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Environmental sustainability

Para crear un futuro más ecológico, Occidente no puede ignorar a China

por Shameen Prashantham, Lola Woetzel

Para crear un futuro más ecológico, Occidente no puede ignorar a China

La lucha contra el cambio climático es un área prometedora de compromiso entre las empresas occidentales y China. Sin embargo, las tensiones geopolíticas, la interrupción de las relaciones comerciales por la pandemia de la Covid y las políticas nacionales chinas hacen que la participación sea compleja. En este artículo, los autores examinan las complejidades de las oportunidades actuales de cambio climático en China y presentan estrategias prácticas para las empresas que están listas para entrar en el mercado. Hay una doble oportunidad, explican. En primer lugar, China ofrece un enorme mercado de soluciones desarrolladas en Occidente. El gobierno chino se ha fijado objetivos ambiciosos con el objetivo de lograr la neutralidad en carbono para 2060. Ese objetivo crea importantes oportunidades para las empresas con tecnologías de vanguardia. En segundo lugar, las empresas tienen la oportunidad de integrar los propios avances de China en la tecnología relacionada con el clima. Los autores describen cuatro estrategias, todas las cuales implican asociarse de alguna manera. Aconsejan a las empresas que hagan de la sostenibilidad un tema mundial, que se unan o formen coaliciones para encontrar espacios seguros para el desarrollo tecnológico, que forjen asociaciones con empresas locales para acceder a los mercados y que contraten tecnología.

En el panorama geopolítico actual, marcado por la escalada de las tensiones entre las naciones occidentales y China, es un desafío identificar las posibles áreas de colaboración entre el Este y el Oeste que generen beneficios mutuos y fomenten la confianza. Pero luchar contra el cambio climático es una de ellas. El cambio climático es un problema que afecta a todos los países y no se puede resolver sin la participación de China, ya que el país contribuye con el 27% de las emisiones mundiales, según el Banco Mundial.

A primera vista, trabajar juntos en materia de cambio climático parece una situación en la que todos ganan. El objetivo de China es reducir drásticamente su huella de carbono y colaborar con grupos internacionales es clave para alcanzar este objetivo. Pero la realidad es complicada. Muchas empresas dudan en trabajar en estrecha colaboración con China debido a las tensiones geopolíticas y a la preocupación por la transparencia, sobre todo tras la pandemia de la COVID-19. La pandemia también interrumpió importantes relaciones comerciales; muchos expertos extranjeros abandonaron China a su paso, lo que debilitó los lazos entre las empresas chinas e internacionales. Es más, los gobiernos occidentales (especialmente los de los Estados Unidos) están invirtiendo años de política y tomando medidas para aislarse política y económicamente de China.

Estas tensiones tienen consecuencias reales. Por ejemplo, TerraPower de Bill Gates, un proyecto avanzado de energía nuclear, tuvo que dejar de funcionar con China debido a las restricciones del gobierno de los Estados Unidos. Y numerosos proyectos de energía solar en los Estados Unidos que involucran a China están en suspenso, a la espera de la revisión del gobierno. Estos son solo dos ejemplos de la creciente presión a la que se enfrentan las empresas externas cuando tratan con China.

Por supuesto, China ha impuesto a las empresas occidentales otros obstáculos —como normas estrictas sobre el dinero y la propiedad de las empresas, las complejas cadenas de suministro, las intrusivas leyes sobre datos digitales, la competencia de las empresas chinas de rápido crecimiento y la protección legal preferencial para las empresas chinas. De hecho, muchas empresas han empezado a preguntarse si el mercado chino es un premio tan bueno como esperaban: los cambios demográficos y el alto nivel de deuda amenazan el otrora meteórico crecimiento de la economía nacional china. Algunas empresas están abandonando China por completo. En 2021, por ejemplo, Siemens Gamesa dejó el mercado eólico terrestre chino debido a la frustración por la percepción de ventajas para las empresas locales.

