Hace poco me senté con un ejecutivo, al que llamaremos Mark, para revisar su exhaustivo informe de opiniones, que comprendÃa casi 25 entrevistas con stakeholders crÃticos. Aunque la mayorÃa de las opiniones contienen algunos datos contradictorios, en su caso, las diferencias eran extremas. Algunas personas lo describieron como comprensivo y amable, mientras que otras lo calificaron de interesado y mezquino. Algunos stakeholder lo consideraban empoderador y no intervencionista, incluso demasiado distante, mientras que otros lo percibÃan como opresivo y microgestor.
Su respuesta, naturalmente defensiva, fue reveladora. Preguntó: "Entonces, ¿qué es? ¿Soy un microgestor o un abandonador?". Para su disgusto, le contesté: "Bueno, aparentemente eres ambas cosas".
Por supuesto, ninguno de nosotros somos iguales todo el tiempo, asà que tiene sentido que las percepciones y experiencias de las distintas personas sobre nosotros varÃen. Pero demasiada variación no es buena y, de hecho, puede ser señal de problemas más profundos. El instinto que subyace a su pregunta es criticar los datos ("¿cuál es?") o suponer que la percepción de alguien está equivocada ("¿un microgestor o un abandonado?"). Su primera respuesta deberÃa haber sido: "¿Qué estoy haciendo para que se me vea de forma tan diferente según con quién esté?".
Si se encuentra ante datos tremendamente contradictorios, he aquà cuatro maneras de interpretarlos y actuar en consecuencia.
Aclare sus intenciones.
Una brecha sustancial entre la intención y el impacto suele deberse a unas intenciones confusas. Aunque Mark es un ejecutivo inteligente y de éxito con deseos de ser eficaz, habÃa muchas situaciones en las que no habÃa aclarado qué resultado querÃa realmente. Por ejemplo, en una situación, Mark creÃa que estaba delegando un proyecto de alto perfil en una de sus subordinadas directas, a la que llamaremos Diane, para ayudarla a estirarse. Pero Diane me dijo: "Lo único que hizo fue tenderme una trampa para que fracasara. No estaba cualificada para hacerlo, y en realidad sólo estaba castigando a Susan, a quien se lo habÃa dado inicialmente pero se lo quitó cuando tuvo preguntas sobre el proyecto."
Cuando le pregunté a Mark por qué le habÃa quitado el proyecto a Susan, me dijo: "Interpreté todas sus preguntas como dudas sobre si se sentÃa capaz de hacerlo, y no querÃa que se sintiera mal. Y pensé que Diane necesitaba una oportunidad para crecer". A Mark le sorprendió que tanto Diane como Susan interpretaran la medida como un castigo para Susan. Pero él no habÃa confirmado con Susan que sus preguntas eran un signo de inseguridad en sà misma y no habÃa verificado con Diane que se trataba de un encargo que ella se sentÃa segura de asumir.
La falta de intenciones claras puede predisponerle a ser malinterpretado y a que se atribuyan erróneamente sus motivaciones. La intención de Mark era ser justo al hacer las asignaciones, mostrar compasión por lo que creÃa que Susan estaba sintiendo e invertir en el desarrollo de Diane. Sin embargo, su impacto se alejó mucho de esas intenciones. Al tomar o cambiar decisiones importantes, "liderar en voz alta" se convierte en un aspecto crÃtico para asegurarse de que los demás entienden por qué está haciendo lo que está haciendo. De lo contrario, la brecha entre las intenciones y el impacto desencadena un abanico conflictivo de cómo experimentan su impacto los que lo reciben.
Interrogue a quienes sacan lo mejor y lo peor de usted.
Cuando reciba una retroalimentación que varÃa mucho entre los stakeholder, identifique cuáles de ellos obtienen su mejor comportamiento. Esto puede ayudarle a empezar a aislar las condiciones (personas, contexto o ambos) en las que sus intenciones y su impacto están más alineados.
