Cuando la vida se pone ajetreada, concéntrese en algunos hábitos clave
por Jackie Coleman, John Coleman

Nicholas Rigg/Getty Images
Hace ocho meses, dimos la bienvenida a nuestro tercer hijo. En el pasado, escribimos sobre cómo navegar por sus carreras, estrés, e incluso» planificación anual.» Pensaría que estaríamos preparados para acontecimientos vitales maravillosos pero disruptivos como estos, pero como dijo Mike Tyson: «Todo el mundo tiene un plan hasta que recibe un puñetazo en la boca».
El año pasado fue una época de priorización radical para nosotros. Optimizamos constantemente, identificamos nuestras prioridades y actividades más esenciales y, a regañadientes y con esfuerzo, eliminamos las cosas que son importantes pero no urgentes.
Tal vez se enfrente a un acontecimiento en la vida que obligue a este tipo de priorización radical. Ya sea para cambiar de trabajo, cuidar a un padre enfermo, mudarse o recibir un diagnóstico, los trastornos en la vida pueden hacer que sea difícil mantener la concentración y el bienestar momento a momento, y mucho menos pensar en meses o años en el futuro. Los objetivos a largo plazo siguen siendo importantes. Pero en la niebla de los momentos más intensos de la vida, concentrarse a largo plazo puede resultar difícil.
Los hábitos diarios o semanales alineados con sus objetivos a largo plazo pueden mantenerlo en el buen camino incluso cuando es difícil pensar en el futuro y pueden añadir estabilidad en un momento que de otro modo sería inestable. Cada uno de nosotros tiene prácticas regulares que trata de mantener para estructurar nuestra vida, mantenernos sanos mental y físicamente y asegurarnos de que abordamos la vida de manera consciente. Estos hábitos, importantes en cualquier momento, son esenciales en nuestros períodos más ajetreados y caóticos. Entonces, ¿qué son estos hábitos?
El primer paso para mantener los hábitos habituales es articularlos y rastrearlos. Descubrimos que la clave es mantener esto simple. ¿Cuáles son las 5 a 10 cosas que tiene que hacer a diario o a la semana para mantener la vida por buen camino? Una vez que los haya anotado, búsquelos. El Impulso La aplicación, por ejemplo, es una manera fácil de establecer hábitos diarios y semanales y recordarlos. Hay muchos otros. Si es más anticuado, puede utilizar una simple hoja de Excel o una agenda de papel. Lo importante es reflexionar sobre los hábitos correctos, anotarlos y rendir cuentas.
Al establecer hábitos, hemos descubierto que los más importantes se agrupan en cuatro áreas clave.
La primera es reflexión personal. Esto puede tener un aspecto radicalmente diferente según la persona. Para nosotros, como personas de fe, esto implica la oración y el estudio de las Escrituras. También incluye hábitos agnósticos desde el punto de vista religioso, como llevar un diario, documentar las cosas divertidas que dicen nuestros hijos y hacer manualidades diarios de agradecimiento en la que podemos grabar lo que pasa en nuestras vidas y lo que agradecemos varias veces a la semana. Los estudios han demostrado que este tipo de prácticas pueden ayudarnos a procesar mejor los acontecimientos de la vida y a mantenernos contentos con lo bueno que experimentamos.
En relación con esto, necesitamos tiempo para reflexión profesional . Durante años, John ha mantenido la misma rutina profesional. Se sienta el domingo por la noche con una agenda Moleskine semanal y planifica sus reuniones y prioridades más importantes de la semana. Esto le ayuda a asegurarse de que se centra no solo en lo que es más visible o inmediato, sino también en lo que es realmente importante. Y ofrece una estructura para que, cuando surjan nuevas demandas, pueda priorizarlas más fácilmente. Luego, cada mañana, inserta una tarjeta de notas en la agenda donde prioriza lo que hay que hacer ese día. Reflexión simple y diaria sobre las prioridades y tareas pendientes puede marcar una diferencia significativa en la productividad y la concentración.
Una tercera categoría de actividades es construir y mantener relaciones. Las ciencias sociales tienen muy claro el la centralidad de las relaciones para el bienestar personal. Es importante priorizar y gestionar las relaciones. Para nosotros, ahora mismo, las principales relaciones en las que nos centramos son con nuestros hijos y entre nosotros. Cada día, estructuramos un ritual para dormir con los niños en el que nos reunimos todos y pasamos tiempo juntos, leyendo y hablando de nuestros altibajos. Como pareja, tratamos de hacer tiempo para hablar todos los días e intentamos salir de casa juntos, sin los niños, una vez a la semana. También cada uno de nosotros trata de hacer al menos tiempo para pasarlo con un amigo o dos una vez a la semana. Parecen cosas pequeñas, pero pueden ser fundamentales para mantener relaciones positivas y el bienestar emocional.
Por último, todos necesitamos mantener hábitos que fomenten salud física y mental. Los estudios muestran que las personas que hacen al menos dos días de ejercicio a la semana son más felices (cada día adicional aumenta aún más la felicidad) y tan solo 20 minutos de ejercicio pueden mejorar el estado de ánimo y 11 minutos levantando pesas pueden aumentar la tasa metabólica. Para la salud mental, la meditación diaria puede salvarle la vida y restablecer el orden y el equilibrio en tiempos de trastorno y desequilibrio. Aplicaciones como Espacio mental y Tranquilo han hecho que prácticas como esta sean más accesibles que nunca y fáciles de rastrear y mantener. Para los dos, el simple hecho de reservar 30 minutos cada día para leer o escribir también puede promover la salud mental, una tarea que parece contar con el respaldo de la ciencia.
La vida de cada persona tiene un aspecto diferente. Pero todos tenemos períodos de la vida ajetreados, desordenados y estresantes. En esos tiempos, los hábitos a corto plazo (prácticas semanales o diarias) pueden triunfar sobre los objetivos a largo plazo como forma de centrarse, sobrevivir y prosperar.
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