Utilice esta estrategia para recuperarse de su próximo error
por Eric Potterat, PhD, Alan Eagle

Imagine que está al margen de un campo de práctica en Santa Clara, California. Es la primavera de 2019 y la selección nacional femenina de fútbol de los Estados Unidos se prepara para el próximo torneo de la Copa del Mundo. Mientras estrellas como Carli Lloyd, Megan Rapinoe, Alex Morgan y Julie Ertz deambulan por el campo, a veces se equivocan: un pase errante, un tiro errado. Cuando lo hacen, los escucha gritar una frase peculiar: «¡Caja negra!»
¿Qué pasa? Además de practicar el pase, el tiro y la defensa, practican otra habilidad fundamental: compartimentar sus errores. En este caso, los ponen en una caja negra metafórica. Esta estrategia, llamada «boxeo negro», es uno de los muchos métodos que hemos utilizado para ayudar a entrenar a los mejores atletas, líderes empresariales, operadores militares y socorristas del mundo a lo largo de nuestras carreras.
Uno de nosotros (Eric) es psicólogo del rendimiento clínico y el otro (Alan) es consultor ejecutivo de comunicación. Durante nuestras tres décadas en la fuerza laboral, hemos colaborado con personas de alto rendimiento de todas las disciplinas e sectores, desde los Navy SEAL hasta ejecutivos de Google. Nuestra experiencia colectiva nos ha demostrado que lo que separa a los artistas de élite de los demás no es la falta de errores (todo el mundo comete errores, incluso las superestrellas), sino la forma en que responden a ellos. Los mejores artistas han aprendido una variedad de disciplinas mentales que les permiten dar lo mejor de sí en cualquier circunstancia. En lo que respecta al entorno laboral, el «boxeo negro» es especialmente útil y cualquiera puede usarlo para mejorar su juego.
Cómo encuadrar sus errores en una caja negra
«El boxeo negro» tiene que ver con la fortaleza mental o la capacidad de gestionar su huir o luchar respuesta tras cometer un error a mitad de la actuación.
Todos hemos estado ahí: la pregunta de la gran reunión a la que valientemente dimos un paso adelante para responder, solo para darnos cuenta de que no lo hicimos bien; la presentación en la que trabajamos durante horas y que, de repente, no se carga. Cuando ocurren estos momentos, de repente nos encontramos en una encrucijada crítica.
Opción 1: Permitimos que la lucha o la huida tomen el relevo. El diálogo interno negativo entra en acción, el sudor aparece de la nada y lo único que podemos pensar es_¿cómo podría haberlo hecho?_ Nuestra frecuencia cardíaca y respiratoria suben. Nuestros sentidos se agudizan. Lo que es más importante, nuestras habilidades avanzadas de resolución de problemas, juicio y toma de decisiones se ven afectadas.
Opción 2: Respiramos hondo, dejamos el tema a un lado y volvemos a centrarnos en la tarea que nos ocupa.
Intelectualmente, sabemos que lo mejor que puede hacer es dejar el tema a un lado y volver a la misión. Pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Ahí es donde entra en juego el «boxeo negro».
Cuando sienta que el vuelo o la lucha se apoderan, haga una pausa e imagine una caja negra en su mente. Tome un respiro, dígase a sí mismo No voy a pensar en eso ahora, y visualice poner lo que sea que lo haya desviado del camino en esa caja negra. Literalmente, míralo, entra en la caja. Si está con compañeros de equipo, dígales pongámoslo en una caja negra. Luego, redirija intencionalmente su atención a la tarea y la misión que tienen entre manos.
Suena cursi, ¿verdad? Pero funciona. Funciona para los SEAL de la Marina de los Estados Unidos, que aprenden a cometer errores de caja negra como parte de su entrenamiento de fortaleza mental. Funcionó para la Selección Nacional Femenina de Fútbol de los Estados Unidos, que practicó boxeo negro hasta el mundial de 2019. Funciona para los principales productores de la agencia de corretaje de seguros Lockton y para miles de otros artistas de primer nivel, que utilizan este sencillo mantra y metáfora para detener su respuesta al estrés humano y volver a centrarse.
Dicho esto, la excelencia requiere práctica y la mayoría de las personas no pueden darse el lujo de cometer y recuperarse de numerosos errores importantes. Así que, para que se le den bien las cosas del boxeo negro, pruébelo con los pequeños errores de la vida. ¿Quemar la cena? Caja negra. ¿Se perdió esa curva mientras conducía? Caja negra. ¿Decir algo embarazoso a mitad de una cita? Caja negra. Practicar la compartimentación cuando suceden cosas pequeñas ayudará a garantizar que la habilidad esté ahí para usted cuando se produzcan mayores percances.
Cómo desempaquetarlo
El boxeo negro es genial, pero solo es la mitad de la solución. Tras el suceso, una vez que el polvo y las emociones se hayan calmado, tendrá que desempacar la caja. Reconozca las emociones que los errores puedan haber provocado en el momento, luego déjelas a un lado y siga un proceso metódico para evaluar lo sucedido de una manera más objetiva.
Puede ser solo o con sus compañeros de equipo. Pregúntese:
- ¿Qué pasó y por qué?
- ¿Qué puedo aprender de eso?
- ¿Cómo lo aplicaré para modificar mi proceso?
Como ejemplo, piense en la práctica de Erik Spoelstra, entrenador de los Miami Heat. Él dirige tal» después de las reseñas de acción» con su equipo después de partidos importantes, pero no siempre justo después. Spoelstra a veces espera un par de días antes de la reunión. Esto da tiempo a que las emociones asociadas a la actuación disminuyan y ayuda a todos a revisar los acontecimientos con una perspectiva más clara.
Puede utilizar la misma estrategia para desempacar y aprender de sus errores en el trabajo.
Aprender a compartimentar los errores metiéndolos en una caja negra metafórica y luego desempacando la caja más tarde para aprender y mejorar, es una habilidad que emplean miles de los mejores artistas del mundo. Detiene la respuesta al estrés humano y hace que vuelva a encarrilarse. Pues, empiece ahora mismo.
Cierre los ojos. Imagínese una caja negra en su mente. La próxima vez que cometa un error, péguelo ahí. Ahora está en el camino hacia la excelencia.
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