Como los datos eran anónimos, Mark no sabÃa qué stakeholder habÃa dicho qué, pero yo sÃ. Mediante una serie de cuidadosas indagaciones, ayudé a Mark a aislar un conjunto de personas y situaciones en las que sus intenciones y acciones coincidÃan y eran corroboradas por los comentarios positivos de los datos. Resultó que Mark era más afectuoso, positivo y eficaz con personas a las que conocÃa desde hacÃa mucho tiempo y cuyos enfoques del trabajo eran decisivos y acelerados. Como ocurre con muchos lÃderes, Mark acogÃa bien las situaciones que mostraban las habilidades que valoraba con personas en las que confiaba profundamente. En otras palabras, le iba bien con personas que sentÃa que eran como él y leales.
Cuando le comenté esto a Mark, se encogió de hombros. Comprendió la implicación: que las personas que eran más nuevas, con las que no habÃa invertido tiempo en conectar y cuyas habilidades aún estaban en desarrollo, se llevaban su peor parte. Curiosamente, Mark se enorgullecÃa de su intención de ser un buen mentor, y algunas personas habÃan señalado cómo sus carreras habÃan florecido con su ayuda. Pero cuando sus comportamientos varÃan demasiado entre los stakeholder, puede indicar que es necesario reexaminar los valores que impulsan sus decisiones. En este caso, el valor de lealtad de Mark (evidenciado por una larga permanencia en el puesto) y su valor de competencia (medido por las personas que hacÃan las cosas como él las hacÃa) no le estaban sirviendo. Sus valores propugnados de tutorÃa y capacitación de los demás no podÃan activarse porque estaban oscurecidos por la sombra de otros dos valores predominantes cuyo impacto involuntario era marginar a los que no daban la talla.
Mark necesitaba reexaminar los valores que le hacÃan extender o retener la confianza. Necesitaba apoyarse en su incomodidad con las situaciones y las personas que caÃan fuera de su zona de confort. De ese modo, su excesiva dedicación a un conjunto de valores no violarÃa otros valores que decÃa apreciar pero que sus acciones desmentÃan. Si se encuentra tratando de dar sentido a una retroalimentación contradictoria, eche un vistazo más de cerca para ver si, sin saberlo, está favoreciendo a un grupo de stakeholders a expensas de otros.
Vaya a la raÃz de sus extremos.
Nuestra predisposición a favorecer a ciertos tipos de stakeholders y nuestra resistencia (a menudo inconsciente) a otros stakeholders nunca es aleatoria. La clave está en escarbar debajo de sus preferencias para comprender mejor a qué necesidad sirven. Necesitaba ayudar a Mark a comprender qué le llevaba a asociar las relaciones duraderas con la lealtad y qué tenÃan las personas que enfocaban las cosas de forma diferente a la suya que le inspiraba menos confianza.
Volvimos a la situación con Susan y Diane. TenÃa curiosidad por saber por qué las preguntas de Susan le hacÃan dudar a Mark. Como ella sólo llevaba 18 meses en su equipo y fue contratada justo al principio de la pandemia (lo que limitaba su capacidad para conocerla bien), me pregunté qué datos estaba utilizando para sacar sus conclusiones. Cuando le pregunté por las preguntas que ella le hacÃa y que él consideraba que indicaban dudas sobre sà misma, obtuve pistas importantes. Susan, sin saber cómo "Mark habrÃa hecho las cosas", estaba indagando sobre varios enfoques del proyecto que ella consideraba adecuados, pero que se desviaban significativamente de cómo Mark habrÃa hecho las cosas. Esto le ponÃa ansioso. No es que temiera que ella fracasara, temÃa cómo le harÃa quedar a él que un miembro más reciente de su equipo fracasara con un proyecto tan altamente visible. Estaba proyectando en ella sus propias dudas.
