Lo que los innovadores pueden aprender de Bill Belichick
por Scott D. Anthony
Incluso los no aficionados al fútbol probablemente hayan oído hablar de la “metedura de pata” de Bill Belichick en una decisión del domingo por la noche. Lo crea o no, la llamada -y la tormenta de fuego que la siguió- tiene importantes lecciones para los gestores de la innovación.
Un resumen rápido. Los New England Patriots ganaban por seis puntos a los Indianapolis Colts a falta de dos minutos para el final. Era el cuarto down, el balón estaba en la yarda 28 de Nueva Inglaterra y los Patriots necesitaban sólo dos yardas para un primer down que casi con toda seguridad habría sellado la victoria. La sabiduría convencional pedía un punt, pero el entrenador Belichick decidió ir a por ello. Después de que los Patriots se quedaran a las puertas del primer down, los Colts entraron en la zona de anotación y ganaron el partido.
La reacción fue rápida y casi universalmente negativa.
Pero hay pruebas estadísticas de que Belichick siguió el planteamiento correcto, de que su jugada aumentó marginalmente las probabilidades de que los Patriots ganaran el partido. Por supuesto, los Patriots no ganaron el partido, pero si la situación se hubiera repetido cientos de veces, un entrenador que utilizara la táctica de Belichick ganaría con más frecuencia que otro que no lo hiciera.
¿Qué tiene esto que ver con la innovación?
En primer lugar, el “incidente Belichick” pone de relieve los retos a los que se enfrenta un líder que toma las decisiones difíciles y correctas.
Si Belichick hubiera pitado y los Patriots hubieran perdido, nadie se habría quejado. Seguir un enfoque aparentemente no convencional abrió a Belichick a la crítica. La innovación con éxito requiere una valentía similar. No es fácil perseguir mercados inexistentes o seguir planteamientos poco obvios cuando los analistas y los inversores le están interrogando sobre los resultados minuto a minuto. Después de todo, los detractores no suelen criticar los riesgos que uno no asume.
La otra implicación importante se refiere a las recompensas. La gente se quejó de la decisión de Belichick porque el resultado fue negativo. Al igual que las empresas recompensan a las personas que aciertan sus números y penalizan a las que no lo hacen.
Conseguir ser de talla mundial en innovación requiere pasar de recompensar los resultados a recompensar los comportamientos. Recuerde que las probabilidades de que una estrategia inicial sea acertada son muy bajas. Si un equipo aprende rápido y barato que las suposiciones iniciales no darán resultado, hay que celebrarlo, no castigarlo. A largo plazo, esos comportamientos conducirán a más éxitos que fracasos.
Nadie dijo que liderar la innovación fuera fácil. Sin embargo, obtener resultados poco comunes a veces requiere seguir enfoques poco comunes.
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