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Business communication

Lo que necesita para construir una buena relación con su nuevo jefe

por Marcello Russo, Gabriele Morandin, Massimo Bergami

Lo que necesita para construir una buena relación con su nuevo jefe

Unirse a una nueva organización puede resultar abrumador. Tiene que configurar su portátil, descargar todo el software adecuado, asistir a un montón de nuevas reuniones de empleados, y eso es solo la incorporación oficial. Entre bastidores, es probable que también esté descubriendo cómo completar tareas desconocidas, asimilar una nueva cultura empresarial y navegar por la dinámica social de su lugar de trabajo.

Pero uno de los aspectos más importantes de empezar un trabajo (y que la gente suele olvidar) es construir relaciones desde el principio con sus compañeros, y especialmente con su jefe. Su entrenador desempeñará el papel más influyente en su éxito (o fracaso). Pueden facilitar el intercambio de información, acelerar su integración en el equipo y ayudarlo a fomentar las relaciones con otras personas de la organización.

Con todo lo demás sucediendo en los primeros días de su nuevo trabajo, puede que se sienta tentado a dejar la construcción de la relación en manos de su jefe. Al fin y al cabo, tienen más experiencia que usted y tienen un estatus más alto en la organización, ¿verdad? Incorrecto. Nuestra investigación muestra que ser proactivo a la hora de construir una buena relación con su jefe puede ser extremadamente beneficioso para su carrera, ya que la mayoría de los directivos juzgan más a los recién llegados proactivos favorablemente tanto a corto como a largo plazo.

Entonces, ¿cómo puede ser más proactivo y construir una relación positiva con su nuevo jefe?

Imagínese su yo futuro.

El primer paso es imaginarse cómo quiere que sea su relación con su jefe. Tener una imagen clara del tipo de relación que quiere construir le ayudará a identificar las acciones y los comportamientos que debe adoptar para que esto suceda.

Una forma de hacerlo es visualizar su yo futuro: sus esperanzas, deseos, aspiraciones y miedos asociados con lo que quiere que sea en el trabajo. Tómese un tiempo para reflexionar tranquilamente sobre las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuáles son las características de la relación que quiero con mi gerente?
  2. ¿Qué quiero aprender de ellos y cómo?
  3. ¿Qué tipo de interacciones me gustaría tener con ellos?
  4. ¿Cuál es el tono de esas conversaciones?
  5. ¿Cuáles son los temas de los que imagino que hablamos?
  6. ¿Solo hablamos de temas relacionados con el trabajo o también hablamos de nuestra vida personal?
  7. ¿Quiero que la jerarquía y el estatus desempeñen un papel importante en nuestra relación?

Cuando todo esté claro, escriba una declaración sobre la relación que se imagina y guárdela en un lugar donde pueda consultarla con regularidad. Esto le ayudará a controlar cómo van las cosas y a determinar si es necesario hacer ajustes.

Este es un ejemplo del aspecto que podría tener su declaración:

«Me imagino que mi gerente y yo tendremos una buena relación de trabajo. Espero que me desafíen, pero también me apoyen en mi desarrollo personal y me ayuden a progresar internamente al darme la experiencia adecuada para progresar. Confiarán en mí y compartirán su experiencia y conocimientos conmigo. Trabajaré con ellos para hacer el mejor trabajo que pueda hacer».

Lo que quiere evitar es crear una visión poco clara, como: «Espero tener una buena relación con mi jefe».

Consejo profesional: Sea realista, pero positivo en su visión.

Todos hemos escuchado historias de terror sobre supervisores abusivos. Puede que incluso tenga algunas de sus propias experiencias negativas con las que siga lidiando.

Sin embargo, es importante no dejar que esas relaciones pasadas pongan una mancha en la nueva que está intentando construir. Al imaginarse su yo futuro, utilice cualquier experiencia negativa que haya tenido para ayudar a crear límites en su nueva relación. Está bien tener algunos temores sobre su nuevo jefe, pero trate de recordar que cada persona es diferente. Adoptar una perspectiva optimista mientras imagina la relación ayudará a motivarlo a construirla. Investigar demuestra que los humanos están más motivados por la posibilidad de un resultado positivo que por uno negativo. Utilícelo a su favor.

Elabore un plan de acción.

Una vez que haya identificado el tipo de relación que quiere tener, piense en cómo va a hacer realidad su visión. Empiece por hacer un plan de acción. Podría tener este aspecto:

  1. Buscaré ocasiones para trabajar en estrecha colaboración con mi jefe en las tareas, de modo que pueda entender mejor su forma de pensar, preferencias y valores.
  2. Trabajaré con mi gerente para crear una hoja de ruta que genere confianza mutua y planificar las medidas necesarias para crear una relación duradera de alta calidad.
  3. A medida que nuestra relación crezca, me acostumbraré a tomar notas rápidas sobre los buenos y malos incidentes que han caracterizado nuestra relación para poder hablar de cada uno de ellos con mi jefe.
  4. Voy a hablar con mi jefe periódicamente para hablar de lo que funciona y lo que no funciona. Juntos, identificaremos los logros, los aprendizajes y las áreas de mejora. En estas conversaciones, utilizaré las notas que he tomado para demostrar lo mucho que me importa nuestra relación laboral y la atención que le he prestado.
  5. Seguiré ajustando la visión de mi yo futuro de forma periódica para incorporar lo que he aprendido sobre mi jefe y nuestra relación, de modo que mis objetivos nunca estén demasiado lejos de la realidad.

