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Género

Por qué las iniciativas de igualdad en el lugar de trabajo no ayudan a las mujeres

por Orit Gadiesh and Julie Coffman

Las empresas dicen que tratan a hombres y mujeres por igual, pero en realidad no lo hacen. Nuestra reciente encuesta sobre paridad de género de más de 1800 empresarios en todo el mundo, realizada en asociación con HBR.org, muestra que, de hecho, los empleados están decepcionados con la forma en que su empresa aborda el tema de la paridad de género, el intento de tratar a hombres y mujeres por igual en la fuerza laboral. Casi el 80 por ciento de las mujeres y los hombres dicen estar convencidos de las ventajas de la paridad de género en todos los niveles. Pero solo alrededor del 20 por ciento cree que sus empresas realmente dedican recursos significativos a ello.

La mayoría de las empresas simplemente caen en el seguimiento. Casi las tres cuartas partes de los encuestados afirman que sus empresas han lanzado iniciativas como programas de trabajo flexible y tutorías, pero menos del 25 por ciento considera que son eficaces: los empleados simplemente no ven a suficientes mujeres en puestos de liderazgo en su empresa. El 60 por ciento de los encuestados afirman que sus empresas no les piden su opinión sobre la paridad de género. Las pésimas métricas empeoran: menos del 20 por ciento afirma que sus empresas utilizan eficazmente las métricas de paridad de género para hacer un seguimiento del progreso. Solo el 14 por ciento afirma haber recibido formación o talleres efectivos sobre la paridad de género. Solo el 8 por ciento cree que sus empresas vincularon eficazmente los incentivos y la compensación a la paridad de género.

Tanto los hombres como las mujeres están de acuerdo en que las mujeres siguen siendo vistas como mejores cuidadoras en su vida personal y tienden a hacer más concesiones en su carrera. La encuesta muestra claramente que el tiempo dedicado a la maternidad —y la consiguiente pérdida de experiencia— sigue siendo una de las causas fundamentales de la desigualdad en los ascensos, especialmente en las empresas que «ganan o salen». Con el tiempo, las madres trabajadoras desaparecen de los puestos directivos más altos en casi todos los sectores. Resultado: las mujeres representan el 50 por ciento de la fuerza laboral estadounidense, pero en 2009 representaban solo el 3 por ciento de los directores ejecutivos de Fortune 500.

La encuesta envía un mensaje contundente: Si las empresas quieren ayudar a más mujeres a ascender en los escalafones corporativos, tienen que ir más allá de los trabajos flexibles o los horarios flexibles. En cambio, tienen que desarrollar procesos de ascenso y trayectorias profesionales menos rígidos, y promover y «desestigmatizar» activamente las trayectorias profesionales flexibles dentro de la organización. Para las empresas, la recompensa puede ser enorme: no solo duplicarán su reserva de talentos de líderes a medida que más mujeres regresen a la fuerza laboral en puestos de responsabilidad, sino que también retendrán a más empleados de ambos sexos a largo plazo y reducirán los costes de readiestramiento. Eso requerirá derribar las barreras y romper el techo de cristal.

Orit Gadiesh es el presidente de Bain & Company. Julie Coffman es socia y presidenta del Consejo Mundial de Liderazgo Femenino de Bain.