cuando sea necesario. Para reforzar la adaptabilidad y la agilidad en su puesto actual:
Comprenda su papel en el panorama general. Preste atención a la forma en que su trabajo se relaciona con las funciones y objetivos empresariales más amplios. Colabore de forma proactiva entre equipos, resuelva los problemas recurrentes y emprenda proyectos que amplíen su experiencia y lo ayuden a desarrollar nuevas habilidades. Las oportunidades a menudo provienen de ir más allá de su puesto inmediato.
Manténgase firme bajo presión. Una visión clara y la autorregulación son esenciales en entornos inciertos y de alto riesgo. Reconozca los factores desencadenantes del estrés y gestione su energía antes de que se apoderen. Cree rutinas que lo ayuden a restablecerse, como la atención plena, la respiración, la reflexión o las visitas con mentores o colegas.
Apueste por sus valiosas habilidades. La IA no lo es reemplazar el liderazgo, creatividad o inteligencia emocional, todavía. Emprenda proyectos desafiantes, aproveche las oportunidades de gestión y mejore su capacidad para solución de problemas, lea la sala y adáptese en tiempo real. Identifique sus valiosas habilidades observando por qué la gente acude constantemente a usted, qué problemas resuelve fácilmente y dónde su visión única tiene el mayor impacto. Cuanto más fuertes sean estas habilidades, más opciones profesionales creará.
Haga que el aprendizaje sea parte del trabajo, no de un plan de respaldo. Encuesta sobre habilidades laborales de Deloitte en 2024 descubrió que el 87% de los profesionales afirma que la adaptabilidad y el liderazgo son clave para el crecimiento profesional, lo que refuerza que el aprendizaje continuo, ya sea la IA, las tendencias del sector o las nuevas tecnologías laborales, es esencial para el éxito a largo plazo. Trate cada contratiempo como una oportunidad de aprendizaje: qué funcionó, qué no y cómo mejorar. Incluya el aprendizaje en su flujo de trabajo dedicando tiempo a desarrollar habilidades, solicitando comentarios con regularidad y sintiendo curiosidad por las nuevas herramientas y los cambios en la industria. Los esfuerzos pequeños y consistentes se acumulan con el tiempo.
3. Profundizar las relaciones.
Su red de seguridad profesional no es solo su currículum, sino que se ve reforzada por las personas que lo respaldan, le ofrecen apoyo y perspectiva y abren las puertas cuando menos se lo espera.
Construya relaciones más allá de su puesto y empresa actuales. Amplíe su red con intención conectándose con personas que amplíen su forma de pensar y apoyen su crecimiento. Únase a grupos industriales, juntas consultivas o junior, círculos de exalumnos o comunidades basadas en la identidad. Participe en espacios digitales como las comunidades de Slack, los grupos de Discord o los foros del sector, y preséntese en persona cuando pueda. Contribuir a los debates, compartir ideas o simplemente estar presente puede generar nuevas conexiones, oportunidades, colaboraciones y perspectivas profesionales que no habría encontrado de otro modo.
Fomente conexiones profundas, no solo una red de LinkedIn. Vaya más allá de las relaciones transaccionales invirtiendo en amistades, dando un paso adelante cuando los compañeros necesitan apoyo, trabajando como voluntario en su comunidad, siendo mentora de otros y participando en comunidades creativas que le den energía. ¡Presentarse para los demás crea buena voluntad, profundiza la confianza y se siente bien!
Compruebe cómo está su mejor amigo del trabajo. Puede que sean su mayor baza profesional. UN Estudio Friends At Work de KPMG descubrió que tener amigos en el trabajo hace que las personas sean más felices y satisfechas en su trabajo.
4. Cree su próxima mejor opción.
Si pierde su trabajo mañana, ¿cuál es su plan?
Quizá su próxima mejor opción no sea la que había imaginado originalmente. Un puesto que alguna vez pasó por alto ahora puede alinearse con sus habilidades e intereses. Un giro temporal podría abrir puertas inesperadas.
Establezca una cadencia de registro profesional. No necesita replantearse su carrera a diario, pero esperar a que una crisis lo obligue a actuar no es una estrategia. En cambio:
- Trimestral: Hacerse un control del pulso. ¿Está creciendo? ¿Sus habilidades son relevantes? ¿Su trabajo le da energía o lo agota?
- Anualmente: Reevalúe su trayectoria. ¿Va en la dirección que quiere? ¿Para qué riesgos u oportunidades tiene que prepararse?
Ser proactivo no significa buscar trabajo constantemente. Significa tener la mente lúcida y preparado antes de que tenga que estarlo.
Da forma a la forma en que lo ven. Su reputación es una ventaja tanto si es un ejecutivo experimentado como si está al principio de su carrera. Manténgase activo en LinkedIn, Polywork, Lunchclub o plataformas específicas del sector. Participe en grupos profesionales, contribuya a las conversaciones y comparta su experiencia. Cuando la gente conoce sus puntos fuertes y lo que representa, las oportunidades adecuadas lo encuentran.
Haga saber a la gente de confianza que está abierto a nuevas oportunidades. Su próximo puesto podría provenir de una conversación, no de una oferta de trabajo. Construya relaciones que lo mantengan en el radar de la gente antes de que necesite un cambio.
Mire más allá de los títulos de trabajo. Preste atención a lo que le da energía, a las tareas que parecen sostenibles en lugar de agotadoras y a las que sus habilidades crean valor. Considere puestos que ofrezcan estabilidad financiera o espacio para crecer. Explore los sectores adyacentes o nuevas formas de aplicar sus puntos fuertes e intereses.
Tenga sus materiales preparados. Guarde su currículum, muestras de trabajo y contactos clave en un lugar fácil de encontrar. Guarde las cartas de referencia, los proyectos destacados y cualquier nota de prensa o reconocimiento para que esté preparado para una oportunidad o un cambio inesperado. En el futuro, lo agradecerá.
Solicítelo antes que usted necesitar para. Explorar las opciones a tiempo significa menos estrés y más control a la hora de hacer una mudanza.
Reformule sus expectativas. Un cambio de planes no es un fracaso, es agilidad. Su próximo movimiento puede tener un aspecto diferente al esperado, pero podría llevarlo más lejos.
La resiliencia profesional ya no está ligada a una empresa, a un título o a un cheque de pago, sino que se basa en su capacidad para gestionar lo que viene y, al mismo tiempo, mantenerse firme en el presente.
Debemos ser estratégicos e intencionales con nosotros mismos y con los demás. Confíe en sí mismo para saber que navegará por la incertidumbre, no se quedará atrapado ni se agotará intentando superar.
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