A pesar de estos obstáculos, las oportunidades de colaboración entre Occidente y China en materia de cambio climático son prometedoras. Como expertos de formación occidental profundamente arraigados en China, hemos sido testigos de primera mano del potencial de una participación productiva. En este artículo analizamos las complejidades de la actual oportunidad de cambio climático en China y presentamos estrategias prácticas para las empresas que están listas para entrar en el mercado.

Una doble oportunidad

Lo primero que explicamos a los líderes empresariales occidentales que desean comprometerse con China en la lucha contra el cambio climático es que la oportunidad es doble. En primer lugar, China ofrece un enorme mercado potencial para las soluciones desarrolladas en Occidente. El gobierno chino se ha fijado objetivos ambiciosos en este ámbito, con el objetivo de alcanzar su punto máximo de emisiones de dióxido de carbono en 2030 y lograr la neutralidad en carbono en 2060. Esos objetivos crean importantes oportunidades para las empresas con tecnologías de vanguardia. Tomemos, por ejemplo, la termotecnología de Bosch y sus sistemas de calefacción alimentados con hidrógeno, que podrían hacerse con una cuota importante en el mercado chino de tecnologías limpias (con un valor estimado de 500 000 millones de dólares). Las oportunidades para la termotecnología de Bosch son amplias e incluyen la producción de hidrógeno, la captura de carbono, los combustibles de aviación sostenibles, la infraestructura urbana ecológica y la reducción de las emisiones de metano del ganado.

En segundo lugar, las empresas tienen la oportunidad de integrar los propios avances de China en las tecnologías relacionadas con el clima. Las empresas chinas se han destacado en la sustitución de las fuentes de energía tradicionales, directamente por energía solar e indirectamente mediante la producción de vehículos eléctricos y tecnología de baterías. Las empresas chinas han logrado estos avances en parte en respuesta a los incentivos del gobierno para desarrollar tecnologías limpias y otras innovaciones. Las multinacionales con amplias cadenas de suministro en China pueden aprovechar las áreas en las que las empresas chinas tienen una ventaja competitiva y utilizar sus innovaciones para ser más sostenibles.

Estrategias para comprometerse con China en la lucha contra el cambio climático

Entonces, ¿cómo pueden las multinacionales occidentales avanzar con confianza dada la magnitud de las oportunidades y los riesgos? Recomendamos cuatro estrategias, cada una de las cuales implica asociarse de alguna manera, especialmente con empresas locales.

1. Haga de la sostenibilidad un tema mundial.

Las empresas que han hecho de la sostenibilidad una prioridad encontrarán importantes ventajas en China. Sus productos atraerán más demanda por parte de los clientes chinos y atraerán a socios acreditados que también se esfuerzan por ser más sostenibles. Además, es más probable que los reguladores chinos favorezcan y protejan la propiedad intelectual de las empresas que invierten en la sostenibilidad medioambiental. Quizás lo más importante es que las empresas líderes en sostenibilidad estarán en mejores condiciones para abordar cualquier problema relacionado con China que tengan sus clientes, socios, reguladores e inversores mundiales. Como han hecho de la sostenibilidad un elemento central de su propuesta de valor, sus partes interesadas confiarán en que abordarán los riesgos asociados. Confiarán en que el compromiso de estas empresas con China sea coherente con su propósito e intención estratégicos.

Piense en Apple. La descarbonización es una estrategia global clave para la empresa. En América Latina, trabaja para combatir la deforestación y, en los mercados avanzados, alienta a los consumidores a practicar la carga con energía limpia. Apple promueve activamente las prácticas ecológicas en su cadena de suministro mundial, incluso en China, donde se encuentra una parte importante de su cadena de suministro y donde existe una importante experiencia en descarbonización.

Sin embargo, para dar credibilidad a las partes interesadas fuera de China, es imperativo que Apple (y otras multinacionales occidentales) aborden rigurosamente los riesgos asociados con los problemas de trabajo forzoso en China. Los inversores están analizando cada vez más las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza, lo que las sitúa a la par de las preocupaciones climáticas. Las empresas necesitan estrategias integrales que aborden los riesgos ambientales y de gobernanza social. Esas estrategias deben formar parte integral de su cálculo operativo y garantizar el cumplimiento de la legislación pertinente, como la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de los Estados Unidos.

