Cómo superar el miedo al fracaso
por Susan Peppercorn

Caiaimage/Andy Roberts/Getty Images
Un cliente (al que llamaré «Alex») me pidió que lo ayudara a prepararse para la entrevista para el puesto de CEO en una empresa emergente. Era la primera vez que se entrevistaba para el nivel C y, cuando nos conocimos, estaba visiblemente agitado. Le pregunté qué pasaba y me explicó que se sentía «paralizado» por el miedo a fracasar en la reunión de alto riesgo.
Profundizando, descubrí que la preocupación de Alex por la calidad de su actuación se debía a un «revés» que había sufrido e interiorizado mientras trabajaba en su anterior empresa. Al escucharlo describir la situación, quedó claro que el fracaso estaba relacionado con su empresa y con factores externos a la industria, más que con un traspié de su parte. A pesar de eso, Alex no pudo evitar la percepción de que él mismo no lo había conseguido, a pesar de que no había nada que pudiera haber hecho lógicamente para anticipar o cambiar este resultado.
La gente se echa la culpa rápidamente por el fracaso, y las empresas se protegen contra ello aunque hablen de boquilla sobre el noble concepto de prueba y error. ¿Qué puede hacer si, como Alex, quiere enfrentarse a su miedo a meter la pata e ir más allá hacia el éxito? Estas son cuatro medidas que puede tomar:
Redefinir el fracaso. Detrás de muchos miedos está la preocupación por hacer algo mal, por hacer tonterías o por no cumplir las expectativas; en otras palabras, el miedo al fracaso. Al encuadrar una situación que teme de manera diferente antes de intentarlo, tal vez pueda evitar un poco de estrés y ansiedad.
Volvamos a Alex como ejemplo de cómo ejecutar esto. Al pensar en la entrevista, se dio cuenta de que su listón inicial para no aprobar la tarea («no ser contratado para el puesto») era quizás demasiado alto, dado que nunca había sido CEO y nunca antes había intentado ocupar ese puesto importante. Incluso si su entrevista se desarrollara sin problemas, otros factores podrían influir en la decisión del comité de contratación, como las preferencias predeterminadas por parte de los miembros del consejo de administración.
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Al enseñar a Alex con este enfoque, lo animé a redefinir su forma de ver su actuación en la entrevista. ¿Había alguna manera de que pudiera interpretarlo de manera diferente desde el principio y estar más abierto a las señales de éxito, aunque fueran pequeñas? ¿Podría, por ejemplo, redefinir el fracaso como no poder responder cualquier¿de las preguntas planteadas o recibe comentarios negativos específicos? ¿Podría redefinir el éxito como ser capaz de responder a cada pregunta lo mejor que pueda y no recibir críticas por la forma en que entrevistó?
Resultó que Alex avanzó a la segunda ronda y lo felicitaron por su preparación. En última instancia, no consiguió el trabajo. Pero como había cambiado de forma de pensar y había redefinido lo que constituía fracaso y éxito, pudo absorber los resultados de la experiencia con más elegancia y con menos angustia de la que esperaba.
Fije objetivos de enfoque (no objetivos de evitación)****. Los goles se pueden clasificar como acercarse a las metas o a las metas de evitación en función de si lo motiva el deseo de lograr un resultado positivo o evitar uno adverso. Los psicólogos han descubierto que crear objetivos de enfoque, o reformular positivamente los objetivos de evitación, es beneficioso para el bienestar. Cuando teme una tarea difícil y espera que sea difícil y desagradable, puede que inconscientemente se fije metas en torno a lo que no quiere que suceda en lugar de lo que usted quiere.
Aunque estaba nervioso por el proceso, el deseo de Alex de convertirse en CEO era un objetivo de enfoque, ya que se centraba en lo que quería lograr en su carrera y no en lo que esperaba evitar. Aunque no consiguió el primer puesto de CEO que intentó conseguir, no dejó que ese hecho le impidiera mantener ese objetivo y volver a salir.
Si Alex, en cambio, se hubiera desanimado por el resultado de su primera entrevista de nivel C y hubiera decidido evitar activamente el dolor del rechazo al no volver a competir por el primer puesto, habría pasado del enfoque al modo de evitación. Si bien desarrollar una meta de evitación es una respuesta común a la percepción de un fracaso, es importante tener en cuenta los costes que conlleva hacerlo. Las investigaciones han demostrado que los empleados que asumen un enfoque de evitación se fatigan dos veces más mentalmente que sus colegas centrados en la aproximación.
Cree una «lista de miedos». Autor e inversor Tim Ferriss recomienda «sembrar miedo» y crear una lista de lo que tiene miedo de hacer y lo que teme que pase si lo hace. En su Charla Ted sobre el tema, comparte cómo hacerlo le permitió abordar algunos de sus desafíos más difíciles, lo que se tradujo en algunos de sus mayores éxitos.
Le pedí a Alex que hiciera tres listas: primero, los peores escenarios posibles si bombardeara la entrevista; segundo, las cosas que podría hacer para evitar el fracaso; y tercero, en caso de que se produjera el fracaso, qué podría hacer para repararlo. Luego, le pedí que anotara los beneficios del intento y el coste de la inacción. Este ejercicio le ayudó a darse cuenta de que, aunque estaba ansioso, dejar pasar la oportunidad sería más perjudicial para su carrera a largo plazo.
Céntrese en aprender. Las fichas no siempre van a caer donde usted quiere que caigan, pero si entiende la realidad al entrar, puede estar preparado para sacar el máximo provecho de la experiencia, sea cual sea el resultado.
Volviendo a Alex, fue capaz de reconocer a través del proceso de entrenamiento que estar muy centrado en el fracaso de su anterior empresa (y sobreestimar su papel en él) le hizo entrar en pánico por la entrevista con el CEO. Cuando cambió de tema para centrarse no en su potencial de fracaso, sino en lo que aprendería al competir a un nivel superior al que tenía antes, dejó de preocuparse en ese primer intento y fue capaz de verlo como un trampolín en un viaje más largo hacia el puesto de CEO. Con esa mentalidad, rápidamente dejó de lado su decepción por no haber recibido la oferta y pasó a planificar rápidamente la próxima oportunidad de entrevista para un puesto similar en otra empresa.
Recuerde: es cuando se siente cómodo cuando debe tener miedo, porque es una señal de que no está saliendo lo suficiente de su zona de confort como para tomar medidas que lo ayuden a crecer y prosperar. Al replantearse sus miedos siguiendo los cuatro pasos anteriores, puede llegar a ver la aprensión como un profesor y una guía que lo ayudará a alcanzar sus objetivos más importantes.
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