Reimaginar el capitalismo
por Polly LaBarre
Si bien la crisis financiera mundial y sus réplicas han desatado una avalancha de indignación, condenas y protestas en Wall Street, la crisis ha puesto de manifiesto una desconfianza más profunda y un resentimiento implacable hacia el propio capitalismo.
Puede que el capitalismo sea el mayor motor de prosperidad y progreso jamás creado, pero en los últimos años, las personas y las comunidades están cada vez más descontentas con el contrato implícito que rige los derechos y responsabilidades de las empresas. La economía global e Internet han aumentado nuestra sensación de interconexión y han hecho que seamos conscientes de que cuando una empresa se centra únicamente en enriquecer a los inversores, implica que los directivos ven los intereses de los clientes, los empleados, las comunidades y el destino del planeta como poco más que compensaciones de costes en un juego trimestre a trimestre.
Es hora de revisar radicalmente las creencias profundamente arraigadas sobre para qué sirven las empresas, a qué intereses sirven y cómo crean valor. Necesitamos una nueva forma de capitalismo para el siglo XXI, una que se dedique a la promoción de un mayor bienestar y no a la búsqueda decidida del crecimiento y los beneficios; una que no sacrifique el futuro a corto plazo; una que tenga debidamente en cuenta a todos los stakeholders; y una que haga que los líderes rindan cuentas por todas las consecuencias de sus acciones. En otras palabras, necesitamos un capitalismo que se base profundamente en principios, sea fundamentalmente paciente y socialmente responsable.
No se trata de un desafío nuevo, pero es más urgente que nunca, no solo como un esfuerzo por escapar de la reforma y la regulación desde el exterior, sino también para restaurar la confianza pública, reparar el tejido moral del sistema y dar rienda suelta a la innovación necesaria para abordar los desafíos más apremiantes e importantes del mundo.
Por eso el MIX está ansioso por anunciar la tercera etapa del Harvard Business Review/McKinsey M-Prize a la innovación — el El desafío del capitalismo a largo plazo. Con este desafío, esperamos acelerar el cambio hacia un capitalismo más basado en principios, paciente y socialmente responsable, uno que sea realmente adecuado a largo plazo.
En concreto, buscamos historias (estudios de casos del mundo real) y trucos (ideas audaces y originales) que ofrezcan las prácticas e ideas más progresistas y disruptivos que aborden el desafío de hacer que nuestras organizaciones sean más:
DE PRINCIPIOS
El capitalismo degenera en un interés propio estrecho sin una base ética sólida.
- ¿Cómo podemos centrar a toda la organización en un propósito superior e incorporar virtudes como la generosidad y el desinterés en las interacciones, las evaluaciones y los sistemas de recompensas diarios?
- ¿Cómo medimos el clima ético o moral de una empresa y cuál es el panel de control?
- ¿Qué significa para las personas de todos los niveles actuar como guardianes inteligentes de los valores organizacionales, los recursos y el bienestar de las partes interesadas?
- ¿Qué tipo de foro o proceso podríamos crear que permitiera a las personas compartir y debatir libremente los dilemas éticos?
- ¿De qué manera podría la transparencia extrema preservar y promover el propósito más alto de la organización?
PACIENTE
La visión y la perseverancia son fundamentales para la creación de valor y son muy vulnerables al cortoplacismo.
- ¿Cómo ampliamos los plazos y las perspectivas de la administración?
- ¿Qué significa articular e inculcar una visión lo suficientemente convincente como para inspirar sacrificios, estimular la innovación y protegerse de la conveniencia?
- ¿Cómo podríamos reequilibrar los sistemas de compensación y medición para ofrecer incentivos a la creación de valor a largo plazo junto con el rendimiento a corto plazo?
- ¿Qué tácticas o capacidades podríamos desarrollar para ganarnos un poco de holgura con los inversores?
- ¿Qué tipo de incentivos y sistemas de medición podríamos diseñar para alentar a los emprendedores internos y fomentar una cartera variada de oportunidades?
SOCIAL
El capitalismo no puede funcionar en un vacío social y los beneficios y la rentabilidad de los accionistas ya no pueden ser las únicas medidas del valor añadido de una empresa.
- ¿Cómo podemos erradicar la mentalidad generalizada de suma cero en las empresas e incorporar una visión de suma positiva de la interdependencia de los stakeholders en las operaciones de todos los niveles?
- ¿Cómo podemos incluir la consideración del retorno social en todas las conversaciones y decisiones en todos los niveles de la organización?
- ¿Cómo podríamos integrar los objetivos sociales en la agenda y los procesos de innovación de una organización? En otras palabras, ¿cómo podríamos fomentar no solo la responsabilidad social, sino también el emprendimiento social?
- ¿Qué tipo de sistemas de medición y recompensa darían una importancia significativa al impacto social creado por las personas y la organización en general?
Esperamos con ansias sus entradas.
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