El artista chino británico Yan Wang Preston pasó ocho años investigando las políticas de reforestación urbana en ciudades chinas como Chongqing, que trasplantaron miles de árboles jóvenes y árboles maduros a bosques prefabricados. Todas las imágenes © Yan Wang Preston, de Bosque serie (2010-2017).

Microsoft es otra empresa mundial con un compromiso amplio y creíble con la sostenibilidad que ha colaborado con China en la lucha contra el cambio climático. La Iniciativa de Investigación Climática de Microsoft involucra a investigadores multidisciplinarios de universidades occidentales (como el MIT) y chinas (como Tsinghua). Precisamente porque la sostenibilidad es fundamental para la propuesta de valor de Microsoft para los inversores, la empresa ha podido realizar un esfuerzo amplio para atraer a varios socios de fuera de China, reduciendo así el elemento de riesgo específico de China para los inversores, socios y reguladores no chinos.

Este enfoque no es solo para los gigantes corporativos: los pequeños actores que hacen de la sostenibilidad un elemento fundamental de su estrategia y valores también pueden interactuar eficazmente con China. LanzaTech, una empresa estadounidense especializada en tecnología de reciclaje de carbono, es un buen ejemplo. Su exclusivo proceso microbiano de fermentación gaseosa mitiga las emisiones de carbono en la fabricación de numerosos productos. Eso hace que los grandes mercados emergentes, como China e India (donde trabaja con la estatal Indian Oil Corporation), tengan una relevancia estratégica directa.

Las empresas con sólidas credenciales de sostenibilidad también podrían beneficiarse si sus gobiernos de origen les ayudan a fomentar las asociaciones con China. El Centro de Innovación de Dinamarca en Shanghái, por ejemplo, facilita la colaboración entre empresas danesas e iniciativas chinas, como el Proyecto de Embalaje Sostenible, que tiene como objetivo hacer que el sector del embalaje chino sea más ecológico. Este proyecto, que incluye abordar los residuos plásticos en la industria china de comida a domicilio, podría beneficiar a muchas empresas chinas, como Ele.me, de Alibaba. La participación del gobierno danés no solo ayuda a abordar los temores que puedan tener los inversores en relación con las empresas en China, sino que también ayuda a las empresas danesas a alcanzar sus objetivos de operar a escala mundial.

2. Forme o únase a coaliciones para encontrar espacios seguros para el desarrollo tecnológico.

En el competitivo mercado chino, las empresas occidentales pueden beneficiarse enormemente de adoptar un enfoque de «la fuerza en los números» para mitigar los riesgos. Al crear coaliciones o unirse a consorcios de pares globales y locales con ideas afines, las empresas pueden crear (o tener acceso a) espacios seguros donde pueden explorar las posibilidades tecnológicas y de mercado en China y más allá. Cuando las empresas ponen en común sus habilidades y recursos especializados, están mejor preparadas para crecer. Y es menos probable que desarrollen conflictos insostenibles, porque comparten el compromiso de trabajar juntos de buena fe, a pesar de las actuales tensiones geopolíticas. Aunque los consorcios siempre corren el riesgo de caer en la bolsa y en burocracias complejas, estos grupos pueden ejercer más influencia e incorporar más partidos y puntos de vista que cualquier empresa por sí sola, lo que permite una mayor experimentación, aprendizaje y acción. Además, no hay forma de garantizar que una empresa sea inmune al escrutinio y la presión de los reguladores, pero las coaliciones pueden fomentar una mayor transparencia en las relaciones con los reguladores y pueden ofrecer oportunidades a los actores locales de participar en esfuerzos conjuntos, sin perjudicar las perspectivas de los miembros de la coalición de operar como competidores sólidos. Un ejemplo es la coalición detrás del Compromiso de Patentes con Bajo Contenido de Carbono. Incluye empresas como Meta y Microsoft, que invitaron al gigante chino Alibaba a unirse, y promueve el intercambio de tecnologías ecológicas entre los miembros.

