Recesion Rx: haga balance, apuntale y haga grandes apuestas
por Paul Hemp
Todas las organizaciones con un pulso institucional se han esforzado por encontrar la respuesta correcta a la actual crisis económica. Un artículo en el que estoy trabajando actualmente tiene como objetivo ayudar a las empresas a pasar de soluciones ad hoc (una serie de conversaciones e iniciativas a menudo aisladas) a un plan integral de tratamiento de la recesión.
La pieza (que aparecerá pronto en www.hbr.org) se basa en un serie de libros blancos por David Rhodes y Daniel Stelter, ambos del Boston Consulting Group. Creen que nos enfrentamos a una recesión grave y prolongada. (Un dato particularmente inquietante: cuando la economía comenzó a estancarse gravemente a principios de este año, el endeudamiento de los consumidores y las empresas en los Estados Unidos ascendió a alrededor del 380% del PIB, casi dos veces y media más que al principio de la Gran Depresión). Pero a medida que aumenta la ansiedad por la economía, las empresas toman con demasiada frecuencia acciones precipitadas o dispersas que apuntan al problema equivocado o sobrepasan el correcto. Esto genera una sensación de pánico en la organización, lo que a su vez distrae a la gente de ver las oportunidades ocultas pero importantes que se esconden entre las malas noticias económicas.
Para aprovechar esas oportunidades, los autores recomiendan que primero se asegure de que su empresa está en buenas condiciones para superar la recesión. Esto va mucho más allá de las evidentes mejoras en la reducción de costes y la eficiencia. En primer lugar, evalúe seriamente su exposición en varios escenarios. Por ejemplo, una empresa que sigue en buen estado, con márgenes operativos (antes de intereses e impuestos) de alrededor del 10%, podría sorprenderse al descubrir que una caída del 20% en el volumen de ventas y una caída del 5% en los precios podrían convertir los beneficios actuales en enormes pérdidas y hacer que el flujo de caja caiga en números rojos.
En segundo lugar, trabaje para reducir su exposición. Eso significa seguir una lista de medidas para reforzar tanto sus fundamentos financieros (por ejemplo, liberando efectivo mediante la reducción del capital de trabajo) como sus operaciones empresariales (por ejemplo, replanteándose su gama de productos y su estrategia de precios para maximizar los ingresos). Combine estos movimientos con los esfuerzos para impulsar la cotización de sus acciones en relación con la de sus rivales (por ejemplo, opte por dividendos que aumenten la confianza en lugar de por recompras de acciones que susciten dudas).
Esto lo preparará para la etapa final de su plan de recesión: el lanzamiento de medidas estratégicas audaces. Estas incluyen inversiones a largo plazo en el desarrollo de productos o nuevos procesos que lo preparen para un crecimiento acelerado cuando la economía se recupere. Tal vez pueda remodelar su industria mediante la adquisición de rivales en apuros a precios de ganga. La crisis puede incluso ofrecer oportunidades —o obligarlo a darse cuenta de la necesidad— de reinventar todo su modelo de negocio.
Los consejos de los autores van dirigidos principalmente a las grandes empresas. Pero el marco básico también es relevante para las pequeñas empresas, lo que me hizo pensar:
¿Este enfoque también ofrece algo que pueda ayudar a individual sobrevivir y prosperar durante una recesión? ¿La recesión y lo casi universal? amenaza de que lo despidan— ¿dar un poco de urgencia a lo que debería ser un balance regular de nuestras propias carreras? ¿Nos recuerda la necesidad de reforzar las habilidades que nos hacen valiosos para una organización, sea cual sea el clima económico? ¿Nos presenta oportunidades para reinventarnos¿mediante la inversión en un conjunto completamente nuevo de habilidades que serán más atractivas (o simplemente más satisfactorias a nivel personal) en la economía del mañana?
¿Qué opina? ¿Las nubes de tormenta de la crisis actual detienen un resquicio de esperanza para su carrera?
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