Cómo trabajar con un gerente primerizo
por Irina Cozma

Nadie nace con las habilidades de un gran líder. Los buenos directivos se forman a lo largo de muchos años a través del aprendizaje, la experiencia y la tutoría. Pero cada jefe debe empezar por alguna parte, con su primer subordinado directo.
A pesar de lo difícil que puede ser aprender los entresijos de la administración, puede ser igual de difícil aprender a navegar por el mundo empresarial, especialmente cuando acaba de empezar. No tener un líder experimentado al frente que lo guíe puede hacer que hacerlo sea aún más difícil.
Entonces, ¿qué debe hacer si es el primer subordinado directo que tiene su gerente? Estos son algunos tipos de gerentes primerizos con los que puede encontrar y formas de aprovechar al máximo su relación laboral con ellos.
El jefe que no interviene
No es raro que los nuevos directivos adopten un enfoque de liderazgo «sin intervención». Puede que carezcan de las habilidades para dar comentarios directos, abordar los enfrentamientos o delegar tareas. O puede que simplemente no sepan la cantidad de orientación bajo la que le gusta trabajar. Por eso es tan importante que la conexión con su gerente sea una prioridad.
Pregúnteles si puede programar una reunión individual semanal y venir preparado con una agenda estructurada cada semana. Estas reuniones pueden variar, pero he aquí un ejemplo de algunas cosas que quizás quiera abordar en estas conversaciones:
- Hable sobre sus tareas actuales. Dígale a su gerente lo que hay en su plato. ¿Hay algo que puedan ayudarlo a priorizar? ¿Hay tareas que deberían eliminarse de su lista de tareas pendientes para dejar espacio a proyectos más importantes?
- Comparta sus logros. ¿Qué logró en la última semana que su gerente debería conocer? ¿Recibió algún comentario positivo de personas con las que su gerente no hablaría? Este es un lugar para mostrarles el valor que usted aporta.
- Haga preguntas. Puede que su gerente no se dé cuenta de que tiene problemas con una tarea o proyecto determinados. No evite hacerles preguntas si no entiende algo. Puede que tengan la respuesta o que lo dirijan a otra persona que pueda apoyarlo. Asegúrese de que sabe lo que se espera de usted y de que no hay malentendidos.
- Mejora de habilidades. Pregúntele a su gerente sobre sus historias de éxito y proyectos que le supusieron un desafío. Pregúntele por su experiencia al principio y qué le ayudó al principio de su carrera. También es una oportunidad para hablar sobre las posibles oportunidades de aprendizaje o formación que le interesen.
Recuerde: aunque su gerente sea nuevo en el mundo de los líderes, no significa que no tenga experiencia en general. Al fin y al cabo, es probable que los ascendan a líderes porque tienen excelentes habilidades técnicas. Esto significa que puede aprender mucho de ellos, pero solo si hace de la conexión una prioridad.
El jefe distraído
Un líder de personal recién ascendido tendrá un nuevo puesto que aprender, tal vez varios subordinados directos nuevos que equilibrar y, potencialmente, su propio nuevo gerente que impresionar. Es probable que no sea su única o primera prioridad. Y aunque su entrenador debería ser el defensor más influyente de su crecimiento y su carrera, puede que aún no comprenda el importante papel que debe desempeñar en su desarrollo.
Por eso también puede ser útil contar con otros mentores, patrocinadores o entrenadores en su organización. Consulte con su gerente o pregunte al departamento de Recursos Humanos si hay algún programa de mentores o entrenamiento en el que pueda participar.
También puede aprovechar el organigrama de su empresa. Busque personas con funciones o títulos que le interese ocupar algún día. Póngase en contacto con ellos para programar reuniones individuales de manera informal diciéndoles algo como: «¡Hola! Me interesa [el proyecto] en el que está trabajando su equipo y me encantaría obtener más información al respecto. ¿Estaría dispuesto a tener una charla virtual conmigo en una o dos semanas? ¡Tengo ganas de conectarme!»
En estas conversaciones, su objetivo debe ser aprender sobre ellos y sus funciones, compartir sus objetivos y empezar a crear una conexión. Algunas preguntas que puede hacer en estas conversaciones son:
- ¿Qué tipo de trabajo hacen usted y su equipo?
- ¿Cuál es la principal prioridad de su equipo para este año fiscal?
- ¿Cuáles son los mayores obstáculos para cumplir sus prioridades?
- ¿Cómo puedo apoyar a su equipo?
No dude en pedir reuniones también con los que están por encima de su gerente. Saltarse las reuniones y hablar directamente con el jefe de su gerente puede ayudarlo a ponerse en contacto con la alta dirección y ayudarlo a conocer las exigencias de la empresa.
El objetivo es crear conexiones en toda la organización para que tenga a otras personas en las que apoyarse cuando su nuevo gerente esté distraído, no esté disponible o no esté informado. Por ejemplo, puede que quiera participar en un proyecto nuevo e impactante, pero su director no sabe cómo conectarlo con ese equipo. Tal vez esté ansioso por convertir su pasantía en un trabajo a tiempo completo, pero su gerente no conoce los procesos internos que le facilitan las cosas. O tal vez esté pensando en un ascenso, pero su gerente no conoce los criterios de elegibilidad. Son escenarios en los que puede contratar su red, pedirles orientación y ayudar a su gerente a ayudarlo.