El LanzaTech mencionado anteriormente también se ha beneficiado de estar en coalición. En China, LanzaTech encontró un mercado que creía en su tecnología. Así que adoptó una estrategia de asociación con empresas acreditadas de las industrias siderúrgica y petrolera de ese país. Esos socios aceleran el despliegue de la tecnología de LanzaTech y, debido a su importancia y estabilidad, mitigan el riesgo de que otras partes no cumplan con sus obligaciones contractuales. El gigante petrolero Sinopec se convirtió en un inversor estratégico y LanzaTech desarrolló plantas de demostración con las empresas siderúrgicas Shougang Group y Baowu. Shougang y LanzaTech formaron una empresa conjunta, Beijing Shougang LanzaTech New Energy Technology, con la participación de la corporación japonesa Mitsui e inversores como el Fondo de Inversión para la Industria Verde de la Cooperación Pekín-Hebei y el Grupo Dehui de Shanghai y su socio neozelandés, el Grupo TangMing. La participación de más actores mundiales demostró que la asociación tecnológica cumpliría con los estándares mundiales de gobernanza y gestión de riesgos. Trabajar con las principales empresas locales permitió a la empresa aprovechar la destreza de China en materia de velocidad y escala y construir tres nuevas plantas en el tiempo que LanzaTech tardó en construir solo una en Europa.

Al crear coaliciones de pares mundiales y locales con ideas afines, las empresas occidentales pueden crear espacios seguros para explorar las posibilidades tecnológicas y de mercado en China y más allá.

LanzaTech aprovechó su sólida propuesta de tecnología sostenible para mitigar su riesgo aportando una licencia en lugar de propiedad intelectual. (Si un socio cedente de una empresa conjunta no tiene una participación mayoritaria en la empresa conjunta, perderá efectivamente el control de los derechos de propiedad intelectual. Para limitar esos riesgos, es preferible una licencia exclusiva a una transferencia de derechos de propiedad intelectual.) LanzaTech conservó los derechos de distribución mundial de cualquier conocimiento y propiedad intelectual desarrollados conjuntamente con sus socios, por ejemplo, para extender la cadena de valor del etanol a la producción de fibra.

Las empresas emergentes también pueden aprovechar los beneficios de estar en una coalición. Por ejemplo, la islandesa Carbfix, que convierte el dióxido de carbono en piedra, está trabajando con el programa CarbonX de Tencent, un programa combinado de aceleración y creación de capacidades digitales dedicado a explorar las tecnologías bajas en carbono de próxima generación. También está trabajando con Frontier, un compromiso de mercado anticipado de casi mil millones de dólares, cuyo objetivo es garantizar la demanda futura de tecnologías de eliminación de carbono, enviando así una fuerte señal de demanda a las empresas que trabajan en ellas para acelerar el progreso y mejorar la oferta. (McKinsey, donde uno de nosotros, Woetzel, es socio emérito, orquestó la asociación de Frontier con Stripe, Alphabet, Shopify y Meta). Estas dos coaliciones dan a Carbfix acceso al mercado y la oportunidad de aprovechar las ideas tanto en China como en el mundo sobre la captura de carbono. Participar en CarbonX ayuda a Carbfix a reducir el riesgo de estar en China gracias a su compromiso con Tencent, una importante empresa china con una sólida reputación en protección de la propiedad intelectual y que participa en muchas alianzas mundiales en materia de carbono. Además, la iniciativa Frontier crea más aliados fuera de China, ya que funciona mediante el uso de expertos técnicos y comerciales mundiales para realizar compras a empresas con alto potencial de eliminación de carbono en nombre de los compradores.

Algunos consorcios los crean empresas chinas. La Alianza Global de Tecnología Neutral en Carbono de Tencent, por ejemplo, comparte patentes y tecnologías de neutralidad en carbono de forma gratuita e incluye a competidores como Alibaba y Microsoft. Otros consorcios son internacionales, como la iniciativa de objetivos basados en la ciencia lanzada por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Esta iniciativa ofrece una plataforma para fijar objetivos de cero emisiones netas con base científica e incluye a firmas chinas como Longi Green Energy, Jinko Solar y JDLogistics.