Crear un plan de acción y seguirlo le permitirá construir una relación verdadera, de confianza y creciente con su jefe, que tenga más probabilidades de cumplir su visión. Pero no olvide el objetivo final: encontrar la manera de que su relación con su jefe sea beneficiosa para todos.

Consejo profesional: Cree en su poder.

Incluso con una visión y un plan de acción claros, el camino para crear la relación que desea con su jefe puede resultar abrumador. Especialmente si acaba de empezar su carrera, puede que sienta que no tiene el poder de hacer realidad su visión. Al fin y al cabo, su jefe tiene sus propias preferencias, agenda y, por supuesto, poder. Pero es importante que no deje que eso lo desanime de tomar la iniciativa para formar su relación con ellos.

Nigel Marsh, en una famosa Charla TED, compartió el siguiente consejo: «Depende de nosotros, como individuos, asumir el control y la responsabilidad por el tipo de vida que queremos llevar. Si no diseña su vida, alguien más la diseñará para usted». Este consejo trataba sobre cómo crear un equilibrio entre la vida laboral y personal, pero también se aplica al proceso de creación de relaciones. Si no diseña el tipo de relación que quiere con su jefe, su jefe lo hará por usted y puede que no esté satisfecho con los resultados.

Tiene la capacidad de crear la relación que desea con su gerente y es su responsabilidad hacerlo. Por más cliché que suene, la clave es creer en su poder. Nuestros estudios muestran que cuando los nuevos empleados tienen confianza en su capacidad para crear la relación futura que desean y realmente sienten que es su responsabilidad, se sienten más motivados y tienen más probabilidades de lograr su objetivo. Sin embargo, los recién llegados que están menos convencidos de su control sobre el proceso están menos motivados y es menos probable que inviertan en construir una relación de alta calidad con su gerente.

Supervise su relación.

A medida que crezca en su puesto y esté más ocupado, será fácil desviarse de su visión o perder la noción del progreso que ha logrado. Por eso es importante que también supervise de forma constante su relación con su gerente.

Cuando empiece su trabajo, marque una fecha en su calendario para volver a evaluar el progreso de su relación. Puede que quiera hacerlo con más frecuencia (por ejemplo, cada dos semanas) cuando empiece su trabajo. A medida que avance, puede convertirse en una actividad semirregular (una vez al mes o al trimestre, según sus necesidades). Tómese una hora en su calendario y utilice ese tiempo para comprobar su visión y reflexionar sobre lo cerca o lo lejos que está su realidad.

Estas son algunas preguntas que puede hacerse:

  1. ¿Qué es lo que me gusta de nuestra relación? ¿Qué es lo que no me gusta?
  2. ¿Qué partes de mi visión se han hecho realidad? ¿Qué piezas no lo tienen?
  3. ¿A qué desafíos, si los hubo, me enfrenté para progresar en nuestra relación?
  4. ¿Mi visión sigue reflejando mis objetivos y valores?

Mientras reflexiona, no dude en pedirle consejos o sugerencias a su jefe. También deberían invertir en su relación, y ser abierto y honesto con respecto a sus objetivos les ayudará a entender mejor sus necesidades.

Consejo profesional: tome pequeñas medidas todos los días.

No todos los aspectos de su visión o plan de acción implicarán la planificación y el seguimiento a largo plazo. Las medidas diarias que toma para apoyar su relación con su gerente son igual de importantes.

Por supuesto, en el centro de estas acciones están sus contribuciones diarias a los objetivos, tareas y proyectos importantes de su equipo y organización. Pero también es importante adoptar comportamientos de «roles adicionales», como mostrar un interés genuino por su gerente, ayudarlo con las tareas adicionales, preguntarle por su vida y crear momentos relajados o divertidos con él. Son acciones sencillas y diarias que llevan poco tiempo, pero que contribuirán en gran medida a crear y mantener una relación positiva con su jefe.

Gestionar con éxito un nuevo trabajo —y todas las tareas y dinámicas sociales relacionadas que son fundamentales en sus primeros meses— requiere mucha energía y recursos. Y ser proactivo a la hora de crear las relaciones que desea y la versión de sí mismo que quiere que sea en el trabajo, será un desafío. Pero las prestaciones a largo plazo darán sus frutos. La relación que desea con su jefe es posible de construir y está bajo su control. Todo gira en torno a su visión, su plan y su progreso.