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Gestión del tiempo

Entrene su cerebro para que se concentre

por Paul Hammerness, MD, and Margaret Moore

La próxima vez que esté sentado en una reunión, eche un vistazo. Hay muchas probabilidades de que vea a sus colegas consultando las pantallas, enviando mensajes de texto y enviando correos electrónicos mientras alguien habla o hace una presentación. Muchos de nosotros estamos orgullosos de nuestro destreza en la multitarea, y llévelo como una insignia de honor.

La multitarea puede ayudarnos a marcar más cosas en nuestro listas de tareas pendientes. Pero también nos hace más propensos a cometer errores, más probabilidades de perder información y señales importantes y menos probabilidades de retener la información en la memoria de trabajo, lo que perjudica la resolución de problemas y la creatividad.

Durante la última década, los avances en la neuroimagen han revelado cada vez más información sobre el funcionamiento del cerebro. Estudios de adultos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) que utilizan las últimas pruebas cognitivas y de neuroimagen [PDF] nos muestran cómo enfoca el cerebro, qué perjudica la concentración y con qué facilidad se distrae el cerebro. Esta investigación se produce en un momento en que los déficits de atención se han extendido mucho más allá de las personas con TDAH y se han extendido al resto de nosotros que trabajamos en un mundo siempre activo. La buena noticia es que el cerebro puede aprender a ignorar las distracciones, lo que le permite concentrarse, ser creativo y productivo.

Estas son tres formas en las que puede empezar a mejorar su concentración.

Domine su frenesí.

El frenesí es un estado emocional, una sensación de estar un poco (o mucho) fuera de control. A menudo se basa en la ansiedad, la tristeza, el enfado y las emociones relacionadas. Las emociones son procesadas por el amígdala, una estructura cerebral pequeña con forma de almendra. Responde con fuerza a las emociones negativas, que se consideran señales de amenaza. Las imágenes cerebrales funcionales han demostrado que la activación de la amígdala por las emociones negativas interfiere con la capacidad del cerebro para resolver problemas o realizar otras funciones cognitivas. Las emociones y los pensamientos positivos hacen lo contrario: mejoran la función ejecutiva del cerebro y, por lo tanto, ayudan a abrir la puerta al pensamiento creativo y estratégico.

¿Qué puede hacer? Intente mejorar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas a lo largo del día. Bárbara Fredrickson, una destacada investigadora de psicología de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, recomienda un equilibrio de 3:1 entre las emociones positivas y negativas, basándose en los modelos matemáticos de la dinámica de equipo ideal de su colaborador Marcial Losada, y confirmados por investigaciones sobre matrimonios individuales florecientes y exitosos. (Calcule su «ratio de positividad» en www.positivityratio.com). Puede controlar el frenesí emocional negativo haciendo ejercicio, meditando y durmiendo bien. También ayuda a darse cuenta de sus patrones emocionales negativos. Tal vez un compañero de trabajo lo molesta a menudo con algún hábito o capricho menor, lo que desencadena una espiral descendente. Comprendo que esas respuestas automáticas sean exageradas, respire un poco y deje de lado la irritación.

¿Qué puede hacer su equipo? Inicie las reuniones con temas positivos y un poco de humor. Las emociones positivas que esto genera pueden mejorar la función cerebral de todos, lo que se traduce en un mejor trabajo en equipo y en la resolución de problemas.

Aplique los frenos.

Su cerebro escanea continuamente su entorno interno y externo, incluso cuando se centra en una tarea en particular. Las distracciones siempre están al acecho: pensamientos, emociones, sonidos o interrupciones descarriados. Afortunadamente, el cerebro está diseñado para evitar al instante que un pensamiento aleatorio, una acción innecesaria e incluso una emoción instintiva lo descarrilen y lo desvíen del camino.

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¿Qué puede hacer? Para evitar que las distracciones se apoderen de su concentración, utilice el método ABC como pedal de freno cerebral. Conviértase Consciente de sus opciones: puede dejar de hacer lo que está haciendo y abordar la distracción, o puede dejarla pasar. Respira detenidamente y considere sus opciones. Entonces Elija pensativamente: ¿Parar? ¿o ir?

¿Qué puede hacer su equipo? Intente organizar reuniones de una hora sin distracciones. Se espera que todos contribuyan y ofrezcan aportaciones reflexivas y creativas, y no se permiten distracciones (como ordenadores portátiles, tabletas, teléfonos móviles y otros aparatos).

Conjuntos de turnos.

Si bien es fantástico concentrarse, a veces tiene que centrar su atención en un nuevo problema. Cambiar de escenario se refiere a centrar toda su atención en una nueva tarea y no dejar ninguna atrás en la última. A veces es útil hacer esto para dar un descanso al cerebro y permitirle emprender una nueva tarea.

¿Qué puede hacer? Antes de centrar su atención en una nueva tarea, pase de centrarse en su mente a su cuerpo. Salga a pasear, suba las escaleras, respire hondo o haga estiramientos. Aunque no lo sepa, cuando hace esto su cerebro sigue trabajando en sus tareas anteriores. A veces surgen nuevas ideas durante esos descansos físicos.

¿Qué puede hacer su equipo? Programe una pausa de cinco minutos por cada hora de la reunión y anime a todos a hacer algo físico en lugar de salir corriendo a revisar el correo electrónico. Al restaurar la función ejecutiva del cerebro, esas pausas pueden generar más y mejores ideas cuando vuelva a reunirse.

Organizar su mente y las mentes de los miembros de su equipo generará una buena recompensa en el próximo año. Añadir «enfoque de alta calidad» es un buen punto de partida. Intente celebrar una reunión sin multitarea y compruebe qué pasa cuando todos los presentes en la sala prestan toda su atención. ¿Lo ha probado alguna vez en su organización? Si no, ¿cree que volaría?