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Negocios internacionales

¿Cuándo llegará la transición a Internet en China?

por Qiao Mu

El Gran Cortafuegos de China ha sido un premio gordo para muchas empresas de Internet chinas, ya que las ha protegido de la feroz competencia externa. Weibo, Renren, Baidu y varios sitios web de vídeos de China funcionan como sustitutos virtuales de sitios bloqueados como Twitter, Facebook, Google y YouTube. Gracias a la protección del gobierno, estos sitios web han obtenido beneficios fenomenales. Tencent es la empresa más grande e incluye llamadas, chats y juegos, y recientemente informó de unos ingresos en el tercer trimestre de 2.600 millones de dólares, un 34% más que el año pasado.

Los sitios web de noticias también están estrictamente controlados. Los funcionarios consideran que los medios impresos y de radiodifusión, así como Xinhuanet.com, China.com.cn y People.com.cn, de propiedad estatal, son los únicos medios de comunicación genuinos. Sus periodistas están autorizados a realizar entrevistas e informes originales, mientras que a los portales web no estatales, más grandes e influyentes, no se les concede esa libertad y solo les queda vincular o resumir las noticias de otras personas en sus sitios web.

A pesar de lo otro las principales transiciones que se están produciendo en China, hay pocos motivos para esperar que su control en Internet cambie pronto. En menos de veinte años, Internet en China ha experimentado un crecimiento sin precedentes, pero con demasiada frecuencia ha caído presa del control de agencias gubernamentales como el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, la Administración Estatal de Industria y Comercio, el Departamento de Propaganda Comunista, la Oficina Estatal de Información, el Ministerio de Cultura y los ministerios de Seguridad Pública y Seguridad del Estado en general. Un Consejo de Seguridad Nacional (NSC) recientemente propuesto al estilo de la KGB, que se inició en la tercera sesión plenaria del 18º Comité Central del PCCh, que acaba de clausurarse, combinará toda la maquinaria estatal para controlar Internet en nombre de la estabilidad política.

Sin embargo, a pesar de su falta de originalidad tanto en el contenido como en los productos, todos los principales sitios web de China han conseguido triunfar con noticias resumidas, juegos en línea y entretenimiento. (Por ejemplo, la mayor fuente de ingresos de Tencent es su servicio de juegos en línea).

El gurú de la comunicación canadiense Marshall McLuhan acuñó una vez la frase «el medio es el mensaje». Sin embargo, al parecer al gobierno chino no le gusta que Internet distribuya mensajes que no están a favor de su gobierno. Así que, para sobrevivir y prosperar, las empresas chinas de Internet se rinden voluntariamente a la censura estatal. Se han eliminado de sus sitios web los mensajes desfavorables y los comentarios de descontento en las redes sociales. En diferentes ocasiones, Ma Yun (Jack Ma), propietario de Alibaba, la mayor empresa de comercio electrónico de China, ha expresado amablemente su voluntad de nacionalizar su empresa si el gobierno lo hace.

Así que quizás Internet en China se describa mejor con otro McLuhanismo: el medio es el masaje. El de hecho la prosperidad del mercado chino de Internet —protegido de la competencia y la información externas— no contribuye más que a la sociedad a «divertirse hasta la muerte» con su exceso de entretenimiento, juegos y compras.

Sin embargo, todavía hay muchos que aspiran a recibir mensajes reales y útiles. Han surgido llamamientos a favor de la reforma política y la resolución de los problemas de las minorías étnicas, así como protestas contra la corrupción desenfrenada en la esfera china en línea.

Pero en China, el gobierno ha reforzado su control de Internet al purgar esos Big V — titulares de cuentas «verificadas» que suelen ser líderes de opinión y activistas sociales con enormes seguidores en las redes sociales. Tiene incluso estar cerca de cerrar Internet en momentos y lugares críticos, igual que ellos en 2009 tras los disturbios en Xinjiang y justo como Hosni Mubarak sí en Egipto y Bashar al-Assad lo ha hecho en Siria.

Los internautas chinos, especialmente los jóvenes enfadados, llevan demasiado tiempo deseando la libertad de expresión. Si no pueden ir a Internet, no cabe duda de que saldrán a la calle. Los medios de comunicación no solo funcionan como un «masaje» para entretenerse o como un «mensaje» para las noticias, sino también como una válvula de escape para que la gente dé rienda suelta a sus sentimientos y emociones. Sin la válvula de escape de los medios de comunicación, las sociedades de alta presión se vuelven propensas a la explosión.