Los equipos más creativos tienen un tipo específico de diversidad cultural
por Sujin Jang

Peter Dazeley/Getty Images
Equipos culturalmente diversos, investigación muestra, puede ayudar a ofrecer mejores resultados en las organizaciones actuales. En gran medida, esto es bueno: los equipos diversos tienen el potencial de ser más creativos debido a la variedad de información, ideas y perspectivas que los miembros pueden aportar. Sin embargo, estos equipos suelen tener normas contradictorias y suposiciones diferentes entre los miembros, lo que puede impedir que alcancen todo su potencial creativo. Cuando los directivos no saben cómo detectar y abordar estas situaciones, la diversidad cultural puede inhibir el desempeño creativo del equipo.
Mi investigación, publicado recientemente en Organization Science, encuentra que intermediación cultural es un factor clave que permite a los equipos multiculturales aprovechar los beneficios de la diversidad y, al mismo tiempo, mitigar las dificultades. Defino la intermediación cultural como el acto de facilitar las interacciones entre partes de diferentes orígenes culturales. En dos estudios, un estudio de archivo de más de 2000 equipos multiculturales y un experimento en el que participaron 83 equipos multiculturales con diferentes composiciones culturales, descubrí que los equipos eran mucho más creativos cuando tenían uno o más miembros que actuaban como agentes culturales.
¿Quiénes son esos agentes culturales? Son miembros del equipo que tienen una experiencia relativamente más multicultural que otros y que actúan de puente entre sus compañeros de equipo monoculturales. Estos corredores tienen dos perfiles. En primer lugar, pueden tener experiencias multiculturales que se relacionen directamente con las culturas entre las que están creando puentes. Por ejemplo, en un equipo compuesto en su mayoría por miembros indios y estadounidenses, un agente cultural podría ser alguien con experiencia en las culturas india y estadounidense. Yo llamo a esas personas conocedores de la cultura. El segundo tipo de agente cultural es alguien con experiencia en dos o más culturas que no están representadas en el equipo, por ejemplo, la australiana y la coreana. Yo llamo a esas personas forasteros culturales.
Descubrí que los conocedores y los forasteros de la cultura se basan en sus distintos antecedentes culturales en relación con el equipo para participar en diferentes tipos de intermediación cultural. En el estudio experimental, los expertos en cultura utilizaron su doble conocimiento de las otras culturas de su equipo para integrar la información y las ideas de esas culturas. En otras palabras, a menudo proponían ideas que combinaban elementos de ambas culturas. Mientras tanto, los forasteros culturales se basaron en su posición de tercero neutral para obtener información e ideas de las otras culturas representadas en el equipo. Es decir, solían hacer preguntas a otros miembros del equipo y los invitaban a compartir conocimientos culturales relevantes. Ambos tipos de intermediación cultural impulsaron la creatividad a nivel de equipo.
¿Qué significa esto para las organizaciones?
En primer lugar, esta investigación sugiere que no basta con reunir a personas de diferentes culturas y esperar que produzcan resultados creativos. Para que los equipos den rienda suelta a todo su potencial creativo, es fundamental contar con al menos una persona multicultural con información privilegiada o externa en el grupo. Sospecho que este último tipo de agente puede ser menos común en las organizaciones, ya que muchas personas asumen incorrectamente que solo las personas con conocimientos específicos de la cultura están en condiciones de facilitar las interacciones interculturales. Sin embargo, de hecho, los forasteros culturales son tan eficaces como los conocedores de la cultura a la hora de mejorar la creatividad del equipo. Esta es una noticia especialmente buena para equipos muy diversos, en los que es poco probable que esté presente un solo conocedor de la cultura interna.
Al mismo tiempo, esto no significa que deba simplemente asignar a alguien como agente cultural y dar por terminado el día. Un nombramiento formal no garantiza que una persona vaya a ser eficaz; en cambio, las organizaciones deberían asegurarse de crear las condiciones que permitan que surja la intermediación cultural. Recuerde que ser corredor requiere un esfuerzo cognitivo y emocional sustancial. Debido a esto, es más probable que surja una intermediación cultural eficaz en equipos con un alto nivel de seguridad psicológica. También requiere la participación activa y la participación del equipo en su conjunto, y es más probable que surja en equipos que ver la diversidad como un recurso y una fuente de aprendizaje.
La colaboración en equipos multiculturales es una tarea compleja y multifacética. Si bien este tipo de trabajo puede resultar difícil, mis investigaciones sugieren que entender la dinámica del corretaje cultural ofrece una ventaja fundamental a la hora de aprovechar el potencial creativo de los equipos diversos.
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