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Liderazgo y gestión de personas

Manténgase fresco bajo presión, sin que parezca frío

por Anne Sugar

Manténgase fresco bajo presión, sin que parezca frío

DreamPictures/Getty Images

El Instituto Estadounidense del Estrés informa que el 40% de los trabajadores cree que su trabajo es «muy o extremadamente estresante». Durante la pandemia, esta percepción se intensificó; un Asociación Estadounidense de Psicología la encuesta informa que la economía es una fuente «importante» de estrés para siete de cada diez adultos. Sin embargo, no todo el mundo siente los efectos del estrés de la misma manera. Si es un gerente que gestiona el estrés con facilidad, mientras su jefe y su equipo se vuelven cada vez más unidos, puede dar la impresión de que no le importan el trabajo ni sus compañeros. Estar bien bajo estrés es una ventaja, pero sus colegas pueden leer su naturaleza imperturbable como «despreocupación» o indiferencia. Esta percepción podría perjudicar su trayectoria profesional. Estas son tres formas de cambiarlo:

Abordar la situación

Hablar en público es un factor de estrés para muchas personas, pero no para todas. Si no le gustan las presentaciones, puede ver un ayuntamiento virtual, por ejemplo, como una forma fácil de destacar la historia de su departamento. Pero si no muestra señales externas de estrés, su gerente podría suponer que no se está tomando en serio la preparación de la presentación.

Si esto lo describe, comunique en exceso con su jefe: dígale que sabe que es importante y que se ocupa del caso. No asuma que su gerente sabe lo que piensa. Cuando las personas a su alrededor sientan estrés, aborde la situación de frente. Por ejemplo: «Sé que el tiempo de planificación presupuestaria es crucial para el éxito de nuestro departamento. Como nuestra sesión del equipo de liderazgo ejecutivo va a ser difícil, me reúno a diario con el grupo de planificación para que nuestras cifras sean correctas y estemos preparados para las preguntas difíciles».

Enseñe su proceso

Muchos líderes tienen mecanismos de supervivencia que les ayudan a gestionar el estrés. Estas incluyen prepararse demasiado, cambiar su forma de pensar, repetir afirmaciones positivas, morder pequeñas partes de las grandes tareas y tomar medidas imperfectas. Sean cuales sean los métodos que emplee, un aspecto de su trabajo como director es ayudar a su equipo a aliviar el estrés, por lo que es importante compartir su proceso. Recuerde que sus compañeros de equipo pueden confundir su sensatez con distanciamiento. Si comparte su forma de aliviar el estrés técnicas, su equipo y su director se asegurarán de que se preocupa por el bienestar de sus compañeros.

Para un líder al que entrené, reunirse con el director de ingresos era motivo de estrés. Su solución fue prepararse demasiado, lo que ayudó a que las reuniones se desarrollaran sin problemas. Luego, mi cliente entrenó a sus compañeros para que duplicaran su enfoque: que terminaran su trabajo con al menos una semana de antelación, compartieran los datos con un compañero para comprobar si había errores y practicaran la conversación al menos tres veces antes de la reunión. Si bien eso puede parecer mucho trabajo extra, ha mejorado sus reuniones.

Algunos líderes mitigan el estrés simplemente haciendo algo. Actuar según una pequeña pieza del rompecabezas puede producir sensaciones de logro. Un gerente me contó que pensaba que se estaba creando una nueva unidad de negocio para el fracaso porque no había suficientes personas asignadas a ella. El gerente entendió que tenía que seguir adelante y triunfar sin recursos adicionales. Él entrenó al equipo en su lugar para mantener la calma bajo presión tomando medidas firmes en lo que fuera necesario hacer. Si bien este enfoque no dio un giro a la unidad de negocio, el equipo estaba motivado para hacer lo que pudiera hasta que ganara más miembros.

Sea empático con el estrés de los demás

Si le cuesta entender por qué todos los que lo rodean están estresados, corre el riesgo de parecer indiferente. Un líder con el que trabajé no podía entender las conductas de estrés externo: esperaba que su equipo tuviera planes individuales para gestionar su estrés, a medida que todos pasaban a trabajar desde casa. Otro vicepresidente sénior compartía esta mentalidad y su360° La reseña demostró que su equipo lo veía como «indiferente». Para suavizar esta impresión, le pedí al líder que hiciera la pregunta: «¿Qué puedo hacer para ayudarlo?» Este pequeño cambio —y las respuestas que obtuvo de su equipo— ayudaron al vicepresidente sénior a entender cómo se sentían los miembros del equipo en situaciones de estrés, por qué se sentían así y qué podía hacer él para ayudar.

Al ser empático con los niveles de estrés de los demás y enseñarles sus propios mecanismos de supervivencia, demuestra que le importa. Este cuidado generará dividendos tanto para usted como para el departamento.