¿Su trabajo remoto hace que se sienta solo?
por Octavia Goredema

Cuando me cambié al trabajo remoto por primera vez, estaba eufórico. Llevaba años desplazándome al trabajo, lo que normalmente constituía 12 o más horas atrapado en el tráfico cada semana y me generaba niveles incalculables de estrés y frustración. Cuando empecé a trabajar desde casa, además de recuperar las horas perdidas al ir al trabajo, me encantó mi nueva capacidad de concentrarme en mi trabajo sin la distracción de un entorno de oficina de planta abierta.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, empecé a sentirme solo. Pude concentrarme en mi trabajo, pero mis interacciones con los demás se basaban únicamente en las agendas de las reuniones virtuales o el correo electrónico. Me di cuenta de que cada vez estaba menos entusiasmado y más retraído. Pasé demasiado tiempo hojeando las redes sociales porque tenía ganas silenciosas de conectarme con otras personas. Me estaba aislando lenta pero constantemente.
Soledad es la angustia y el malestar que sentimos cuando percibimos una brecha entre la conexión social que queremos y la cantidad y la calidad de las relaciones que tenemos actualmente. Esa brecha puede parecer leve o enorme según la forma en que estamos conectados y nuestras necesidades únicas. Lamentablemente, los sentimientos de soledad prevalentes estaban aumentando incluso antes de la pandemia de la COVID-19, con El 61% de los encuestados a un estudio de 2020 realizado por Cigna que informaba sobre sentirse solo.
Si está lidiando con la soledad, estas son las medidas que puede tomar para empezar a abordar esas brechas de conexión.
Identifique sus necesidades.
Comience el proceso teniendo en cuenta lo que este sentimiento de soledad significa para usted. Identificar sus necesidades es esencial porque la forma en que interprete y experimente la soledad será sorprendentemente diferente a la de otra persona.
Considere lo que necesita para sentir que está conectado y prosperando en el trabajo. ¿Qué tipo de interacciones y niveles de participación disfruta? ¿Es una charla trivial, reuniones individuales o conversaciones grupales? ¿Busca un amigo para comer? ¿Le gustaría tener un equipo más grande con el que colaborar?
Cuando identifiqué mis necesidades, descubrí rápidamente que no echaba de menos mi antiguo entorno de trabajo, sino que necesitaba desesperadamente encontrar vías para mantenerme en contacto con los demás y conocer gente nueva semanalmente. Sea más específico cuando considere lo que necesita. Por ejemplo, si decide que necesita un compañero para comer, ¿quiere quedar dos veces por semana o una vez al mes?
Si reflexiona sobre sus respuestas detalladas, será más fácil determinar si la solución podría ser una solución rápida o algo que requiera un cambio mayor.
Evalúe sus opciones.
Ahora que ha identificado lo que falta, es hora de revisar las opciones que podrían acercarlo al nivel deseado de conexión e interacción social. Comience esta fase con curiosidad y siga haciéndose preguntas, como:
- ¿Qué existe ya que puede que no haya utilizado?
- ¿Qué puedo ajustar para que se adapte mejor a mis necesidades?
- ¿Hay recursos u oportunidades sobre los que pueda investigar y obtener más información?
Al responder a estas preguntas, desafíese a sí mismo a intentar identificar más de una respuesta. Acérquelo como una actividad de lluvia de ideas y elabore una lista corta de posibles opciones. Las ideas a tener en cuenta podrían ser tan amplias como encontrar un espacio de coworking cercano, explorar las oportunidades de voluntariado, investigar las redes existentes en su empresa (como los grupos de recursos para empleados), ir a una clase o unirse a asociaciones profesionales y participar en ellas.
Cuando revisé mis opciones, rápidamente me di cuenta de que mi horario flexible ofrecía una oportunidad única. Tras preseleccionar posibles ideas, decidí crear un grupo virtual de mentes maestras para mujeres profesionales subrepresentadas. Reunir a un grupo pequeño con un objetivo común me dio la oportunidad de establecer nuevas conexiones y ayudar a otras personas que también se sentían aisladas.
Dé un primer paso.
Revise su lista de necesidades y encierre en un círculo la que le parezca más importante. Entonces, analice más de cerca las opciones que tuvo en el segundo paso. Considere las que mejor podrían satisfacer su necesidad más importante y, a continuación, comience con un primer paso para analizarla más a fondo.
Por ejemplo, si le encantaría colaborar con otros, ¿podría preguntarle a su gerente si puede ser el mentor de alguien que necesite aprender una habilidad que usted tiene? Si echa de menos las interacciones sociales, ¿puede preguntarle a un compañero si le gustaría quedar una vez al mes para tomar un café virtual? Si quiere crear nuevos contactos, ¿puede encontrar un puesto de voluntario local que lo presente a otras personas?
Es probable que descubra que sus nuevas ideas tienen la ventaja adicional de ayudarlo a acelerar su desarrollo profesional, aprovechar las habilidades existentes, establecer nuevas conexiones o ampliar su base de conocimientos y perspectivas, a la vez que se esfuerza por abordar su sensación de soledad.
Dar el primer paso le permitirá empezar a poner las ideas en práctica. Mientras lo hace, preste atención a lo que siente. Si sigue sintiéndose solo mientras trabaja en los siguientes pasos, no deje de hablar con alguien, como un compañero de trabajo o un amigo, sobre lo que está experimentando. Asegúrese también de controlar cualquier cambio gradual o repentino en su salud física o mental. Un reciente estudio publicado por The BMJ demuestra que el aislamiento social y la soledad pueden provocar un mayor riesgo de padecer diversos problemas de salud física y mental, como problemas del sueño, baja autoestima, hipertensión, ansiedad y depresión. Si a usted, o a alguien cercano, le preocupa que su entorno de trabajo remoto esté teniendo un impacto negativo en su bienestar, hable con un profesional de la salud para obtener el apoyo que necesita.
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No es fácil lograr el equilibrio adecuado para nuestro entorno laboral, pero no ignore una situación que hace que se sienta triste, estresado o ansioso de forma perpetua. Su trabajo importa y la forma en que trabaja es importante, pero su salud y bienestar no tienen precio.
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