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Liderazgo

Ver a los líderes sabios lidiar con la complejidad

por Prasad Kaipa and Navi Radjou

En una encuesta realizada por IBM en 2010 a más de 1500 directores ejecutivos de todo el mundo, el 80% de los líderes anticipó una mayor complejidad en el futuro, pero menos de la mitad de ellos se sentían seguros de poder hacer frente a esa complejidad. De hecho, el entorno empresarial actual se ha vuelto increíblemente complejo debido a la aceleración de la globalización y a los rápidos cambios tecnológicos.

La inteligencia por sí sola no bastará para hacer frente con eficacia a la creciente complejidad. Más bien, lo que los líderes necesitan es sabiduría práctica — es decir, un conjunto de nuevas capacidades que les permiten ver las posibles ventajas de la complejidad, y convertir la complejidad en una oportunidad para aportar valor a sus organizaciones y a la sociedad en general.

Estas nuevas y sabias capacidades de liderazgo incluyen la aptitud de cambiar y ampliar la perspectiva propia conectándose con un propósito noble, y la capacidad de decidir y actuar sistemáticamente en consonancia con un propósito noble. UN noble propósito trasciende los beneficios personales y el ego y permite actuar de manera auténtica y apropiada por el bien común.

John Mackey, cofundador y codirector ejecutivo de Whole Foods Market, descubrió su noble propósito a temprana edad. En 1978, cuando tenía tan solo 25 años, Mackey y su novia pidieron un préstamo de 45 000 dólares a familiares y amigos para abrir una pequeña tienda de alimentos naturales en Austin, Texas. Con el tiempo, la tienda se expandió hasta convertirse en una cadena nacional de supermercados especializada en productos naturales y orgánicos. En una entrevista con nosotros, Mackey nos contó cómo su noble propósito —construir una sociedad más sana y sostenible— le dio la resiliencia y la fortaleza necesarias para superar los numerosos obstáculos personales y profesionales que encontró a medida que ampliaba su negocio.

El noble propósito de Mackey también dio forma a su perspectiva holística: cree que las empresas deben esforzarse por crear valor para todos las partes interesadas, tienen la obligación moral de retribuir a la sociedad y ser responsables con el medio ambiente. En la práctica, este noble propósito se traduce en valores sólidos, como el respeto por las personas, y en altos estándares de calidad y sostenibilidad que impregnan todas las prácticas empresariales de Whole Foods, desde el abastecimiento hasta el compromiso de los empleados y el servicio de atención al cliente. Por ejemplo, Whole Foods es una firme defensora de la agricultura orgánica y una firme defensora de los pequeños agricultores. Whole Foods también apoya los métodos humanos de producción de carne y aves de corral y, en 2000, presentó el primer marisco con certificación ecológica con la etiqueta «Fish Forever» del Marine Stewardship Council.

Mackey nos dijo en nuestra entrevista que cree que, en las últimas décadas, el capitalismo ha perdido su arraigo ético y que la explosión de escándalos corporativos es una prueba de esta deriva. Con el objetivo de fortalecer la base ética del capitalismo y volver a conectar a las empresas con su noble propósito, en 2007 Mackey inició —junto con el Dr. Raj Sisodia de la Universidad de Bentley— la capitalismo consciente movimiento. El objetivo de este movimiento es formar comunidades de empresas socialmente responsables con un liderazgo ilustrado que estén impulsadas por un propósito superior y un orientación a las partes interesadas. En los últimos años, el movimiento del capitalismo consciente ha crecido rápidamente y ahora incluye firmas líderes como Whole Foods, Southwest Airlines, Google, Costco, Patagonia, UPS, Trader Joe’s, Panera Bread y The Container Store. Según su experiencia, Mackey y Sisodia son coautores de un libro, Capitalismo consciente, que se publicó en enero de 2013.

Al conectarse con un propósito noble, puede ampliar su perspectiva y ganar en claridad ética, lo que puede servir de brújula para navegar en un entorno empresarial complejo y volátil. El siguiente paso será utilizar esta brújula para alinear sistemáticamente todas sus decisiones y acciones con su noble propósito. Esta estrecha alineación le dará el discernimiento, el coraje y la concentración para hacer lo «correcto» en lugar de preocuparse por hacer las cosas «de la manera correcta».

Alan Mulally, CEO de Ford, es un líder que siempre ha decidido y actuado de acuerdo con su noble propósito. Tras observar de cerca a Mulally durante los últimos veinte años en varios puestos de liderazgo, nos ha sorprendido la forma en que su perspectiva sistémica y visionaria informa y da forma a todas sus decisiones y acciones.

Cuando Mulally se hizo cargo de Ford en 2006, el icónico fabricante de automóviles tuvo problemas. Perdía cuota de mercado y valor de marca de manera constante y sufrió grandes pérdidas debido a la creciente competencia mundial. La moral de los empleados caía en picado y la empresa en su conjunto parecía haber perdido su sentido de propósito. Tras evaluar detenidamente el complejo contexto interno y externo, Mulally tomó la atrevida pero controvertida decisión de hipotecar todos los activos de Ford para obtener un préstamo de 23 600 millones de dólares. Creía que ese préstamo era necesario para invertir en I+D y que actuaría como «un colchón para protegerse de una recesión u otro suceso inesperado». Esta decisión fue criticada por muchos que la consideraron imprudente, dado que la economía iba bien en ese momento.

Pero Mulally mantuvo su serenidad y se mantuvo en el camino que él creía que era adecuado para el bien a largo plazo de la empresa. «Tenemos que controlar nuestro propio destino», señaló. Dos años después, en el punto álgido de la recesión, la decisión de Mulally demostró ser sensata. GM y Chrysler tuvieron que declararse en quiebra y el gobierno de los Estados Unidos tuvo que rescatarlos. Por otro lado, Ford, gracias al préstamo, pudo soportar la recesión sin quedarse con los fondos federales de rescate y salió de la crisis con más fuerza. Según Finanzas diarias, «Ford ha tenido un desempeño increíblemente bueno como empresa en los últimos años: fabrica buenos vehículos, es rentable de manera constante, recientemente restableció sus dividendos y ha hecho un trabajo notable saldando su deuda».

Tanto Mackey como Mulally son personas inteligentes. Pero estos líderes no se basan únicamente en su inteligencia para ayudar a sus organizaciones a navegar por el complejo entorno empresarial en el que operan. En cambio, aprovechan sus sabiduría — las cosas que le dan claridad ética y sentido de propósito. Cuando la sabiduría proporciona la brújula ética, la inteligencia puede hacerse aún más potente. Mackey y Mulally aplican su sabiduría en su trabajo diario para encontrar oportunidades en la complejidad. No solo son inteligentes, sino también líderes sabios.

Un liderazgo inteligente requiere cultivar una perspectiva más amplia, responder a los acontecimientos externos con discernimiento y actuar por un interés propio ilustrado para crear valor para los accionistas y la sociedad. ¿Puede pensar en líderes que demuestren sabiduría práctica en sus acciones y decisiones del día a día? Nos gustaría conocerlos en los comentarios de abajo.