Cómo tomarse mejores descansos en el trabajo, según una investigación
por Zhanna Lyubykh, Duygu Biricik Gulseren

Tomarse descansos de trabajo periódicos a lo largo del día puede mejorar el bienestar y el rendimiento, pero muy pocos de nosotros los tomamos con regularidad, o tomamos los más eficaces. Una revisión sistemática de más de 80 estudios sobre la toma de descansos describe algunas de las mejores prácticas para aprovechar al máximo el tiempo fuera de nuestras tareas, incluidos dónde, cuándo y cómo. También ofrece consejos para que los gerentes y las organizaciones animen a sus empleados a tomarse descansos más beneficiosos y frecuentes.
Para muchos de nosotros, ser productivo significa pasar más tiempo trabajando. Parece intuitivo que cuanto más tiempo dediquemos a las tareas laborales, más podemos hacer. Y no es sorprendente que la literatura popular esté repleta de consejos sobre cómo maximizar el tiempo de trabajo. Por ejemplo, las «rutinas diarias de los directores ejecutivos» suelen incluir cosas como levantarse a las 4 de la mañana, trabajar el fin de semana e incluso estar « estratégico en cuanto a la frecuencia con la que va al baño.» Para hacer frente a una carga de trabajo cada vez mayor, muchos trabajadores optan por trabajar, saltarse el almuerzo y quedarse fuera de horario.
Pero el precio de estar siempre activo (¡y hacerlo bien!) está drogado. Más de la mitad de los empleados (el 59%) afirman que se sienten agotados según una encuesta reciente de Aflac. El compromiso ha tomado el camino opuesto y está disminuyendo entre los trabajadores estadounidenses. De manera alarmante, ambos alto agotamiento y bajas tasas de participación se asocian a un rendimiento obstaculizado. ¿Qué podemos hacer para abordar el deterioro de nuestro bienestar y, al mismo tiempo, mantener el rendimiento?
Pausar el trabajo en lugar de esforzarse podría ayudar en ambos aspectos. Intrigado por dos narrativas contrapuestas —una centrada en trabajar más como indicador del rendimiento y la otra en tomarse descansos regulares para proteger el bienestar—, así como por las conclusiones contradictorias (y a veces incluso contradictorias) de estudios individuales sobre estos temas, nuestro equipo llevó a cabo un revisión sistemática de las investigaciones existentes sobre las pausas laborales. Al analizar más de 80 estudios, confirmamos (con nuestros colegas Zahra Premji, Timothy Wingate, Connie Deng, Lisa Bélanger y Nick Turner) que pausar el trabajo a lo largo del día puede mejorar el bienestar y también ayudar a realizar más trabajo. En contra de la popular narrativa de trabajar muchas horas, nuestras investigaciones sugieren que tomarse descansos durante las horas de trabajo no solo no perjudica el rendimiento, sino que puede ayudar a mejorarlo.
¿Por qué tomarse descansos es beneficioso para el bienestar y el rendimiento?
Como las baterías que hay que recargar, todos tenemos una reserva limitada de recursos físicos y psicológicos. Cuando se nos agotan las pilas, sentimos agotado, agotado y estresado.
Trabajar cuando queda muy poca energía en el tanque pone a prueba el bienestar y el rendimiento laboral. En casos extremos, trabajar sin parar puede llevar a una espiral negativa: un trabajador intenta terminar las tareas a pesar de estar agotado, es incapaz de hacerlas bien e incluso comete errores, lo que hace que le quede más trabajo e incluso menos recursos para abordar esas mismas tareas. Esto significa que cuanto más trabajemos, menos productivos y más agotados podemos sentirnos. Piense en leer la misma línea por quinta vez, por ejemplo, y seguir sin asimilarla.
La buena noticia es que tomarse descansos puede ayudar a los empleados a recargar energías y a cortocircuitar la espiral negativa del agotamiento y la disminución de la productividad. Sin embargo, no todos los descansos son iguales en cuanto a sus efectos.
