Cómo elegir las referencias correctas
por Rebecca Knight
Ha superado la última ronda de entrevistas y ahora su posible empleador quiere comprobar sus referencias. ¿A quién debe preguntar? ¿Qué personas pueden dar mejor fe de usted? ¿Podrán describir todas sus cualidades y habilidades relevantes y explicarle por qué es apto para el nuevo puesto?
**Lo que dicen los expertos
**Uno de los mayores errores que cometen los solicitantes de empleo es no entender «lo increíblemente importantes que son las referencias» en el proceso de contratación, afirma Claudio Fernández-Aráoz, asesor principal de la firma global de búsqueda de ejecutivos Egon Zehnder y autor de No se trata del cómo ni el qué, sino del quién: triunfe rodeándose de los mejores. Las referencias proporcionan «una evaluación precisa y externa de sus puntos fuertes y débiles para que los gerentes puedan contratar con toda la información», explica. «Si tuviera la opción de entrevistar a un candidato sin comprobar las referencias o comprobar las referencias sin entrevistar, yo elegiría esta última». Como candidato a un puesto, debe ser reflexivo y estratégico con respecto a las personas a las que pregunta y cómo las prepara para que hablen en su nombre, según Priscilla Claman, presidenta de Career Strategies, una consultora con sede en Boston y colaboradora del Guía de HBR para conseguir el trabajo adecuado. «Quiere que sus referencias presenten una historia coherente sobre quién es, en qué es lo que se le da bien y qué es lo que quiere hacer» con su carrera, afirma. Estas son algunas cosas que debe tener en cuenta.
**Prepárese
**Incluso antes de iniciar el proceso de entrevista de trabajo, debería elaborar una lista mental de sus colegas anteriores y actuales que puedan servirle de referencia para que, una vez que se lo pida, esté preparado. Lo ideal sería que su lista incluyera una mezcla de jefes, compañeros de trabajo y subordinados anteriores y actuales. «Las mejores referencias son de personas que han trabajado en estrecha colaboración con usted», afirma Fernández-Aráoz. Nunca pida a alguien que sea una referencia si no sabe con certeza lo que va a decir, añade Claman. «Debería preguntar a los directivos que le han hecho valoraciones de desempeño positivas. Pregunte a sus compañeros de trabajo que le hayan dado las gracias por su ayuda en los proyectos. Y pregunte a las personas que han trabajado con éxito con usted», dice. «Por eso tiene que mantener esas relaciones».
**Comprenda sus opciones
**Si el director de contratación le pide comprobar sus referencias en su organización actual y no quiere divulgar el hecho de que está pensando en marcharse, tiene dos opciones. Primero, ofrézcase a proporcionarle referencias ajenas a su organización (consultores, asesores, abogados o clientes) que puedan demostrar la calidad de su desempeño laboral. O dos, ofrézcase a dar referencias una vez que la nueva empresa le haga una oferta de trabajo formal. «Es bastante común», dice Claman. «La mayoría de las empresas entienden la posición en la que lo ponen». Sin embargo, hay algunos casos en los que es aceptable inclinar la mano, afirma Fernández-Aráoz. Tal vez no vaya a pasar al siguiente nivel, no le interese un ascenso o necesite dejar su trabajo por motivos personales. Si ha decidido marcharse, utilice su mejor criterio al compartir esa información de forma selectiva con sus colegas. «Pero si por lo demás es feliz donde está, espere a que esté en una fase avanzada» antes de dar a conocer sus planes, afirma Fernández-Aráoz.
**Sea específico
**Cuando el director de contratación solicite sus referencias, «averigüe qué es lo que quiere comprobar específicamente», dice Fernández-Aráoz. Si el gerente quiere obtener más información sobre su estilo de liderazgo, debería hablar con sus subordinados directos anteriores y actuales. Si quiere comprobar su capacidad para desarrollar una estrategia, los jefes son las personas a las que puede recurrir. Si quiere aprender sobre su capacidad de influencia, debería hablar con sus compañeros. «Esto ayuda a la persona a comprobar las referencias más relevantes y a obtener una evaluación más fiable y precisa», afirma. Recuerde: la calidad de las referencias que ofrece es un reflejo de usted.
