Tener un gran jefe es un regalo que puede cambiarle la vida. Por otro lado, muchos de nosotros sabemos de primera mano que tener un mal jefe puede provocar mucho drama, dolores de cabeza y estrés. Si bien es fácil amar a los grandes jefes y huir de los malos, hay un tipo de jefe que es mucho menos fácil de manejar: el jefe que no lo defiende.
Puede que ni siquiera sepa que tiene uno. La mayorÃa de las campañas de promoción tienen lugar entre bastidores y en conversaciones de las que usted mismo no está al tanto. Como dice el adagio, el 80% de lo que se dice de usted lo dice cuando no está en la habitación. Los jefes que no abogan pueden negarse a mencionar su nombre favorablemente en la conversación sobre el ascenso. Pueden retener comentarios crÃticos sobre el desarrollo e impedir su crecimiento. E incluso pueden socavarlo abiertamente e intentar sabotear sus perspectivas profesionales a largo plazo.
Cuando descubre que tiene un jefe que no lo defiende, la reacción precipitada suele ser abogar por sà mismo y convertirse en su propia máquina de RR.PP. Eso es a menudo un error. Demasiada autopromoción descarada en el lugar de trabajo puede resultar contraproducente e indicar que es narcisista, egoÃsta y, en última instancia, despreocupado por el bien común. Lo ideal es que otros toquen su bocina por usted. Antes de tomar medidas para cerrar esta brecha crÃtica de promoción, querrá entender por qué su jefe no lo defiende.
Primero, considere la posibilidad de que usted son realmente el problema. En otras palabras, puede que no tenga un mal jefe, puede que no haya desarrollado lo suficiente o no haya demostrado la habilidad necesaria para que el jefe abogue por su ascenso todavÃa. Observe las caracterÃsticas y los logros de las estrellas emergentes que lo rodean para ver en qué puede mejorar. Solicite de forma proactiva el obsequio de los comentarios de su jefe y pregúntele qué se necesitarÃa para ganarse su apoyo. Y quizás considere la posibilidad de contratar un entrenador que lo ayude a realizar las mejoras necesarias para ganarse el apoyo de su entrenador. Buscar y aplicar el consejo de su jefe podrÃa hacer que abogara en su nombre.
Más información sobre la polÃtica de la oficina
Convierta a sus enemigos en sus aliados, Jugar a la polÃtica de la oficina sin vender su alma
Cuando empecé a dar clases en la Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern, me reunà con la decana para conocer sus expectativas. QuerÃa entender su punto de vista sobre lo que significa la excelencia en mi puesto para poder tener la intención de mi crecimiento profesional. Tener estas conversaciones desde el principio con su jefe puede guiar su establecimiento de objetivos y posicionarlo para avanzar. Sin este tipo de comentarios, puede que no esté a la altura de las expectativas de su jefe en cuanto a promocionabilidad y ni siquiera lo sepa.
Suponiendo que su desempeño sea bueno (e idealmente, supere las expectativas), si su jefe no lo defiende, es probable que el problema recaiga en su jefe. Si bien no es necesariamente su culpa, es su problema. Se debe a sà mismo encontrar una estrategia viable para avanzar en su carrera. Estas son las tres medidas que puede tomar para superar la brecha de promoción.
Libere a su jefe de sus expectativas incumplidas de promoción.
Por injusto y frustrante que parezca cuando su jefe no lo defiende, es lo mejor para usted no tomárselo como algo personal. Hay innumerables razones posibles por las que su jefe no lo defiende. Su jefe puede ser inseguro y verlo como una competencia. Su jefe puede sufrir sesgos profundos e inconscientes que llevan a evaluaciones injustas de su desempeño e idoneidad para puestos más importantes. Tal vez su jefe esté intentando abogar por usted, pero le falta el capital social y la credibilidad para abogar con éxito alguien. O tal vez su jefe simplemente no quiera ser su campeón. Sea cual sea el motivo de la brecha de promoción, forzar, manipular o avergonzar a alguien para que sea su defensor no funcionará. Deje de lado cualquier enfado o dolor que haya desarrollado por culpa de su jefe.
Busque otro abogado.
Lo ideal serÃa que un supervisor directo lo apoyara desde el principio, pero su jefe no es la única persona de la organización que puede abogar por usted. Hay otros influencers que pueden darle el impulso que necesita. Para sortear su brecha de promoción, quiere identificar y ganarse el apoyo de los patrocinadores ejecutivos. El patrocinador ideal es un aliado poderoso y de alto rango dentro de su organización que dé a conocer su nombre a las personas adecuadas en el momento adecuado para que tenga acceso a las oportunidades. Su patrocinador es su campeón en la organización y, a veces, incluso más allá.
Mucha gente confunde a los mentores con los patrocinadores. En resumen, los mentores lo aconsejan, los patrocinadores lo aceleran. No querrá que le den demasiados mentores y subpatrocinado. Esto es particularmente importante para las mujeres y las personas de color para quienes, programas de investigación, el esfuerzo por sà solo no suele ser suficiente para hacerse notar.
Los patrocinadores suelen elegir a sus protegidos. Por lo tanto, querrá aumentar estratégicamente su visibilidad para captar su interés en lugar de solicitar su defensa de forma explÃcita. Por un lado, producir obras excelentes de manera constante. Levante la mano para participar en grupos de trabajo y equipos interfuncionales de toda la organización. Al añadir valor a los importantes proyectos estratégicos de la organización, desarrollará sus habilidades, aumentará sus experiencias e interactuará con gente nueva. De esa manera, puede forjarse una reputación de lÃder confiable y con mentalidad de crecimiento que se centra en los objetivos de la organización. Deje claro que lo mejor para la organización es retenerlo y promoverlo.
Cree su red dentro y fuera de la organización.
La pura verdad es que los mejores lÃderes tienen lo que yo llamo una defensa de 360°, es decir, la defensa de quienes están por encima de ellos, los que están a su lado (sus pares) y sus subordinados directos. No subestime el valor de sus compañeros y de sus subordinados directos para sacar su nombre a colación y hablar bien de usted. Ser bueno con la gente y hacer lo correcto por parte de las personas, especialmente las que pueden carecer de un poder formal en su organización, puede hacer que quieran abogar en su nombre. Por último, ser un ciudadano comprometido más allá de su lugar de trabajo, en su industria o en su comunidad también puede ayudar. Nunca se sabe quién está conectado con quién y cómo. A veces, generar rumores positivos más allá del lugar de trabajo puede hacer que su organización haga un balance de lo gran activo que es usted.
Todos necesitamos campeones que estén dispuestos a abogar por nosotros cuando no podemos hablar por nosotros mismos. Y cuando su jefe no lo hace, puede ser un verdadero desafÃo. Pero no tiene por qué impedir su progreso ni su avance profesional. PodrÃa estar a solo un proyecto, un comité o una conversación de hacerse notar por lo que es, lo que hace y su potencial para lograr aún más.