¿Qué tipos de descansos son más eficaces para mejorar el bienestar y el rendimiento?
Los descansos vienen de muchas formas diferentes: hacer ejercicio, navegar por las redes sociales, dar un paseo corto, socializar con otras personas, echarse una siesta, ir a comer, etc. Sin embargo, nuestra revisión sistemática muestra que no todos los tipos de descansos son igual de eficaces. En otras palabras, importa cómo para pausar el trabajo. Estos son algunos de los elementos de descanso más comunes a tener en cuenta:
Duración y momento de los descansos
Un descanso más largo no equivale necesariamente a un descanso mejor. Desconectarse del trabajo solo unos minutos, pero de forma regular (micropausas) puede ser suficiente para evitar el agotamiento y mejorar el rendimiento. Por ejemplo, los trabajadores pueden tomarse breves descansos para picar algo, hacer estiramientos o simplemente mirar por la ventana. Además, la hora de las pausas es importante: las pausas más cortas son más eficaces por la mañana, mientras que las pausas más largas son más beneficiosas al final de la tarde. Esto se debe a que la fatiga empeora durante la jornada laboral y necesitamos más tiempo de descanso por la tarde para recargar energías.
Lugar de las pausas
El lugar donde se hacen las pausas puede marcar una gran diferencia en términos de recuperación. Tanto estirarse en un escritorio como salir a dar un paseo corto parecen actividades de descanso muy similares, pero pueden diferir sustancialmente en su potencial de recarga. Nuestra reseña demuestra que tomarse un descanso al aire libre y disfrutar de las zonas verdes es mucho mejor para recargar los recursos de los trabajadores que quedarse en un escritorio.
Actividad de descanso
Realizar actividad física durante un descanso es eficaz para mejorar tanto el bienestar como el rendimiento. El ejercicio es una herramienta de recuperación especialmente valiosa para los trabajos mentalmente exigentes. Sin embargo, los efectos positivos de este tipo de descanso son efímeros y los empleados tienen que hacer ejercicio de forma regular para obtener sus beneficios.
A pesar de estas prestaciones, el ejercicio no es la forma preferida de pasar las pausas entre los empleados. Nuestra reseña muestra que navegar por las redes sociales es el tipo de descanso más común; casi todo el mundo (el 97%) afirma que participa en esta actividad. Sin embargo, los investigadores encuentran que hojear las redes sociales durante las pausas laborales puede provocar agotamiento emocional. Como resultado, la gente termina con disminución de la creatividad y el compromiso laboral en lugar de reponer los recursos. Como tal, este tipo de descanso puede no ser eficaz para mejorar el rendimiento.
Compañeros de vacaciones peludos
Un estudio en nuestra reseña mostró que las interacciones con un perro pueden reducir los niveles de la hormona cortisol, un indicador objetivo del estrés. Se necesita más investigación en esta área, ya que los efectos en el rendimiento siguen sin estar claros. Sin embargo, tenemos la firme sospecha de que pasar un descanso con un compañero peludo es eficaz para muchos empleados. La investigación muestra que las interacciones con las mascotas pueden mejorar sustancialmente el bienestar psicológico de las personas, que a su vez es fuertemente vinculado al desempeño.
¿Qué pueden hacer los gerentes y las organizaciones para fomentar los descansos?
La mera disponibilidad de descansos no garantiza las prestaciones. Los trabajadores no pueden utilizar sus descansos de la manera más eficiente ni tomarlos en absoluto. Como responsables de la toma de decisiones y modelos a seguir en las organizaciones, los directivos ocupan una posición importante para fomentar las pausas laborales eficaces. Esto se puede lograr de varias maneras:
Fomentar actitudes positivas hacia los descansos
Si bien los empleados suelen ser positivos con respecto a los descansos e informan que son beneficiosos para el rendimiento, los gerentes no siempre comparten este sentimiento. Esto puede disuadir a la gente de recargarse. Por lo tanto, es fundamental que los directivos estén informados sobre las prestaciones de las pausas laborales relacionadas con el rendimiento. Por ejemplo, los directores de recursos humanos pueden incorporar esta información en los programas de entrenamiento de bienestar de la empresa. Las organizaciones también pueden considerar la posibilidad de implementar «momentos de bienestar» (similares a los momentos de seguridad) durante los que puedan compartir sus estrategias para tomarse descansos eficaces e intercambiar ideas sobre actividades divertidas para los descansos. Incluso colgar pósters sobre los beneficios y las mejores prácticas a la hora de tomarse descansos en el lugar de trabajo puede ayudar mucho.