El complejo panorama del entorno empresarial y las tensiones geopolíticas de China plantean importantes desafíos. Pero la urgencia de la crisis climática exige la participación mundial.

Las empresas occidentales también pueden encontrar apoyo a través de las cámaras de comercio internacionales en China. Por ejemplo, la Cámara de Comercio Británica en Shanghái ayuda a las empresas a colaborar en temas ambientales, sociales y de gobierno. (Uno de nosotros, Prashantham, es asesor voluntario.) Un esfuerzo notable son sus premios ESG China, que reconocen a las empresas que tienen un impacto ESG positivo en China y están abiertos a empresas locales e internacionales que operan en China. Como explica un diplomático británico en Shanghái, ofrece a las empresas el apoyo entre pares y la oportunidad de compartir experiencias, conocimientos y pericia. Señala: «Nos esforzamos por ayudar a desarrollar un ecosistema de fuerza para las mejores prácticas ESG en China y el mercado mundial».

3. Forjar asociaciones con empresas locales para acceder al mercado.

En lugar de crear consorcios, las empresas occidentales pueden establecer asociaciones entre empresas en China combinando su experiencia técnica con la destreza de fabricación y marketing de los socios locales. Por supuesto, algunos sectores en China exigen que las empresas extranjeras tengan un socio local para operar, especialmente en los sectores que el gobierno considera importantes o delicados desde el punto de vista estratégico. Pero incluso cuando los socios no tienen un mandato, las empresas occidentales pueden adoptar un enfoque de asociación para aprovechar la demanda internacional de tecnología ecológica en China y, al mismo tiempo, mitigar el riesgo de acceso a los mercados (a diferencia del riesgo tecnológico mundial, que la estrategia de la coalición ayuda a mitigar). Las asociaciones proactivas y sólidas entre empresas nacionales e internacionales pueden ayudar a satisfacer la demanda de ofertas relevantes para el clima y ayudar a las empresas internacionales a crecer. Además, estas asociaciones no tienen por qué seguir la estructura tradicional de empresas conjuntas.

Pensemos en Logan Energy, una startup escocesa con experiencia en energía de hidrógeno. Por su interés por la energía limpia y renovable, China es una geografía ideal para que Logan Energy crezca. La empresa se ha asociado con Henan Lanxing Power Equipment, una empresa experimentada en el sector de la transmisión de energía de China. Esta colaboración combina las habilidades técnicas occidentales con el alcance de marketing de una empresa china.

Yan Wang Preston

Estas asociaciones tienen más probabilidades de tener éxito cuando hay ejecutivos «puente», profesionales chinos con formación occidental que aportan un enfoque más equilibrado y equitativo a las empresas. Desempeñan un papel útil no solo al facilitar la comunicación intercultural entre los ejecutivos de las dos empresas, sino también al calmar las preocupaciones de cada parte por la competencia y la ética de la otra. Ayudan a cada parte a entender con mayor claridad las capacidades y limitaciones de la otra al explicarlas en un lenguaje comprensible, literal y figurativamente. En Logan Energy, por ejemplo, Yuxuan Zhang es miembro del equipo directivo. Con su ayuda, la empresa conjunta ya ha conseguido una inversión de más de 1 millón de dólares y hay grandes esperanzas de un rápido crecimiento en la era posterior a la COVID.

Las multinacionales como Honeywell también han adoptado el enfoque de asociación directa. El Centro de Baja Carbono del Instituto de Investigación de Sostenibilidad abarca una fusión de las tecnologías de vanguardia de Honeywell que se centran en el desarrollo e implementación de soluciones bajas en carbono adaptadas al mercado chino. Por ejemplo, Honeywell presenta productos innovadores, como combustible de aviación fabricado con aceite de cocina usado. Para abordar el riesgo de acceso al mercado, se necesita un suministro fiable y constante de materias primas en el mercado local. Por eso, la empresa trabaja en estrecha colaboración con los socios locales para garantizar que su cadena de suministro y sus operaciones en China son sólidas.

