Convertirse en líder, convertirse en usted mismo
por Adi Ignatius
Warren Bennis tenía un don para hacer que un liderazgo estelar pareciera a la vez poco común y alcanzable. «Convertirse en líder», escribió, «es sinónimo de convertirse en uno mismo. Es precisamente así de simple y también tan difícil». Nadie escribió mejor o con más claridad sobre el imperativo y los desafíos de ser un gran ejecutivo.
Para honrar su legado, Harvard Business Review y la Escuela de Negocios Marshall de la USC, donde Warren enseñó durante muchos años antes de su muerte el verano pasado, crearon conjuntamente el Premio Warren Bennis, para reconocer el mejor artículo sobre liderazgo de cada año en HBR.
Nos complace anunciar al ganador de 2014: «Genio colectivo», de Linda A. Hill, Greg Brandeau, Emily Truelove y Kent Lineback. El artículo, que apareció en nuestro número de junio, muestra que para mantener la competitividad de sus organizaciones, los líderes necesitan crear y mantener comunidades colaborativas que estén dispuestas y sean capaces de innovar.
También reconocemos a tres finalistas del premio: «Liderazgo en el Océano Azul», de W. Chan Kim y Renée Mauborgne; «Gestione su trabajo, gestione su vida», de Boris Groysberg y Robin Abrahams; y «Búsqueda de talentos del siglo XXI», de Claudio Fernández-Aráoz.
El tema del liderazgo en todas sus dimensiones sigue siendo fundamental para HBR. El pieza principal en Spotlight on Decision Taking de este mes sostiene que los grandes líderes deberían actuar un poco más como arquitectos. Los autores, John Beshears y Francesca Gino, ambos de la Escuela de Negocios de Harvard, demuestran que al mejorar el entorno en el que se toman las decisiones, los ejecutivos pueden aumentar la probabilidad de obtener resultados positivos.
Seguro que Warren lo habría apreciado.
Artículos Relacionados

La IA es genial en las tareas rutinarias. He aquí por qué los consejos de administración deberían resistirse a utilizarla.

Investigación: Cuando el esfuerzo adicional le hace empeorar en su trabajo
A todos nos ha pasado: después de intentar proactivamente agilizar un proceso en el trabajo, se siente mentalmente agotado y menos capaz de realizar bien otras tareas. Pero, ¿tomar la iniciativa para mejorar las tareas de su trabajo le hizo realmente peor en otras actividades al final del día? Un nuevo estudio de trabajadores franceses ha encontrado pruebas contundentes de que cuanto más intentan los trabajadores mejorar las tareas, peor es su rendimiento mental a la hora de cerrar. Esto tiene implicaciones sobre cómo las empresas pueden apoyar mejor a sus equipos para que tengan lo que necesitan para ser proactivos sin fatigarse mentalmente.

En tiempos inciertos, hágase estas preguntas antes de tomar una decisión
En medio de la inestabilidad geopolítica, las conmociones climáticas, la disrupción de la IA, etc., los líderes de hoy en día no navegan por las crisis ocasionales, sino que operan en un estado de perma-crisis.