**Contexto de la oferta
**Ayude a sus referencias a ofrecer el mejor respaldo posible proporcionándoles información sobre el puesto para el que se le está considerando y por qué quiere el puesto. «Déles un marco», dice Claman. «Dígales por qué cree que la empresa quiere contratarlo y cómo es probable que sea útil para esa empresa para que puedan reforzarlo». Recuerde amablemente a sus referencias sus logros y enfoque pasados. «Entrénelos en lo que quiere que digan», sugiere. También pida diferentes referencias para destacar los diferentes talentos y puntos fuertes, dice. «Uno podría hablar de su capacidad para establecer relaciones con sus colegas, otro de sus habilidades técnicas y otro de sus habilidades de gestión de proyectos».
**Sea ingenioso
**Si lo están considerando para un puesto en el que no tiene experiencia directa, puede resultar difícil encontrar una referencia adecuada. En circunstancias de contratación como estas, tiene que adoptar un enfoque diferente. Cuente una época del pasado en la que asumió nuevas responsabilidades profesionales, encabezó un proyecto multifuncional o se adentró en una nueva geografía y, a continuación, piense en los compañeros con los que trabajó en estrecha colaboración en ese entonces. Quiere «personas que lo hayan visto hacer algo diferente», afirma Fernández-Aráoz. «Cuando un director de contratación se entere de que usted [ha asumido algo nuevo] en circunstancias similares, deducirá su competencia».
**Encuentre puntos en común
**Los mejores testimonios dependen de la «franqueza» de la persona que proporciona la referencia, según Fernández-Aráoz. Para «facilitar la franqueza», le sugiere que trate de identificar los puntos en común entre la persona que comprueba sus referencias y las personas que las proporcionan. Quizás el director de contratación y su exjefe compartan un alma máter. O quizás alguna vez trabajó en la misma empresa que uno de sus colegas más cercanos. «La gente dará más importancia a esas referencias por el efecto de familiaridad», afirma Fernández-Aráoz. Del mismo modo, es probable que el árbitro «sea más abierto y sincero» durante la conversación.
**Explique la negatividad
**«Debería saber cuándo esperar una referencia negativa», afirma Fernández-Aráoz. Puede provenir de un directivo que lo despidió, de alguien que le dio una mala valoración de su desempeño o de un colega que se sintió ofendido por su abandono de la organización. Si el director de contratación pide llamar a esa persona en concreto, sea honesto. «Diga: ‘Es probable que esta persona le dé una referencia negativa. Deje que le diga por qué’». Luego sugiera a otras personas de la misma organización que «puedan ofrecer opiniones relevantes y objetivas», afirma Fernández-Aráoz. Al fin y al cabo, lo último que quiere es que el «director de contratación se sorprenda con lo que oye», dice Claman.
Hacer
- Tenga preparada una lista de referencias que incluya una mezcla de jefes, colegas y subordinados directos que darán testimonios contundentes en su nombre
- Piense de forma creativa en otras personas que podrían ser una buena referencia; su lista también podría incluir consultores o clientes que puedan hablar sobre la calidad de su actuación
- Recuerde a sus referencias sus logros anteriores y pídales que destaquen habilidades y puntos fuertes específicos
No
- Pida a alguien que sea una referencia, a menos que esté seguro de que esa persona dirá cosas positivas sobre su trabajo
- Descarte el uso de referencias de su organización actual; considere sus circunstancias y decida si tiene sentido inclinar la mano diciendo que se va
- Sea impreciso acerca de su posible nueva oportunidad; proporcione sus referencias con información sobre el puesto para el que se le está considerando y por qué quiere el puesto
**Caso práctico #1: Sea honesto acerca de sus circunstancias y proporcione un contexto relevante
**Durante cinco años, Michiko Gupta tuvo un trabajo de plantilla que le encantaba en una gran universidad con sede en Boston. Pero a principios de este año, su esposo consiguió un nuevo trabajo en Chicago. «Lo primero que pensé fue: ¿Qué va a pasar con mi carrera? Lo segundo que pensé fue: tengo que decirle a mi gerente que me voy».