Tomarse descansos ellos mismos
Los gerentes pueden comunicar la importancia de tomarse descansos tomando los tipos más eficaces con regularidad, que los empleados puedan imitar. Por ejemplo, un gerente que pasee a su perro con regularidad por un parque cercano puede comunicarles a sus empleados que se ausentará un tiempo del trabajo para hacerlo. Esta estrategia no solo da un ejemplo positivo, sino que también establece límites claros en torno a no interrumpir los descansos. Predicar con el ejemplo ayudará a prevenir el posible estigma y la culpa asociados con tomarse descansos. Es prometedor que cada vez más líderes organizacionales están reconociendo esto e incluso compartir sus se arrepiente de no ausentarse lo suficiente del trabajo.
Programar descansos dedicados
Nuestra revisión muestra que muchos empleados no pueden tomarse descansos regulares o se les disuade de hacerlo debido al estigma; por lo tanto, recomendamos que los gerentes y las organizaciones programen descansos específicos. Estos descansos tienen que implementarse con cuidado. Los horarios rígidos de los descansos, como obligar a los empleados a dejar de trabajar solo a una hora determinada y durante una duración predeterminada, reducen la autonomía de los empleados e incluso pueden tener efectos perjudiciales en los empleados. Recomendamos ofrecer períodos de descanso de una duración determinada, como una hora al día, y salir cuando y con qué frecuencia quiera tomarse sus descansos, según el criterio del empleado. Ofrecer horarios de trabajo flexibles, iniciativas innovadoras para las pausas laborales, como las «boletas de descanso» (por ejemplo, dar entradas diarias que permitan al empleado tomarse una hora libre de su elección) o ofrecer actividades sociales o físicas in situ podrían ser algunos ejemplos de una programación óptima de las pausas.
Crear espacios para los descansos
Como hemos destacado anteriormente, la ubicación de las pausas puede desempeñar un papel importante a la hora de maximizar sus beneficios. Por ejemplo, tener un parque pequeño o un espacio verde cubierto puede transmitir el compromiso de la organización de facilitar las pausas laborales y aumentar los beneficios de las pausas en relación con el rendimiento de los empleados. Para aprovechar aún más las ventajas de las pausas al aire libre, también podría convertirlo en un parque para perros sin correa donde los empleados a los que les gusta interactuar con los animales puedan hacerlo. Esto también puede servir como herramienta de contratación como la demanda de lugares de trabajo que admitan mascotas está aumentando, y muchas empresas ya han adoptado políticas que admiten mascotas.
Las organizaciones con empleados que trabajan desde casa también pueden utilizar los espacios disponibles organizando reuniones en línea en el parque en las que los trabajadores remotos puedan unirse a la reunión mientras caminan o están sentados en un espacio exterior que les resulte cómodo. Como alternativa, pueden asignar un «presupuesto de descanso» para que los empleados creen su propio espacio de descanso. Por ejemplo, los empleados pueden comprar una planta de interior o una colchoneta de yoga.
El desempeño de los empleados siempre ha sido motivo de preocupación para las organizaciones y cada vez más organizaciones se esfuerzan por abordar el bienestar de los empleados en la actualidad. Las pausas laborales como una herramienta prometedora para mejorar ambas. Las organizaciones tienen que reconocer la importancia de las pausas y hacer esfuerzos deliberados para facilitar las pausas efectivas.
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