Tres formas de superar la ansiedad profesional
por Daniel Gulati
Hace poco, en una cena, estaba hablando con un amigo que acababa de ser ascendido a vicepresidente en un conocido fondo de cobertura neoyorquino. El ascenso fue inesperado, implicó un aumento salarial inmediato del 50% e implicó nuevas y amplias responsabilidades. Cuando debería haberse sentido optimista y entusiasmado con su nuevo puesto, ¿por qué parecía la persona más infeliz del mundo?
Esto no es infrecuente. En el transcurso de la redacción Pasión y propósito, tuve la suerte de conocer y entrevistar a cientos de jóvenes líderes, muchos de ellos veinteañeros «estrellas del rock» que tienen salarios altos de seis cifras, tienen relaciones estables y tienen todas las opciones profesionales del mundo. Sin embargo, cuando les pregunté si seguían sus pasiones — en serio haciendo lo que más les gustaba. Pronto describirían lo que realmente sentían acerca de sus vidas aparentemente perfectas: perdidas, indecisas e inciertas. Un encuestado lo resumió diciendo: «No sé lo que quiero hacer, pero sé que no es esto».
Muchas de las personas a las que entrevisté se hicieron eco de su sensación de vacío, una sensación que parecía ser en gran medida independiente de la carrera y la situación. Esto creó un rompecabezas intrigante: con toda la ambición, las opciones y la habilidad del mundo, ¿por qué estos jóvenes líderes se dejan llevar por un trasfondo de infelicidad y ansiedad?
La respuesta es a la vez sorprendente y única para esta generación. Los jóvenes líderes se enfrentan a tres amenazas principales para su sensación de felicidad y bienestar.
En primer lugar, se dan cuenta de que las grandes empresas ya no son opciones seguras. Atrás quedaron los días en los que trabajar para LargeCo significaba una carrera de por vida. Tras la crisis financiera, los despidos inmediatos y a gran escala en las instituciones financieras y las grandes empresas hicieron añicos las expectativas imperantes de estabilidad laboral. Como resultado, muchos dudan cada vez más ante las promesas de las grandes empresas y, en cambio, optan por seguir una carrera en la empresa familiar o en el gobierno. La última ronda de 75 000 recortes de empleo en Wall Street no hará más que aumentar esta sensación de inseguridad que se avecina.
En segundo lugar, Facebook y las redes sociales aumentan la ansiedad. Esta es una generación de adictos a las redes sociales: están en una media de 2,4 redes sociales, con El 28% consigue su primer éxito en Facebook incluso antes de levantarse de la cama. Como Facebook cada vez es mejor en la conexión del mundo, se ha hecho mucho más fácil mirar la vida de los demás y ver lo que hacen los demás. Como dijo un banquero de inversiones: «Al enterarme de los nuevos y emocionantes trabajos de todo el mundo en Facebook me da miedo ir a trabajar aún más». Este aumento del intercambio y la transparencia personal no es solo una cuestión de privacidad, sino que hace que todos (consciente o inconscientemente) se comparen cada vez más a menudo con sus amigos y compañeros. Esto es problemático, ya que los estudios han demostrado repetidamente que compararse con los demás es una fuente principal de infelicidad.
Por último, los jóvenes líderes tienen más opciones profesionales que nunca. Sus padres los enviaron a la universidad en masa: El 54% de los millennials tienen títulos universitarios, en comparación con el 36% de los boomers. Por supuesto, los padres lo hacían para que sus hijos pudieran tener más opciones. Pero, ¿es bueno tener todas las opciones profesionales del mundo sin lugar a dudas? Barry Schwartz, autor de La paradoja de la elección, diría que no. En mis entrevistas, me di cuenta de que la desconcertante variedad de opciones profesionales que tienen a su disposición los jóvenes líderes actuales los obliga a centrarse en «optimizar» las elecciones, lo que puede ser un ejercicio insoportable y un estrés añadido, especialmente a medida que la lista de opciones disponibles se hace más larga. Se centra directamente en tomar las decisiones «correctas», con sus padres mirando con esperanza (o severidad) por encima de sus hombros. Para un líder joven, esta presión solo aumenta la sensación de inseguridad sobre si ha entrado o no por la puerta «correcta» y hace que tenga más miedo al fracaso.
Pero hay buenas noticias. Las personas pueden superar estas nuevas amenazas. Si es una persona joven y ambiciosa que se siente indecisa y vacía, he aquí tres formas de combatir esas molestas dudas:
- Restrinja el prestigio y la compensación. El dinero es importante, pero no a costa de hacer algo que le encante. Aceptar un trabajo solo para la lujosa cuenta de oficina y gastos podría ser una estrategia a corto plazo que agrave la sensación de infelicidad en el futuro. Sin lugar a dudas, las personas que conocí que hacían hincapié en las cosas por encima del dinero tendían a ser más felices en general que las que no lo hacían.
- Empiece a experimentar. El compromiso es importante, pero también lo son la flexibilidad y la experimentación inteligente. Pruebe cosas nuevas, pruebe cosas difíciles. Pida a su gerente la oportunidad de dirigir un nuevo negocio. Hable en una conferencia del sector. Ir en comisión de servicio a otro país. De esta manera, seguirá desafiándose a sí mismo y evitará la sensación de estar encerrado.
- Dedique tiempo a definir sus pasiones. Es un logro psicológico difícil encontrar lo que queremos. La persecución en sí misma es dura y lleva tiempo. Como lo hizo Clayton Christensen, dedique una hora al día a pensar en las cosas que le apasionan. Se le permite que le apasionen diferentes cosas, así que considere más de una opción. Adoptar una cartera de pasiones, en lugar de devanarse los sesos en busca de esa única respuesta, le ayudará a dejar atrás la optimización imposible y le permitirá seguir adelante.
Estas son solo algunas de las técnicas que he visto a jóvenes líderes adoptar para avanzar con confianza. Con un poco de concentración y esfuerzo, hay muchas razones por las que nuestra próxima generación de líderes debería estar contenta y preparada para actuar con un propósito.
¿Qué más puede hacer para que su vida laboral sea más feliz?
Esta entrada forma parte de una serie de entradas de blog de y sobre la nueva generación de líderes con un propósito.
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