Cuando Michiko le dio la noticia, su gerente estaba molesto, pero entendió que tenía que mudarse por motivos familiares. «La conversación, naturalmente, giró en torno al hecho de que ahora estaba buscando un nuevo trabajo», recuerda Michiko. «Se ofreció como voluntaria para ser mi referencia y luego me dio un consejo: siempre es mejor buscar trabajo mientras aún lo tenga».
El jefe de Michiko le permitió trabajar de forma remota desde Chicago durante tres meses mientras buscaba un nuevo puesto. Finalmente, a través de otra colega de Boston, se enteró de una oportunidad en una escuela de su nueva ciudad y, cuando los entrevistadores le pidieron referencias, por supuesto, ella dio el nombre de su actual gerente. «Teníamos una relación tan estrecha que le envié la descripción del puesto y le avisé de que alguien se pondría en contacto con ella», dice Michiko. «Conocía mis puntos fuertes».
Como segunda referencia, Michiko eligió a la homóloga de su gerente en otro departamento, pero, como ella y la persona no habían trabajado tan de cerca, adoptó un enfoque diferente. «La llamé para hablar sobre el puesto que había solicitado y le dije en qué áreas se centraría el director de contratación. También le recordé mis responsabilidades en una tarea que hicimos juntos y le pregunté si podía hablar sobre las habilidades de gestión de proyectos y mis capacidades de trabajo en equipo. Quería su recomendación para complementar la de mi gerente».
Michiko consiguió el trabajo. Y aunque echa de menos a su antiguo jefe y a su equipo, está prosperando en su nuevo puesto.
**Estudio de caso #2: Piense deliberada y estratégicamente a quién preguntar
**Scott Merritt, un ejecutivo de relaciones públicas en Atlanta, había realizado varias rondas de entrevistas de trabajo en una empresa cuando le pidieron referencias. Sabía que era una decisión fundamental: «En las entrevistas de trabajo, estoy seguro de que sé lo que hago y estoy al tanto de los últimos métodos y tendencias, pero también sé —al haber contratado a varias personas— que mucho depende de con quién hable el director de contratación y de lo que aprenda», explica.
Pero, muy descontento con su empresa actual, no iba a pedirle a su jefe que fuera de referencia. Afortunadamente para él, «en el negocio de las RR.PP. hay muchos tipos diferentes de referencias que puede utilizar».
Scott preguntó a tres personas. El primero fue un exsocio de negocios con el que todavía hablaba por teléfono al menos una vez a la semana y al que consideraba una «caja de resonancia profesional». El segundo era un cliente para el que trabajaba actualmente y que había sido gratuito. «Sabía que me daría una referencia muy sólida y no sería problema que supiera que quería dejar mi trabajo», explica Scott. Y su tercera referencia era periodista. «Si quería que me tomaran en serio como RR.PP. que tiene relaciones sólidas con los periodistas y consigue muchos puestos en los medios de comunicación, sabía que tenía que demostrarlo. En el trabajo que estaba buscando, trabajaba en muchas cuentas de tecnología, así que le pregunté a un redactor de tecnología que trabaja para varios periódicos y revistas de primer nivel. Sabía que una recomendación suya mejoraría mi propuesta de valor».
Entregadas las tres referencias. Scott consiguió el trabajo y, 18 meses después de su nuevo trabajo, está mucho más feliz en su nueva empresa.
Más información sobre la búsqueda de empleo:
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