PathMBA Vault

Career coaching

Los buenos mentores le ayudan a superar las emociones fuertes

por Wendy Murphy

Los buenos mentores le ayudan a superar las emociones fuertes

feb18_23_Andersson-gender-talent

Kenneth Andersson para HBR

Cuando tenía 25 años, durante mi revisión anual, mi jefe (masculino) confirmó muchas cosas positivas, como que superé mi objetivo de 26 millones de dólares en ventas. Pero terminó la reunión con un gran negativo: «Tiene que sonreír más». Me quedé atónita. Explicó que todos los altos ejecutivos percibieron mi falta de sonrisa de manera negativa.

Admito que fui bastante intenso y competitivo al principio de mi carrera, pero al parecer esta sonrisa podría hacer descarrilar mi próximo ascenso. En ese momento no me di cuenta de que, como mujer profesional, me enfrentaba a un clásico dilema de doble enlace — la compensación que encuentran las mujeres cuando pueden ser percibido como cálido o competente, pero no las dos.

El problema era que no tenía a nadie con quien hablar sobre esta situación. Necesitaba que alguien me ayudara a procesar estos comentarios, ponerlos en contexto y encontrar la manera de avanzar. Necesitaba un mentor, entrenador o amigo que pudiera crear un espacio seguro para ofrecer lo que los investigadores llaman comportamientos de retención.

Bill Kahn, de la Universidad de Boston, presentó a los gerentes la idea de entornos de espera como un espacio acogedor que permita a los adultos que experimentan emociones fuertes que son «inquietantes, perturbadoras o que provocan ansiedad» interpretarlas y expresarlas de forma segura. Los investigadores sugieren un red de desarrollo, más conocida como junta de asesores personales, puede desempeñar esta función para desarrollar líderes en el trabajo. Hace poco, Belle Rose Ragins, de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, y sus colegas descubrieron que los comportamientos de abrazo proporcionados por un mentor en el trabajo pueden amortiguar los efectos de la discriminación racial ambiental — «el conocimiento o la conciencia de la discriminación dirigida a otras personas en el lugar de trabajo».

Para aquellos de nosotros que queremos apoyar a nuestros valiosos colegas, se necesitan tres comportamientos de espera para crear este espacio seguro.

Contención. Esté presente para crear un espacio para que su colega vaya más despacio y procese lo que ha sucedido. Haga preguntas para ayudarlos a compartir emociones, tener compasión y ser accesibles. Este primer paso es esencial para garantizar que su colega no actúe de forma impulsiva. (A menudo, la primera reacción ante una situación perturbadora o ante cualquier comentario negativo puede no ser la más productiva).

Reconocimiento empático. Proporcione empatía y validación que mejoren el sentido positivo de sí misma de la persona y le permitan funcionar en momentos de mucho estrés. La empatía requiere la habilidad de imaginarse a sí mismo en el lugar de otra persona y de validar su experiencia. Esto es particularmente importante cuando la experiencia es impactante o hace que la persona cuestione su sentido de sí misma.

Permitir la perspectiva. Ayude a la persona a entender la situación e interpretarla para que tome las medidas adecuadas. Puede que tengan que tomar medidas de forma individual o crear una coalición de apoyo. Su función es ayudarlos a tomar decisiones eficaces.

En este momento histórico en nuestros lugares de trabajo, en el que mujeres y hombres encuentran el coraje de dar a conocer sus experiencias desafiantes, que cada uno de nosotros encuentre el coraje en sí mismo para aprender a dejar espacio para nuestros compañeros de trabajo, aprendices y amigos. Nos debemos el uno al otro aprender estas habilidades y ayudarnos unos a otros a seguir adelante para crear entornos en los que todos seamos valorados y respetados.