Tres pasos para cultivar la mentalidad de un innovador
por Soren Kaplan

Imagine que está jugando a un videojuego en el que debe superar desafíos y desbloquear recompensas para pasar al siguiente nivel. Subir en los escalafones corporativos en el trabajo es similar, pero en lugar de luchar contra dragones o construir ciudades, está navegando por la política de la oficina y su objetivo es cumplir sus objetivos. Tampoco lo va a hacer solo. Sus compañeros suelen competir junto a usted por el próximo ascenso.
Se preguntará: Si todo el mundo juega al mismo juego, ¿cómo puedo salir adelante?
Hacer bien su trabajo normalmente no es suficiente. En un panorama empresarial que premia el pensamiento creativo y los resultados innovadores, se necesita algo más que seguir los pedidos y marcar casillas para destacar. Los empleados que ascienden rápidamente en los escalafones corporativos suelen tener una cualidad muy específica: la mentalidad de un innovador. Estas personas, en última instancia, se posicionan como activos valiosos cuestionando las suposiciones e presionando a sus organizaciones para que sigan siendo competitivas. Al aportar constantemente nuevas ideas y demostrar un enfoque proactivo para la resolución de problemas, atraen naturalmente la atención de los superiores.
Tomemos el ejemplo de mi clienta, Paula Barg, que actualmente es vicepresidenta (vicepresidenta) en el gigante de los servicios de salud Cencora. A los dos años de unirse a la organización, consiguió dos ascensos y pasó del puesto de directora a vicepresidenta, eludiendo el típico puesto de directora sénior. En lugar de simplemente marcar su lista de tareas pendientes cada día, Paula tomaba continuamente la iniciativa de mejorar los sistemas de la empresa. Observó sus procesos, identificó las brechas, propuso soluciones e incluso ayudó a encabezar una comunidad de empleados en toda la empresa que ahora incluye a más de 1000 innovadores internos. Desde entonces, su actitud con visión de futuro la ha convertido en un actor esencial en el equipo global de productos y soluciones de Cencora.
La conclusión principal: cuando se le ocurre una idea que mejora la experiencia del cliente, ahorra tiempo y dinero a las personas o hace que su organización funcione mejor en un mercado competitivo, esos logros no pasan desapercibidos. Con la mentalidad adecuada (centrada en la innovación), usted también puede diferenciarse y conseguir una ventaja en su organización. Esto es cierto para cualquiera, de cualquier nivel, que quiera acelerar su carrera.
Desarrollar la mentalidad de un innovador
Como describo en mi último libro, Inteligencia experiencial, su forma de pensar consiste en sus actitudes y creencias. Si su actitud es hacer lo mínimo porque cree que no puede hacer ninguna diferencia real en su trabajo, probablemente no brille como una estrella. Por otro lado, si se centra en mejorar su trabajo (y su vida) a través de curiosidad, creatividad y aprendizaje continuo, está mejor posicionado para descubrir y crear nuevas oportunidades en cada área de lo que hace. En otras palabras, es más probable que desarrolle una mentalidad de innovador.
He aquí cómo empezar.
1) Acepte la curiosidad a la hora de resolver problemas.
La curiosidad impulsa la innovación animándolo a cuestionar el status quo y a explorar nuevas posibilidades. Cuando aborda las tareas, incluso las tediosas, con un sentido de asombro, es más probable que descubra soluciones novedosas a los problemas existentes. Esta investigación proactiva puede conducir a mejoras en los procesos, innovaciones de productos y nuevos modelos de negocio que pueden impulsar significativamente el éxito de su organización.
¿Qué aspecto tiene esto en la práctica?
Antes de sumergirse en un proyecto, piense en hacer preguntas que le ayuden a usted y a los demás a pensar de forma innovadora: ¿Cuál es la causa principal del problema que intento resolver? ¿Cómo puedo añadir el mayor valor, lo más rápido posible y con la menor inversión? ¿Hay alguna oportunidad de lograr un mayor impacto, algo que no veo? El objetivo es obtener información sobre el problema subyacente e identificar cualquier suposición que pueda hacer que pueda limitar su productividad y sus resultados.
Cuando sienta curiosidad y esté orientado a las soluciones de esta manera, puede centrar su energía en encontrar formas innovadoras de superar los desafíos en lugar de quedarse atrapado en los propios problemas.
Por ejemplo, supongamos que su gerente le deja en el regazo un proyecto que suena tedioso: renovar la interfaz del sitio web de su empresa. En lugar de gemir y hacer lo mínimo, sienta curiosidad por el panorama general. Haga preguntas como: ¿Qué sorprendería y deleitaría al cliente? ¿Cómo podemos renovar nuestro proceso para hacerlo 10 veces mejor? Puede incluso entrevistar a los usuarios sobre sus experiencias para poner a prueba sus propias suposiciones antes de dedicar su valioso tiempo y recursos.
El punto es que hacer preguntas bien pensadas —y tratar de responderlas de forma proactiva— puede diferenciarlo de la multitud.
Esto es exactamente lo que ocurrió cuando un analista relativamente desconocido de Netflix, Todd Yellin, emprendió la aparentemente mundana tarea de mejorar su interfaz de usuario. En lugar de simplemente modificar las imágenes, Yellin sintió curiosidad. Sabía que el comportamiento de los clientes era importante, así que empezó a hacer un seguimiento de lo que la gente veía, cuánto tiempo veía, qué veía después y a qué hora del día lo veía. Al final, la información de estos datos le ayudó a reimaginar la forma en que los usuarios interactúan con la plataforma Netflix. Encabezó el desarrollo de un algoritmo que predice y sugiere contenido a las personas en función de su historial de visualización.
