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Gestión propia

5 reglas para unas vacaciones que realmente valen la pena

por Claudio Fernández-Aráoz

5 reglas para unas vacaciones que realmente valen la pena

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Foto de Jacob Walti

«Un maestro en el arte de vivir no hace ninguna distinción clara entre su obra y su obra; su trabajo y su ocio; su mente y su cuerpo; su educación y su recreo. Apenas sabe cuál es cuál. Simplemente persigue su visión de la excelencia a través de lo que hace y deja que otros determinen si trabaja o juega. Para sí mismo, siempre parece estar haciendo ambas cosas».

Me encanta esta cita de L. P. Jacks. Describe a algunos de los profesionales más inspiradores, felices y exitosos que conozco. El mensaje principal es claro: encuentre un trabajo que le encante, uno que le permita dar lo mejor de sí mismo, y no se sentirá nada como un trabajo. Sin embargo, el corolario también es importante: debemos abordar nuestro vacaciones con la misma tenacidad que nosotros vocaciones, y usarlos para volver a la oficina mejor que antes.

Pensemos en mi amigo John, exdirector ejecutivo y presidente de una importante firma de servicios profesionales, que ahora participa activamente en varias iniciativas sociales importantes. Ve las vacaciones como una forma de despejar y agudizar su mente y, durante los últimos 25 años, ha organizado excursiones anuales de senderismo con su esposa y otras tres parejas. Caminan alrededor de una semana por impresionantes montañas, parques nacionales o reservas naturales, haciendo parejas diferentes cada día para que todos tengan la oportunidad de charlar. Antes de retirarse del puesto de CEO, intentaba tomarse estos descansos justo antes de las reuniones de sus socios globales, porque descubrió que sus ideas, iniciativas e incluso discursos pasarían a ser mucho más centrados, ricos, claros y poderosos, ¡aunque no dedicara tiempo a trabajar activamente en ellos!

Usted y su equipo

Para Richard, un respetado académico y autoridad mundial en liderazgo, las vacaciones también son algo serio. Su mujer y él varían conscientemente la forma en que pasan su tiempo libre. Una o dos veces al año se van de «vacaciones de aprendizaje» a lugares que no conocen bien. Investigan todos los lugares y restaurantes imperdibles del destino que eligen, planifican meticulosamente su itinerario y, a menudo, reservan un guía y un conductor si ninguno de los dos habla el idioma local. Cuando están allí, exploran de verdad y pasan mucho tiempo hablando con los nativos. Complementan estas ajetreadas vacaciones con dos tipos de relajación: una estancia anual en un tranquilo e interesante hotel boutique de playa (no hay lugares aptos para familias), al que solo llevan libros, protector solar y equipo de esnórquel, así como visitas frecuentes a su propia casa de playa para «relajarse», sin huéspedes ni trabajo, solo para reflexionar y hacer jardinería.

¿Qué podemos aprender sobre cómo aprovechar el tiempo libre de estos verdaderos maestros del arte de vivir?

  1. Muévase y haga ejercicio. La ciencia evolutiva nos dice que nuestro elegante cerebro no se desarrolló mientras estábamos descansando sino mientras hacíamos ejercicio. Nuestros antepasados se mudaban todo el tiempo. Y deberíamos aprovechar nuestras vacaciones para hacer lo mismo, especialmente los que tenemos trabajos que nos mantienen en mesas de reuniones o escritorios todo el día.
  2. Encuentre un entorno tranquilo y hermoso. La naturaleza no solo le ayuda a escuchar su voz interior, sino que también puede inspirar nuevos propósitos y pasiones. Mi esposa María y yo estábamos paseando por el bellísimo cañón del Júcar, en Castilla-La Mancha, cuando decidimos mudarnos de Madrid a Buenos Aires para poder hacer el cambio de trabajo más importante y exitoso de mi vida.
  3. Conozca gente diferente e interesante. En uno de los cuadernos de Leonardo da Vinci hay una lista de 15 tareas pendientes. Al menos ocho implican consultas con otras personas y dos se centran en libros ajenos. Las personas más productivas del mundo son profundamente curiosas y colaborativas, y buscan constantemente nuevos conocidos y aliados — incluso cuando están de vacaciones.
  4. Estar dispuesto a invertir. Muchos de nosotros nos inclinamos por los lujos tangibles. Gastamos más en casas, coches, ropa y otras cosas, que muy pronto pierden su atractivo inicial y generan todo tipo de preocupaciones y necesidades de mantenimiento, que en experiencias que, según las investigaciones, ofrecen más satisfacción a largo plazo y proporcionan no solo placer sino también la oportunidad de aprender y crecer. Unas vacaciones de calidad son una de las inversiones con mayor rentabilidad que puede hacer.
  5. Planifique correctamente. Nunca deje sus vacaciones al azar. Viajes en avión sin problemas, buen alojamiento, reservas garantizadas en restaurantes y excursiones: todo esto hará que su tiempo libre sea más productivo y agradable. Además, la preparación en sí puede ser divertida. Imagínese todo lo que podría hacer y, a continuación, elija los lugares y las actividades que le den mejores oportunidades de renovación y reinvención y que le permitan crear los recuerdos más inolvidables.