El jefe autoritario
Es probable que cualquiera que consiga un ascenso esté ansioso por demostrar que tiene lo necesario para triunfar en su nuevo puesto. Lo mismo puede decirse de los directivos recién ascendidos. Pero cuando su deseo de empezar a correr se convierte en microgestión, nadie gana. La microgestión puede parecer que su jefe se cierne constantemente sobre usted, no delega tareas que podría hacer fácilmente ni rehace cosas en las que se ha esforzado mucho. Esto puede resultar increíblemente desalentador, pero sepa que hay medidas que puede tomar.
Puede parecer contradictorio, pero la clave aquí es la supercomunicación. Cuando su jefe le asigne un nuevo proyecto o tarea, siga estos pasos:
- Aclare la propiedad. Pregúntele a su jefe: ¿Soy responsable del trabajo de principio a fin o solo del primer borrador? ¿Quién más tiene que participar o informarse? Lo ideal es documentar esta información, ya que esto ayudará a crear claridad a medida que avance la tarea.
- Establecer puntos de contacto. Pregúntele a su jefe: ¿Con qué frecuencia querría recibir actualizaciones sobre esta tarea/proyecto? ¿Prefiere las actualizaciones por correo electrónico, en un rastreador o durante las reuniones? Asegure a su gerente que pedirá ayuda cuando la necesite, especialmente en lo que respecta a las decisiones críticas del proyecto. Esto les dará un espacio para compartir su punto de vista y sentir que se les mantiene informados.
- Alinearse con el éxito. Pregúntele a su jefe: ¿Cuál sería el resultado exitoso de este proyecto/tarea? ¿Cuáles son los objetivos a largo y corto plazo? Si usted y su gerente no están de acuerdo en lo que respecta al éxito del proyecto en cuestión, será imposible que consideren que su trabajo es satisfactorio.
Iniciar estas conductas le ayudará a generar confianza en su gerente y a demostrar que es capaz de hacer el trabajo con menos orientación.
El amable jefe
Su recién ascendido entrenador podría haber sido compañero de usted y de sus compañeros de equipo hace apenas unas semanas. Tal vez solía socializar fuera del trabajo, crear lazos afectivos por intereses y aficiones compartidos, o incluso se quejaba por el trabajo.
Tener un gerente que lo trate más como un amigo que como un subordinado directo parece una ventaja. Puede que le den información privilegiada y chismes del equipo directivo. Puede que le den el primer puesto en nuevos proyectos o tareas que puedan llevar a un ascenso profesional. Puede que incluso le den un poco de holgura en los plazos.
Sin embargo, equilibrar la dinámica entre el amigo y el jefe puede resultar difícil y confuso. Si alguna vez se encuentra en una situación incómoda porque su jefe lo trata más como a un amigo que a un subordinado directo, tome las siguientes medidas:
- Diga las molestias. Es probable que su gerente no sepa que su comportamiento amable hace que se sienta incómodo, así que hágaselo saber. Por ejemplo, si su jefe está intentando chismear con usted sobre otros colegas, puede decir algo como: «Me gusta mucho la relación que hemos construido como amigos y colegas. Pero creo que es mejor si no hablamos de otros miembros del equipo».
- Estoy de acuerdo en los límites. También puede ser beneficioso tener una reunión formal con su nuevo gerente para hablar sobre su relación laboral. Solicite un foro abierto para hablar sobre lo que le resulta cómodo e incómodo. Por ejemplo, tal vez ambos estén de acuerdo en que recibir un tratamiento especial es inapropiado, pero ir a comer juntos a la semana puede ser una buena forma de mantener su relación.
- Pida honestidad. Los comentarios continuos son una parte importante de la relación entre el empleado y el gerente. El objetivo de su gerente debe ser ayudarlo a crecer. Darle comentarios constructivos forma parte de ese proceso. Pero puede ser un desafío dar y recibir esos comentarios si tiene un historial como amigos. Asegúrese de que su jefe sabe que puede y debe ser honesto con usted acerca de su trabajo.
Tenga en cuenta que, aunque tener un jefe demasiado amable no lo haga sentir incómodo, puede resultar confuso y distorsionar sus expectativas. Por ejemplo, las señales amistosas de su gerente pueden hacerle creer que le será más fácil conseguir su próximo ascenso. Probablemente ese no sea el caso. Asegúrese de familiarizarse con los criterios de ascenso y de tener expectativas realistas. Lo mismo ocurre con el despido. El hecho de que su gerente lo trate como a un amigo no lo hace inmune a los despidos o despidos. Las empresas a veces pasan por momentos difíciles y las decisiones empresariales pueden afectarlo sin previo aviso.
Por último, recuerde: tener un entrenador amable no debería ser excusa para un mal desempeño. Su gerente no es el único que observa sus resultados y comportamientos, y el mal desempeño no puede ocultarse indefinidamente.
Al principio de su carrera, es esencial aprender y crecer a un ritmo más rápido. No deje que un gerente sin experiencia lo frene. En vez de eso, haga preguntas, comuníquese con frecuencia, amplíe su red y sea ingenioso para aprovechar al máximo sus primeros trabajos.
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