4. Tecnología interna.

Es anticuado pensar en China solo como un mercado enorme de soluciones occidentales; el país ya es una potencia de la innovación por derecho propio. Las empresas deberían recurrir a China para subcontratar nuevas tecnologías, especialmente en áreas como la energía solar y las baterías para vehículos eléctricos.

AB InBev, un productor de cerveza que apuesta por la sostenibilidad, ilustra cómo se puede incorporar tecnología relevante para el clima en China. La empresa, que opera como Budweiser APAC en China, ha buscado innovaciones tecnológicas en empresas emergentes locales. Ha establecido un mecanismo de asociación llamado 100+ Accelerator, que es una plataforma gestionada en colaboración con Impact Hub Shanghai (un especialista externo en conectar empresas con empresas sociales). A través de él, las empresas emergentes pueden presentar soluciones relacionadas con las áreas de enfoque de sostenibilidad de Budweiser APAC, como la agricultura inteligente, la gestión del agua, los envases circulares y la acción climática.

Así comenzó una colaboración con la start-up china Yushuo Energy. Yushuo recupera las baterías de vehículos eléctricos de coches y camiones eléctricos, lo que les da una mayor vida útil después de desecharlas, normalmente entre cinco y ocho años. Las baterías reacondicionadas se pueden utilizar entonces en los sistemas de almacenamiento de energía renovable in situ. Budweiser APAC se asoció con Yushuo e instaló una unidad de almacenamiento en su cervecería de Suqian, Jiangsu. Más tarde, en colaboración con el Fondo de Sostenibilidad del Banco Mundial, Budweiser instaló una unidad aún mayor en su cervecería de Foshan (Guangdong).

No son solo las grandes multinacionales las que están contratando en China innovaciones relevantes para la sostenibilidad. Algunas jóvenes empresas occidentales también lo son. Allbirds, una empresa con sede en Silicon Valley y vinculada a Nueva Zelanda, fabrica zapatos con materiales sostenibles. Como experto en identificar e incorporar materiales que tienen una huella de carbono baja, como la caña de azúcar y la fibra de los árboles, Allbirds se asoció con una importante empresa china de automóviles eléctricos, Nio, en un esfuerzo por acceder a nuevas ideas en China. Aunque es un socio no obvio de una empresa de calzado, Nio dedica muchos esfuerzos a desarrollar materiales sostenibles para su uso en el interior y los asientos de sus vehículos. Las dos compañías colaboraron para desarrollar un zapato de edición limitada con uno de esos materiales. La respuesta del mercado fue entusiasta. Además, la iniciativa permitió a Allbirds mejorar su conocimiento de marca entre la base de clientes de Nio, que se superpone con sus propios segmentos de mercado objetivo.

Si las partes interesadas de una empresa (incluidos los gobiernos de mercados importantes) tienen fuertes reservas sobre la adopción de la tecnología china, como mínimo, China ofrece la posibilidad de buscar tecnología ecológica de próxima generación que pueda desarrollarse internamente o con socios en otros lugares. Si bien las incertidumbres geopolíticas que involucran a China siguen dominando los titulares y las partes interesadas sopesan los intereses de seguridad nacional, muchas innovaciones ecológicas, como las que utiliza Budweiser APAC, ofrecen oportunidades fértiles de avance, pruebas e implementación, sin dar lugar a problemas de seguridad nacional.

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El complejo panorama del entorno empresarial y las tensiones geopolíticas de China plantean importantes desafíos para las empresas occidentales. Sin embargo, la urgencia de la crisis climática exige soluciones innovadoras y un compromiso mundial. Las empresas deben adoptar un enfoque pragmático que equilibre los riesgos y las oportunidades de interactuar con China. Hemos descrito una serie de estrategias que implican asociarse de una forma u otra, en particular con empresas locales. Al planeta no le importa nuestra política. Un espíritu de compromiso y beneficio mutuo, más que de aislamiento y sospecha, será la clave para aprovechar el enorme potencial del mercado chino y lograr avances significativos en la lucha mundial contra el cambio climático.