Mark se sintió fatal cuando descubrió esto. Se dio cuenta: "En lugar de proteger a Susan de su falta de confianza, le quité la confianza con mis propias dudas, haciéndola sentir peor". Una revelación dolorosa, sin duda, pero que hizo que Mark tuviera las ideas claras sobre lo que debÃa hacer para enmendar su error. Además, ayudó a Mark a darse cuenta de que su inconsistencia se habÃa convertido en un activo aprovechable para su equipo: la gente "de su lado bueno" sabÃa cómo manipular sus reacciones predecibles para conseguir lo que querÃan.
Como lÃder, la gente tiene derecho a esperar de usted un grado razonable de coherencia. Si quiere llegar a la raÃz de por qué trabaja bien con algunos stakeholders pero no con otros, pruebe lo siguiente: Haga una lista de cinco stakeholders con los que crea que mantiene relaciones productivas, mutuamente beneficiosas y basadas en la confianza, y cinco con los que crea que mantiene el tipo de relación opuesto. Para cada relación productiva, identifique qué cree que hace que funcione. ¿Qué valores utiliza para extender la confianza? ¿Qué es lo que más le gusta de esas personas? ¿Qué caracterÃsticas suyas cree que valoran? Haga el mismo análisis de las relaciones improductivas para ver qué falta. ¿Qué prejuicios tiene sobre cada persona? ¿Qué conclusiones ha sacado que puedan estar mal informadas? ¿Qué diferencias le parecen intolerables? Busque los patrones en cada una de ellas y probablemente encontrará pistas importantes sobre ambos tipos de relaciones.
Sea intencionado con sus elecciones.
No es raro que los ejecutivos experimentados funcionen con el piloto automático buena parte del tiempo. Contar con enfoques probados para la mayor parte de su trabajo les da la capacidad de echar mano de su bolsa de trucos y simplemente actuar. El problema de un enfoque tan descerebrado es que no tiene en cuenta los nuevos datos y contextos.
Los lÃderes profundamente conscientes de sà mismos cuestionan sus suposiciones antes de elegir cualquier enfoque, por probado que esté. Los lÃderes con inseguridades más profundas, como Mark, pasan tanto tiempo lidiando inconscientemente con el parloteo de su cabeza que dejan poco espacio para ser conscientes de lo que está ocurriendo justo delante de ellos. Hace falta disciplina mental y práctica para acallar ese parloteo y centrarse en la situación que se presenta, determinando cuidadosamente lo que esa situación le está pidiendo.
He aquà una serie de preguntas que Mark y yo desarrollamos para ayudarle a comenzar cada interacción centrándose en sà mismo en lugar de actuar reflexivamente sobre viejas suposiciones y narraciones en bucle en su cabeza. Vea si alguna versión de las mismas puede resultarle útil en situaciones en las que necesite reforzar las conexiones con los stakeholders:
- ¿Qué estoy sintiendo en esta interacción? (Por ejemplo, tranquilo, ansioso, confiado, inseguro.) ¿Por qué me siento as�
- ¿Qué necesita esta persona de mà y qué necesito yo de ella? ¿Qué preguntas debo hacer para validar mis suposiciones?
- ¿Qué resultado deseo de esta interacción y qué resultado creo que desean ellos? ¿Cómo expongo respetuosamente mis deseos e indago abiertamente sobre los suyos para ver dónde estamos alineados y dónde puede que no lo estemos?
- En los puntos en los que no estamos alineados, ¿qué me dice mi resistencia? ¿Qué juicios estoy haciendo? ¿Qué temo? ¿Cómo puedo mostrar empatÃa y apertura en lugar de cerrarme?
- ¿Cómo puedo utilizar esta interacción para fortalecer esta relación? ¿Cómo puedo afirmar o profundizar la confianza entre nosotros?
Si se encuentra en la encrucijada de reacciones muy divergentes, aborde los mensajes contradictorios con curiosidad en lugar de resistirse a ellos. Esos mensajes pueden estar invitándole a una versión más fuerte y saludable de usted mismo si consigue llegar al fondo de lo que hay detrás de ellos. Empiece por asumir que el conflicto no está en los datos, sino más bien en usted mismo.