Los primeros 100 días de Obama: ¿cómo debemos evaluarlo?
por Michael D. Watkins
Nota del editor: Este post forma parte de nuestro paquete especial que examina la transición de Obama a la presidencia.
Como Los primeros 100 días del presidente Obama están llegando a su fin, innumerables organizaciones de noticias, expertos y blogueros se están preparando para hacer sus valoraciones. De hecho, las maquinaciones de los medios de comunicación están adquiriendo el carácter de una carrera armamentista.
Así que esta es mi primera salva. No se trata (todavía) de una evaluación de los primeros 100 días de nuestro nuevo presidente, sino de cómo debemos evaluar a nuestro nuevo director ejecutivo. En este post, voy a exponer un marco para evaluar la transición de Obama a su nuevo cargo. En publicaciones posteriores, utilizaré este marco para emitir mi opinión sobre lo que le ha ido hasta ahora.
¿Cómo debemos evaluar la transición del presidente Obama a su nuevo cargo? Me parece muy útil evaluar la eficacia de la transición ejecutiva en tres dimensiones distintas:
- Conseguir victorias anticipadas (a corto plazo). ¿El nuevo líder creó credibilidad mediante conseguir victorias tempranas mientras evita o mitiga las pérdidas?
- Sentar las bases (a medio plazo). ¿El nuevo líder sentó una base sólida para cumplir las prioridades del punto A durante el resto de su primer año?
- Articular una visión (a largo plazo). ¿El nuevo líder empezó a articular una visión inspiradora de lo que logrará durante todo su mandato?
Una debilidad en cualquiera de estas dimensiones indicaría problemas futuros; cuando un ejecutivo tiene problemas graves en las tres áreas, es una señal segura de que la transición se está descarrilando. Vamos a hacer cada uno por turno.
Conseguir victorias anticipadas
El primer y más importante objetivo de un nuevo líder es aumentar la credibilidad personal y crear un poco de impulso. En los primeros días, esto significa hacer los gestos simbólicos correctos. Luego se trata de identificar y conseguir algunas victorias anticipadas. Por encima de todo, se trata de evitar pérdidas anticipadas.
Al evaluar al presidente Obama en esta dimensión, las preguntas que debemos hacernos son:
- Ha evitado¿pérdidas tempranas que dañan la credibilidad y agotan el capital político?
- ¿Ha creado credibilidad personal o ha socavado su posición ante las principales partes interesadas, como el público, el Congreso, la burocracia y los principales funcionarios a nivel estatal y local?
- ¿Se ha asegurado victorias anticipadas en áreas que las partes interesadas consideran importantes?
Sentando una base
Las victorias tempranas ayudan al nuevo líder a empezar con buen pie, pero no son suficientes para seguir teniendo éxito. Los nuevos líderes también deben empezar a sentar las bases para los cambios más profundos que tienen previsto realizar. El proceso no es diferente al lanzamiento de un cohete multifásico a la órbita; conseguir victorias anticipadas (o evitar derrotas anticipadas) hace despegar a un nuevo líder del suelo y los esfuerzos por construir una base proporcionan el impulso necesario para alcanzar la órbita y evitar volver a caer a la Tierra.
Al evaluar al presidente Obama en esta dimensión, las preguntas que debemos hacernos son:
- ¿Ha nombrado a un un fuerte equipo de funcionarios ¿para desarrollar sus políticas y presionar para que se apliquen?
- ¿Ha establecido una agenda política que aborde los temas correctos y que equilibre la ambición con el realismo?
- ¿Ha empezado a crear las alianzas de apoyo que necesitará para garantizar la aprobación de la legislación habilitante clave?
Articular una visión convincente
Por último, los nuevos líderes deben empezar a articular una visión convincente de lo que van a lograr durante su mandato en el cargo. Para el presidente Obama, esto significa definir y comunicar lo que espera lograr durante su primer mandato completo en el cargo. La visión debe ser una que haga que las personas avancen y las dé energía para hacer los sacrificios correctos por el bien común. Fundamentalmente, debe ser equilibrar la inspiración con el realismo.
Al evaluar al presidente Obama en esta última dimensión, las preguntas que debemos hacernos son:
- ¿Ha empezado a definir y comunicar una visión convincente de lo que logrará durante su primer mandato?
- ¿Su visión logra el equilibrio adecuado entre ambición y realismo?
- ¿Ayudará a la gente a hacer los sacrificios compartidos necesarios para que el país avance?
En mi próximo post, me centraré en evaluar al presidente Obama desde la primera dimensión: crear impulso mediante el aumento de la credibilidad personal y la obtención de victorias tempranas. Agradecería su opinión sobre cómo cree que le ha ido hasta ahora.
Este post forma parte de nuestro paquete especial que examina la transición de Obama a la presidencia.
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