El trabajo de Yellin no solo impulsó la participación y la satisfacción de los usuarios, sino que también lo posicionó como una figura fundamental en la evolución de la empresa, lo que lo llevó a ascender a vicepresidente de innovación de productos. Su iniciativa demuestra el poder del pensamiento innovador a la hora de transformar todo un negocio.
Consejo profesional: Después de cada proyecto, haga una lista de lo que no funcionó y cómo proporciona información para futuros proyectos. A través de esta práctica, puede construir resiliencia — una cualidad que le permitirá recuperarse de los reveses y verlos como pasos esenciales en el proceso de aprendizaje, incluso ante el escepticismo o los obstáculos. Esta persistencia puede llevar a avances que pueden hacer avanzar su carrera.
2) Fomentar el aprendizaje continuo.
El panorama empresarial cambia constantemente. Basta con pensar en cómo la inteligencia artificial ha conquistado recientemente el mundo empresarial. Al dedicar tiempo al aprendizaje continuo, ya sea dentro o fuera del horario laboral, se asegura de que sus habilidades y conocimientos siguen siendo relevantes y vanguardistas. Este compromiso con el crecimiento puede mejorar su capacidad de contribuir a su organización y convertirlo en un candidato más atractivo para el ascenso.
¿Qué aspecto tiene esto en la práctica?
Dedique una hora a la semana al aprendizaje. Explore las noticias relevantes para su área de especialización, asista a un evento o conferencia de networking o tome un curso en línea para complementar sus proyectos actuales y ampliar sus habilidades. El objetivo aquí es mantenerse al día con las últimas tendencias del sector, mejorar sus habilidades cuando sea necesario, y hágase altamente cualificado en su área de interés. Cuantas más herramientas tenga a su disposición, más fácil le será adaptarse, cambiar de dirección y pensar de forma creativa sobre cómo resolver problemas cuando se enfrente a nuevos desafíos.
Fuera del trabajo, explorar aficiones y adquirir nuevas experiencias también puede resultar útil, como muestran las investigaciones incursionando en actividades creativas puede ayudarnos a desarrollar nuevas habilidades e impulsar nuestra creatividad en el trabajo. Como ejemplo, piense en mi cliente Alan Chen, un consultor de la consultora sanitaria The Krinsky Company. Alan encontró la manera de integrar su pasión por la actuación en su vida profesional de manera que se tradujo en un ascenso. La práctica de la actuación le ayudó a aprender a observar y empatizar con otras personas a un nivel más profundo. Al mejorar estas habilidades, Alan pudo entender mejor a sus clientes y enseñarles a pensar desde la perspectiva de sus clientes, mejorando aún más sus productos. Sus habilidades de improvisación también le permitieron pensar con más flexibilidad ante un cambio inesperado y guiar a su equipo en la adopción de métodos de trabajo más ágiles.
Consejo profesional: Haga una lista de las habilidades que quiere desarrollar. Busque artículos, vídeos de TED, cursos en línea a través de LinkedIn o Coursera y expertos a los que seguir en las redes sociales que puedan ayudarlo a adquirir esos conocimientos. Tome lo que aprenda y compártalo con su equipo, lo que puede ayudarlo a avanzar en sus proyectos y, al mismo tiempo, a posicionarlo como una persona de referencia con estas nuevas habilidades.
3) Fomentar la colaboración abierta.
La innovación prospera en entornos en los que las ideas se comparten libremente y se valoran las diversas perspectivas. La colaboración abierta fomenta un sentido de propiedad comunitaria y colectiva sobre los proyectos, lo que aumenta la probabilidad de obtener resultados innovadores. De hecho, la gran innovación proviene a menudo del trabajo en equipos y departamentos, y las personas que saben cómo construir puentes entre esos silos pueden ayudar a impulsarla.
¿Qué aspecto tiene esto en la práctica?
Cree una sesión mensual de intercambio de ideas con su equipo o compañeros. En lugar de acumular ideas y trabajar en solitario en proyectos, tome la iniciativa para ayudar a facilitar el diálogo y los comentarios, lo que lo diferenciará como creador de puentes que reconoce la importancia de la colaboración para la innovación.
Por ejemplo, supongamos que está trabajando en un proyecto para mejorar la satisfacción de los clientes en su departamento. En lugar de abordar el proyecto solo, organice una sesión mensual de intercambio de ideas con su equipo. Durante estas sesiones, fomente el diálogo abierto e invite a todos a compartir sus comentarios. Este enfoque colaborativo no solo generará múltiples soluciones para que reflexionen en grupo, sino que también fomentará el sentido del trabajo en equipo y de un propósito compartido. Al facilitar estas sesiones, se posiciona como un líder con visión de futuro que valora la creatividad colectiva y es probable que acabe obteniendo mejores resultados.
Consejo profesional: Mantenga un diario semanal sobre innovación para anotar sus ideas y reflexiones. Tome la iniciativa de su equipo para compartir sus opiniones y animar a los demás a hacer lo mismo. La reflexión le permite evaluar sus experiencias, entender sus procesos de pensamiento e identificar las áreas de crecimiento personal y profesional. Esta introspección puede revelar patrones, oportunidades de innovación y áreas en las que un cambio de enfoque podría conducir a mejores resultados.
Cultivar la mentalidad de un innovador es más que un objetivo de desarrollo personal. Es un movimiento profesional estratégico. Al adoptar esta mentalidad (y los comportamientos que la acompañan), puede posicionarse como un profesional con visión de futuro, adaptable y dinámico, preparado para contribuir al éxito de su organización como futuro líder.
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