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Gestionar a su jefe

5 maneras de pedir a su jefe que abogue por usted

por Melody Wilding

5 maneras de pedir a su jefe que abogue por usted

Emily, directora de producto en una empresa de videojuegos, había sido elegida recientemente para dirigir un nuevo grupo de trabajo sobre IA. Incorporar el aprendizaje automático al desarrollo de sus juegos era una dirección estratégica importante para la empresa y ella se sentía honrada de encabezar una iniciativa tan crucial. Pero los colegas de otros departamentos tardaban en responder a sus correos electrónicos, a menudo faltaban a las reuniones o quitaban prioridad a las tareas relacionadas con la IA. Me dijo: “Mi jefe no deja de decirme que le dé tiempo. Que los nuevos proyectos tardan un tiempo en ganar tracción”. Cuando Emily consiguió reunir a sus stakeholders, percibió una falta de urgencia y de aceptación. “Ven este grupo de trabajo como una carga más”, dijo Emily. “Sé que avanzaríamos más rápido si hubiera un apoyo más visible de mi jefe y del resto del equipo directivo”.

Tal vez usted haya estado en el pellejo de Emily, deseando que su jefe abogara por usted, ya sea mediante el respaldo público de una idea, la presentación a los principales stakeholder, la divulgación de los logros del equipo o el posicionamiento de usted como experta en la materia. El apoyo de su jefe puede aportarle credibilidad, abrirle puertas y reunir recursos de una forma que es difícil conseguir por sí solo , pero a menudo depende de usted pedirlo.

En un mundo ideal, los superiores defenderían sus esfuerzos de forma instintiva e incuestionable. Pero lo cierto es que su supervisor está ocupado haciendo malabarismos con múltiples prioridades y puede que su proyecto se le haya pasado por alto. Si es nuevo en su puesto, es posible que vacile a la hora de hacer valer su peso. En algunos casos, es posible que su jefe espere intencionadamente a ver cómo se las apaña usted para conseguir el apoyo por su cuenta. Sin embargo, la mayoría de las veces, los líderes simplemente no reconocen cuándo es necesaria su defensa, lo impactante que puede ser o los obstáculos a los que usted se enfrenta.

Independientemente del motivo, esperar a que el apoyo se materialice por arte de magia es una forma segura de agravarse y, potencialmente, de descarrilar su proyecto. Entonces, ¿cómo puede arreglárselas y pedir la ayuda que necesita? He aquí cómo convencer a los que están por encima de usted para que defiendan su causa.

Destaque lo que hay para ellos

Su jefe, como todo el mundo, está sintonizado en su “emisora de radio” personal, WII-FM (¿qué hay para mí?). Para ganarse su apoyo, tiene que emitir en su frecuencia. En otras palabras, conecte su petición con la forma en que no sólo satisface sus necesidades, sino que también se alinea con sus prioridades.

Emily sabía por anteriores entrevistas personales que a su jefe le preocupaba la eficacia y su propia carga de trabajo. Así que destacó cómo una mayor visibilidad para el grupo de trabajo de IA podría acelerar los plazos del proyecto al reducir la comunicación de ida y vuelta y limitar el número de reuniones a las que él tendría que asistir.

Ofrezca ideas concretas

No deje que sea su jefe quien decida cómo apoyarle. En su lugar, venga preparado con sugerencias concretas. Identifique stakeholders específicos, reuniones, presentaciones o comunicaciones de la empresa en las que su jefe podría defender su trabajo. Es más probable que digan “sí” porque usted ha pensado por ellos - y también demuestra su comprensión de la política de la organización.

Cuando Emily se dirigió a su jefe, le propuso una idea: “¿Y si nos hace un reconocimiento en la próxima reunión de todos los jefes o en el boletín de la empresa? Creo que una mención suya destacaría realmente la importancia de nuestro trabajo -sobre todo porque la IA es ahora un área de interés clave- y consolidaría mi papel como líder del grupo.”

Dé a su jefe una perorata

Si proporciona a su jefe un lenguaje ya preparado que pueda compartir, eliminará barreras a la acción y controlará la narración, asegurándose de que sus esfuerzos se presentan de la forma que usted desea. Por ejemplo, puede darle a su jefe

  • Temas de conversación concisos sobre su proyecto que puedan incorporar fácilmente en conversaciones o presentaciones
  • Un guión breve y pulido que puedan utilizar para presentarle en eventos o reuniones de la empresa
  • Plantillas de correo electrónico personalizables para ponerle en contacto con los distintos stakeholder o promocionar su trabajo
  • Una serie de preguntas frecuentes con respuestas claras y concisas que les ayuden a responder a las objeciones o a defender sus ideas ante los altos directivos.
  • Mensajes preescritos en las redes sociales que puedan compartir en las redes profesionales para destacar el progreso o el impacto de su trabajo

Implemente una rutina de victorias semanales

Una vez a la semana o dos veces al mes, envíe un breve correo electrónico con viñetas a su jefe destacando los logros de su equipo, los retos superados y los próximos hitos. Al hacerlo, les estará entregando una “hoja de trucos” bien empaquetada con información que podrán utilizar para impresionar a su jefe y a sus compañeros. Es una situación en la que todos salen ganando: su jefe parece estar al tanto de todo y su duro trabajo recibe la atención que merece.

Esta sencilla rutina también consigue que adquiera el hábito de articular y documentar sus logros, lo que constituye una poderosa forma de aumentar su confianza. Además, cuando llegue el momento de la revisión de su rendimiento, tendrá ejemplos concretos al alcance de la mano y no tendrá que rebuscar datos para argumentar a favor de los recursos o el ascenso.

Aproveche la reciprocidad

El principio psicológico de la reciprocidad dice que cuando alguien hace algo por nosotros, nos sentimos naturalmente inclinados a devolver el favor. Así que busque oportunidades para destacar el liderazgo, las prioridades, los puntos fuertes y los éxitos de su jefe. Demostrando que valora y promueve su trabajo, hace más probable que ellos hagan lo mismo por usted. Esto no pretende ser un quid pro quo, sino más bien una gestión de apoyo que genere confianza y buena voluntad.

La sinceridad es la clave. No fuerce los elogios donde no encajan de forma natural. Esté atento a los pequeños momentos para reconocer las ideas y contribuciones de su jefe. Puede ser algo tan sencillo como enviar una nota rápida para agradecerle su orientación sobre cómo transmitir un comentario duro a un empleado o participar activamente cuando dirija un taller.

Recuerde que su éxito en el trabajo va más allá de hacer un gran trabajo. Depende de que su valor se vea, se entienda y se aprecie. Al tomar la iniciativa de pedir y permitir el apoyo de su jefe, estará tomando el control de su narrativa profesional.