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Stress management

Gestione el estrés sabiendo lo que valora

por David Brendel

Se ha escrito mucho sobre las técnicas de «gestión del estrés» que son principalmente de naturaleza conductual, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio con regularidad y tiempo de inactividad mental, tomarse vacaciones, controlar la respiración, practicar yoga o meditación de atención plena o recibir tratamientos de acupuntura. Pero recientemente se ha escrito relativamente poco sobre los beneficios de articular de manera autodisciplinada una visión filosófica del mundo y los valores fundamentales que nos ayudan a capear las tormentas y devastaciones que inevitablemente sacuden nuestras vidas y carreras.

El valor de la autorreflexión y la autoconciencia es bien conocido en las tradiciones filosóficas orientales y occidentales. La exhortación de Sócrates a «Conócete a ti mismo» repercute en la historia de la filosofía, como recordatorio para reflexionar sobre la misión de nuestra vida y las estrategias que utilizamos para lograrla. Del mismo modo, Confucio instó a la persona a participar en una reflexión autodisciplinada sobre sus valores, seguida de medidas para implementar esos valores en los entornos interpersonales. La gestión de la complejidad y el estrés en las tradiciones socrática y confuciana depende en gran medida de la autoconciencia, de un sistema de valores éticos y de la capacidad de actuar según los valores fundamentales (como la amabilidad y la humildad) en las relaciones sociales.

Si bien esta sabiduría antigua apenas requiere la validación de la ciencia empírica, las investigaciones contemporáneas en psicología cognitiva y neurociencia revelan de manera interesante cómo la autorreflexión se manifiesta en nuestro cerebro y nuestro comportamiento. Reciente investigación en neuroimagen muestra que la autorreflexión ilumina la corteza cingulada (ACC) anterior y posterior del cerebro, que está vinculada a las regiones que median en las emociones y la toma de decisiones. Investigación en psicología cognitiva demuestra que uno de los métodos más eficaces para reducir el estrés es dedicarse a la autorreflexión dirigida a evaluarlo como un desafío más que como una amenaza.

Usted y su equipo

  • Estrés

    No deje que se apodere de usted.

En momentos abrumadores y aterradores, el estrés se puede prevenir o gestionar mediante la contemplación autodisciplinada de los valores y objetivos fundamentales. Las personas religiosas consideran que esto es un giro hacia Dios, mientras que las personas seculares pueden pensar que es un giro hacia su «bien supremo». En todos los casos, trabajan con diligencia para lograr la conciencia de sí mismos y se centran firmemente en objetivos honorables y principios éticos, incluso cuando se arremolinan estresantes incertidumbres, riesgos, amenazas e inestabilidad a su alrededor. Cuando se enfrentan a situaciones aterradoras, como la pérdida de un empleo y un revés financiero, evalúan cuidadosamente sus principales puntos fuertes y recursos, en lugar de entrar en pánico o desconectarse de la realidad. Buscan y aceptan humildemente la ayuda de los demás, mantienen una mente abierta sobre los próximos pasos y desarrollan planes de acción racionales para cuidar a quienes dependen de ellos.

Muchos clientes de coaching ejecutivo utilizan este enfoque con éxito. En mi propio consultorio, hago a los clientes preguntas abiertas sobre su filosofía de la «buena vida», o lo que los antiguos griegos llamaban eudaimonía. Las conversaciones que siguen ayudan a los clientes a definir los valores y objetivos fundamentales que subyacen a sus decisiones profesionales y personales. Estas conversaciones se pueden profundizar realizando evaluaciones de estilo que se centren específicamente en los motivadores humanos, como la Inventario de indicaciones individuales (IDI). La IDI es una herramienta útil y bien validada para evaluar las preferencias y valores personales, como la afiliación social y la irreprochabilidad.

Lograr claridad sobre los valores fundamentales y una visión filosófica del mundo ayuda a las personas a desarrollar estabilidad ante los acontecimientos estresantes. Encarnan lo que Filósofos estoicos, como Marco Aurelio, defendido hace siglos: el uso de la autorreflexión contemplativa y el desarrollo de rasgos de carácter virtuosos para soportar el estrés y la incertidumbre. Se convierten en líderes que muestran a los demás cómo abrazar los valores eternos independientemente de las circunstancias actuales.

Animo a los clientes de entrenamiento a que desarrollen un método eficaz y sostenible para dedicarse a la autorreflexión filosófica, como llevar un diario o pensar con regularidad en estas preguntas durante una actividad ya programada, práctica y mundana (por ejemplo, mientras se cepillan los dientes). Su autorreflexión les ayuda a identificar y reforzar los principios fundamentales que han elegido ellos mismos, como ser amable, amable, humilde, respetuoso y generoso. Más adelante, pueden recurrir intencionalmente a su postura autorreflexiva cuando se esfuerzan por evitar una crisis o gestionar un acontecimiento estresante de la vida.

Mi clienta Melanie es un ejemplo. Acudió a mí después de años de maniobras para que la ascendieran a un puesto de alta dirección, no dieron resultado, y después de tener una aventura con un hombre que conoció en un viaje de negocios. Se sentía agotada, improductiva en el trabajo e irritable con sus compañeros. Nuestras conversaciones la llevaron a darse cuenta de que gran parte de su estrés estaba relacionado con su infidelidad, tanto con su esposo como con su puesto laboral actual. Melanie se dio cuenta de que valoraba su trabajo actual y lo había dado por sentado, ya que creía que un ascenso mejoraría su vida.

Tras profundizar en su autorreflexión sobre sus valores fundamentales, decidió hacer de la fidelidad a los papeles que ella misma eligió en la vida como vicepresidenta y esposa su principal prioridad. Adoptó el lema de los Marines de los Estados Unidos: semper fidelis (siempre fiel). Esta firme decisión sobre cómo conducir su vida en el futuro fue el resultado directo de una autorreflexión reflexiva sobre los valores y principios que fueron la base de toda su estructura vital.

Todo el mundo puede beneficiarse de este tipo de autorreflexión disciplinada y sostenida, tanto como algo bueno en sí mismo como una poderosa herramienta para gestionar el estrés. En ningún lugar es esto más cierto que en situaciones empresariales estresantes, en las que puede resultar increíblemente difícil hacer una pausa y reflexionar sobre los valores esenciales. Así que debemos hacer un esfuerzo especial para incorporar la autorreflexión filosófica como una parte significativa, pero práctica, de nuestra rutina normal.